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Parece representar a una persona de avanzada edad y está tallada en caliza, frente a otras figurillas modeladas en arcilla halladas previamente
Çatalhöyük es ya de por sí un yacimiento espectacular, la «primera ciudad», con un nivel de preservación impresionante y que nos regala periódicamente con pinturas, relieves y maravillosos objetos diseminados por sus antiguas estancias. En esta ocasión se trata de una figurilla femenina, que además resalta por estar realizada en caliza y no en arcilla, y que refleja un preciso conocimiento técnico y el uso de sofisticadas herramientas. Pero además su equipo plantea una nueva interpretación para este tipo de objetos. En lugar de deidades, podría tratarse de ancianas del propio asentamiento que hubieran alcanzado un elevado estatus social.
Fuentes de información digital utilizadas
Heritage Daily, Stanford University, Daily Sabah
Fuente de las imágenes
Heritage Daily, Catalhoyuk Research Project (Facebook)
Palabras clave:
prehistoria, neolítico, Catalhoyuk, Turquía, moda
Bibliografía científica, publicación original
Un equipo de arqueólogos liderado por Ian Hodder, profesor de antropología y de clásicas en Stanford, ha desenterrado una figurilla de unos 8.000 años de antigüedad en Çatalhöyük, una ciudad neolítica en la zona central de Turquía.
La figurilla,tallada sobre caliza recristalizada entre 6300 y 6000 a.C., es un raro hallazgo en un lugar donde la mayoría de las piezas descubiertas previamente están esculpidas en arcilla y deformadas tras pasar milenios bajo tierra.
Habitualmente asociadas con deidades de la fertilidad, en el caso de esta figurilla se cree que representa a su vez a una mujer de avanzada edad que alcanzó cierta relevancia dentro de la célebre sociedad igualitaria de Çatalhöyük.
Hodder, que coordina el Çatalhöyük Research Project, conoció el descubrimiento con anterioridad cuando recibió una llamada de Arek Marciniak, arqueólogo polaco cuyo equipo ha estado excavando en la zona sur de la ciudad y desenterró la figurilla.
«Corrí para encontrarme con un grupo de arqueólogos polacos que miraban hacia esta silueta blanca que comenzaba a aparecer en el suelo», recuerda Hodder, quien se dio cuenta inmediatamente de que se trataba de un hallazgo muy especial». Los excavadores estaban trabajando en una gran vivienda, donde sus antiguos ocupantes habían depositado la figurilla en plataformas construidas sobre estructuras anteriores. En la esquina sudeste de la plataforma, junto al muro, los arqueólogos hallaron la figurilla. A la izquierda de la primera figurilla yacía una hoja de obsidiana, y junto a ella otra figurilla de menor calidad, tallada en caliza amarilla, junto a un fragmento de galena (mineral de azufre y plomo).
La figurilla mide 17 centímetros de longitud y unos 11 de anchura, con un peso de un kilo. Al margen de sus manos y pies extrañamente pequeños, refleja «un buen y pragmático conocimiento del cuerpo humano», según el informe del equipo arqueológico.Una pieza muy bien hecha
Lo que hace destacar a esta figurilla frente a muchas otras no es su apariencia, sino la habilidad artesanal con que está realizada. Las figurillas de deidades en Catalhöyük suelen representar a una mujer con su cabello recogido en un moño, rolliza, con pechos caídos y un vientre pronunciado, sugiriendo madurez.
La figurilla en cuestión contiene varios aspectos inusuales: elaborados rollos de grasa en extremidades y cuello; los brazos separados del torso; y una separació entre el vientre y el resto del cuerpo. Ese nivel de detalle sólo es posible de realizar con finas herramientas, como sílex u obsidiana, en las manos de alguien experimentado. Los milenios transcurridos bajo tierra han borrado las posibles evidencias de manipulación sobre la figurilla.
Aunque tiene una calidad excepcional, el propósito de la figurilla no era excepcional en absoluto. Estas figurilla eran comunesen el Neolítico, a lo largo del sudeste de Europa, Oriente Próximo y Anatolia, la región en la Turquía central donde una vez floreció Çatalhöyük. Interpretadas como símbolos de fertilidad durante largo tiempo, una teoría más reciente sugiere otra cosa.
Lynn Meskell, profesora de antropología en Stanford, considera junto con otros investigadores que las figurillas neolíticas de Çatalhöyük podrían «representar a mujeres ancianas que han logrado cierto estatus». Si alcanzaron el nivel de deidades o no, sigue siendo una incógnita.
La figurilla,tallada sobre caliza recristalizada entre 6300 y 6000 a.C., es un raro hallazgo en un lugar donde la mayoría de las piezas descubiertas previamente están esculpidas en arcilla y deformadas tras pasar milenios bajo tierra.
Habitualmente asociadas con deidades de la fertilidad, en el caso de esta figurilla se cree que representa a su vez a una mujer de avanzada edad que alcanzó cierta relevancia dentro de la célebre sociedad igualitaria de Çatalhöyük.
Hodder, que coordina el Çatalhöyük Research Project, conoció el descubrimiento con anterioridad cuando recibió una llamada de Arek Marciniak, arqueólogo polaco cuyo equipo ha estado excavando en la zona sur de la ciudad y desenterró la figurilla.
«Corrí para encontrarme con un grupo de arqueólogos polacos que miraban hacia esta silueta blanca que comenzaba a aparecer en el suelo», recuerda Hodder, quien se dio cuenta inmediatamente de que se trataba de un hallazgo muy especial». Los excavadores estaban trabajando en una gran vivienda, donde sus antiguos ocupantes habían depositado la figurilla en plataformas construidas sobre estructuras anteriores. En la esquina sudeste de la plataforma, junto al muro, los arqueólogos hallaron la figurilla. A la izquierda de la primera figurilla yacía una hoja de obsidiana, y junto a ella otra figurilla de menor calidad, tallada en caliza amarilla, junto a un fragmento de galena (mineral de azufre y plomo).
La figurilla mide 17 centímetros de longitud y unos 11 de anchura, con un peso de un kilo. Al margen de sus manos y pies extrañamente pequeños, refleja «un buen y pragmático conocimiento del cuerpo humano», según el informe del equipo arqueológico.Una pieza muy bien hecha
Lo que hace destacar a esta figurilla frente a muchas otras no es su apariencia, sino la habilidad artesanal con que está realizada. Las figurillas de deidades en Catalhöyük suelen representar a una mujer con su cabello recogido en un moño, rolliza, con pechos caídos y un vientre pronunciado, sugiriendo madurez.
La figurilla en cuestión contiene varios aspectos inusuales: elaborados rollos de grasa en extremidades y cuello; los brazos separados del torso; y una separació entre el vientre y el resto del cuerpo. Ese nivel de detalle sólo es posible de realizar con finas herramientas, como sílex u obsidiana, en las manos de alguien experimentado. Los milenios transcurridos bajo tierra han borrado las posibles evidencias de manipulación sobre la figurilla.
Aunque tiene una calidad excepcional, el propósito de la figurilla no era excepcional en absoluto. Estas figurilla eran comunesen el Neolítico, a lo largo del sudeste de Europa, Oriente Próximo y Anatolia, la región en la Turquía central donde una vez floreció Çatalhöyük. Interpretadas como símbolos de fertilidad durante largo tiempo, una teoría más reciente sugiere otra cosa.
Lynn Meskell, profesora de antropología en Stanford, considera junto con otros investigadores que las figurillas neolíticas de Çatalhöyük podrían «representar a mujeres ancianas que han logrado cierto estatus». Si alcanzaron el nivel de deidades o no, sigue siendo una incógnita.