por Ritual y Propaganda

Por Henry Makow

Algún día nuestros educadores y políticos tendrán que rendir cuentas por convertir a las niñas impresionables en lesbianas y arruinar sus vidas. Se les enseña un dogma feminista lleno de odio y sobre que la heterosexualidad es una «construcción social», los machos son depredadores violentos y que el sexo con un hombre es violación.

Millones de niñas crédulas están cayendo en una trampa diabólica con la intención de hacerlas perseguir carreras en lugar de crear familias. Como ya he dicho, el propósito es despoblar y desestabilizar a la sociedad mediante la destrucción de su bloque de construcción fundamental, la familia.

No soy un fan de Dennis Prager, un propagandista sionista, pero le atribuyo una entrevista perceptiva con una mujer joven llamada Anna Montrose, que describió cómo la universidad y los medios de comunicación la hicieron bisexual. Se basa en un artículo publicado en el diario de McGill en la que declaró:

«Es difícil pasar por cuatro años de una Humanidades BA, lectura de Foucault y Butler y viendo ‘The L Word’ y mantener una heterosexualidad rígida intacta. No sé cuando sucedió exactamente, pero parece que ya no tengo la certeza para fijar mi deseo sexual a un género y no al contrario.»

(Michel Foucault es un importante filósofo «post-moderno» francés; Judith Butler es un destacado «teórico de género» en la UC Berkeley; y «The L-Word» es una popular serie de televisión sobre lesbianas «glamorosas».)

Lea la entrevista y verá que ella piensa que los hombres y las mujeres son intercambiables y el matrimonio es sobre todo una deducción de impuestos. Ella no está apta para el matrimonio y la maternidad. Por desgracia, se está convirtiendo en una regla más que la excepción.

Paradójicamente, cuando las hembras rechazan al macho, usurpan el papel masculino y abandonan la feminidad.

Lilith, La Primera Feminista

Inocentes como Anna Montrose son las víctimas del feminismo, que tiene sus raíces en la tradición cabalística oculta y gnóstica que desplaza a Dios y rechaza el matrimonio y la familia como impedimentos al sexo libre y el control de la sociedad oculta. (La Cábala y el gnosticismo son la base de la masonería, a su vez, la base del liberalismo moderno, el comunismo, el socialismo, el fascismo, el sionismo y el feminismo.)

De acuerdo con esta tradición oculta, Lilith fue la primera esposa de Adán, el arquetipo feminista con el que cada hombre se casa y luego se divorcia.

Lilith y Adán discutían constantemente debido a Lilith se negaba a estar bajo él en el acto del amor. diciendo que eran «iguales». Se trata de La Historia de Lilith, que data de entre el 8 y 10 siglos A.D:

«Dios «creó una mujer de Adán, de la tierra, como lo había creado a Adán a sí mismo, y la llamó Lilith. Adán y Lilith comenzaron a luchar. Ella dijo:» No voy a estar por debajo «, y él dijo:» No estaré debajo, sino en la parte superior. Por que has sido creada para estar en la posición inferior, mientras que yo estoy hecho para estar en la superior.

«Lilith respondió: «Somos iguales entre sí en la medida en que estábamos ambos creados de la tierra.» Pero ellos no se escuchaban el uno al otro. Cuando Lilith vio esto, pronunció el Nombre Inefable y se fue volando en el aire. Adam se puso en oración ante su creador: «Soberano del universo» dijo, «la mujer que me diste se ha escapado.»

La negativa de Lilith de estar debajo de Adam es el equivalente en la tierra de negarse a recibir una semilla. No hay nada inferior o «desigual» acerca de esto, no importa lo que este texto tiene que decir de Adam. Es parte del yin-yang, lo activo-pasivo, la danza masculino-femenino que está en el corazón de la naturaleza.

El hombre sirve a Dios. La mujer sirve a la familia. De esta manera, ambos son útiles y sus vidas tienen significado.

