Fuente: bibliotecapleyades
Últimamente se está discutiendo mucho sobre la vacunación obligatoria en muchos países. Se podría decir que estamos inmersos en una gran campaña de propaganda pro-vacunación.
Mucha gente se pregunta, por qué razón los gobiernos están tan obsesionados en obligar a los ciudadanos a vacunarse.
Este escalofriante artículo, que recoge la visión al respecto de uno de los estudiosos independientes más célebres, Jon Rappoport, nos ofrece una posible respuesta.
Y sus conclusiones, van mucho más allá de lo que inicialmente mucha gente puede imaginar.
Se hace referencia a un artículo del New York Times, titulado, «Protección sin vacunas – Protection Without a Vaccine«.
No, no es ciencia ficción, es algo real:
«Mediante la inoculación de genes sintéticos en los músculos de monos, los científicos han conseguido re-diseñar en esencia a los animales para que resistan a la enfermedad»«‘El cielo es el límite’, afirma Michael Farzan, inmunólogo en Scripps y autor principal del nuevo estudio.»
Michael Farzan«El primer ensayo en humanos sobre la base de esta estrategia, llamada inmunoprofilaxis por transferencia de genes (IGT), está en marcha, y se han previsto otras de nuevas».«La IGT es completamente diferente a la vacunación tradicional. Es una forma de terapia génica. Los científicos aíslan los genes que producen anticuerpos potentes contra ciertas enfermedades y luego los sintetizan, creando versiones artificiales.
Los genes se inoculan en virus y se inyectan en el tejido humano, por lo general en los músculos»«Entonces los virus invaden las células humanas con sus cargas útiles de ADN, y el gen sintético se incorpora en el ADN original del destinatario. Si todo va bien, los nuevos genes instruyen a las células para que comiencen a fabricar los poderosos anticuerpos».
«el gen sintético se incorpora en el ADN original del destinatario».
«Algunas personas podrían mostrarse recelosas ante una estrategia de vacunación que signifique alterar su propio ADN, aunque ello evite contraer una enfermedad potencialmente mortal»
Como vemos, pues, la creciente lucha y polémica sobre la vacunación obligatoria de la población, podría estar ocultando planes mucho más amplios y oscuros de lo que mucha gente podría creer inicialmente.
Y es que bajo el pretexto de la prevención de enfermedades y la salud pública, las vacunas pueden ser las portadoras ideales de todo tipo de genes que se incorporen de forma permanente en la estructura humana.
Genes sintéticos inyectados en miles de millones de seres humanos formarían un gran experimento para crear una especie humana alterada.
Este gran experimento podría estar completamente compartimentado.
Por ejemplo, en secreto, los genes 1 a 6 se inyectarían en el Grupo A de población situado en la ubicación I. Mientras que los genes 7 a 12 se inyectarían en el Grupo B en la localización II, etc…
Así, los investigadores podrían determinar, ¿Son estas personas más fuertes o más débiles? ¿Se presentan signos de enfermedad? ¿Se reportan cambios de comportamiento? A través de la vigilancia y las pruebas, se podría recopilar todo tipo de información.
Todo ello, por supuesto, sin consentimiento informado de la gente sometida al experimento, convertidos en conejillos de indias humanos que no sabrían lo que estarían haciendo con ellos.
¿Y cuáles podrían ser los objetivos de este programa de investigación tan enloquecido?
Bien, de forma simplificada, podría haber dos objetivos diferentes.
Por un lado, crear seres humanos más débiles, más dóciles, más obedientes y más dependientes. Por otro lado, crear seres humanos más fuertes, más sanos, más inteligentes y más talentosos.
Y como es fácil intuir, algunas de estas investigaciones se realizarán en el interior de las fuerzas armadas, donde los secretos son más fáciles de mantener, y el objetivo de producir «mejores soldados» es un objetivo del Pentágono y de su brazo de investigación, DARPA.
De hecho, el número de víctimas en este gran experimento, no representaría ninguna preocupación para los instigadores.
Para comprender mejor la profundidad de lo que se avecina y de las intenciones que tienen las élites y sus científicos respecto al futuro de la especie humana, solo tenemos que utilizar las citas del biólogo molecular de la Universidad de Princeton, Lee Silver, el autor de «Remaking Eden» (Reconstruyendo el Edén).
Sus palabras y pensamientos, no dejan ninguna duda sobre cuáles son las intenciones de los más importantes expertos en genética. Así es como sueña el futuro de la especie humana:
Lee Silver
«La clase de los GenRich (los ricos genéticos), que representa al diez por ciento de la población norteamericana, dispondrá de un genoma enteramente formado por genes sintéticos. Todos los aspectos de la economía, los medios de comunicación, la industria del entretenimiento, y la industria del conocimiento son controlados por miembros de la clase GenRich…Los seres Naturales (los humanos sin alteraciones genéticas sintéticas), trabajan como proveedores de servicios de baja remuneración o como trabajadores.
La clase GenRich y la clase natural se convertirán en especies totalmente independientes sin capacidad de cruzarse, y con tanto interés romántico en uno al otro como un ser humano corriente tendría por un chimpancé.
Muchos piensan que es intrínsecamente injusto que algunas personas tengan acceso a las tecnologías que pueden proporcionar ventajas genéticas, mientras que otros, menos pudientes, se ven obligados a depender de la casualidad, pero la sociedad estadounidense se adhiere al principio de que la libertad personal y la fortuna personal son los principios determinantes de lo que a los individuos se les permite hacer y lo que son capaces de hacer.De hecho, en una sociedad que valora la libertad individual por encima de todo, es difícil encontrar una base legítima para restringir el uso de reprogramación genética.
El uso de las tecnologías de reprogramación genética es inevitable. Nos guste o no, el mercado global reinará por encima de todo».
Gregory Stock
«Incluso si las especies de la mitad del mundo se perdieran durante los experimentos genéticos, aún permanecería una enorme diversidad.Cuando los que en un futuro lejano miren hacia atrás, hacia este período de la historia, es probable que lo vean, no como una época en que el medio ambiente natural era pobre, sino como la época en que una gran cantidad de nuevas formas de vida, algunas biológicas, algunas tecnológicas, algunos combinación de las dos, entraron en escena.
Nos servimos mejor a nosotros mismos, así como a las futuras generaciones, al centrarnos en las consecuencias a corto plazo de nuestras acciones, en lugar de centrarnos en pensar vagamente a largo plazo, para necesidades de un futuro lejano».
Esta es su ética.
Hablan sin tapujos y sin vergüenza de crear una nueva clase dominante de seres superiores por ingeniería genética, con cargos superiores, con privilegios superiores, con fuerza y resistencia superior; probablemente con una esperanza de vida superior.
Es el viejo sueño del nazismo hecho realidad.
Este es el nivel de la ciencia actual, de esos hombres con batas blancas, tan ampliamente respetados por la mayoría de gente, a pesar de que su ética es tan profundamente inhumana y despreciable.
Los respetan precisamente aquellos que no son más que conejillos de indias para ellos, que deben ser sometidos a experimentos de todo tipo. Esto es lo que están creando para todos nosotros: la esclavitud a perpetuidad, basándose en la ciencia y la genética.
Y la vacunación obligatoria podría formar parte de estos planes a largo plazo…