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Pero la tradición gnóstica / kabalística desea derrocar a Dios y la naturaleza y sustituir la regla de (algunos) hombres. El nuevo orden mundial es la culminación de esta tradición satánica.

Es por eso que los Diez Mandamientos se arrastraron fuera de los juzgados y se sustituyeron por los «derechos humanos» que no son dados por Dios, pero se definen y aplican de manera selectiva.

Es por ello que nuestras mujeres jóvenes son criados para ser disfuncionales e inútiles; por qué los hombres jóvenes no se les enseña a servir a Dios (la verdad, el amor) y dar a las mujeres un propósito noble.

El Amor Tiene Que Ser Ganado

Las raíces ocultas de la cultura moderna también explican la neblina mística confusa que rodea el amor romántico. La idea de que los hombres obtienen su significado del el amor y el matrimonio es muy confuso y equivocado. También es femenino. Los hombres consiguen su confianza de su trabajo.

La idea de que somos divinos y podemos amar al «dios interior» de nuestra pareja es una forma de idolatría. La mayoría de nosotros estamos más cerca de ser insectos que de ser Dios.

Me gustaría sustituir la palabra «amor» con dos palabras: «confianza y respeto.» Este concepto es más realista y comprensible. El verdadero amor se desarrolla durante un período de años y se basa en la confianza y el respeto.

Naturalmente, hay que empezar por «ganar» nuestro propio respeto por la altura de los ideales personales y el logro de nuestros objetivos. Esta es la fuente de confianza en sí mismo y la atracción.

A continuación, el hombre tiene que «ganarse» la confianza y el respeto de una mujer a través de cortejo lento y paciente. Para una mujer, el amor es un acto de auto-entrega, lo que la vuelve vulnerable. Su felicidad depende de la cuidadosa elección de un marido.

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Tengo el presentimiento de que el aspecto más satisfactorio de las relaciones sexuales no es físico, sino emocional: la posesión total para el hombre, y la entrega total para la mujer. Esto depende de ganarse la confianza para que una mujer puede bajar sus defensas.

La creencia popular de que tenemos derecho al amor es otro aspecto de nuestra ocultura, y es en parte responsable de nuestro detenido desarrollo. En lugar de convertirnos en más dignos y más útiles, buscamos al mágico «alguien» que nos ame tal y como somos.

Lo Que Llamamos Amor

Lo que llamamos amor es por lo general enamoramiento sexual. Las mujeres jóvenes se comportan como si el atractivo sexual es todo lo que necesitan, y los jóvenes tienden a confirmar este error. Las películas muestran a hombres engatusados por mujeres que tienen muy poco que ofrecer, aparte de ser bonitas y peculiares.

Eso es bueno para diez minutos, ¿qué pasa con el resto de la vida? En el pasado, las mujeres tenían habilidades prácticas como ser esposas y madres. Ellas aprendieron a cocinar y coser y hacer la casa hermosa y acogedora. Se convirtieron en cultas y dominaban un instrumento musical. Sabían de la crianza del niño.

Pero lo más importante, desarrollaron una actitud mental. Ellas van a unir su vida con un hombre y van a estar «en su equipo» para bien o para mal. Iban a criar a sus hijos y proyectar su espíritu en el futuro. Eso es lo que el amor de una mujer realmente significa. Eso es lo que une a un hombre con una mujer.

Mi mujer, que es mexicana todavía tiene algo del Viejo Mundo. Nos conocimos hace cinco años a través de Internet. Ella me envió un enlace que decía era un regalo. Cuando la abrí, vi que había diseñado un gran sitio web para mi nuevo libro, A Long Way to go for Date.

Amor a primer sitio web, su gesto me dijo que estaba preparada para ser útil, para que me ayude.

¡Una mujer ayuda a un hombre y viceversa! Un concepto extraño en estos días, cuando una antigua conspiración satánica se acerca a su culminación.