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Más datos y más claros que documentan la relación entre el consumo de medicamentos antidepresivos y suicidios. Los suicidios en personas que toman estos psicofármacos NO se producen por la depresión que padecen sino por los fármacos que toman. Se ha comprobado gracias al análisis de sus efectos en personas sanas.
Los laboratorios farmacéuticos NO publican TODOS los datos obtenidos en los ensayos clínicos que realizan para comprobar la eficacia y seguridad de sus medicamentos. Sólo difunden lo que les interesa desde el punto de vista comercial.
Y algo que no interesa que se sepa es que una de las reacciones adversas más graves de los medicamentos llamados antidepresivos: suicidio y los actos violentos. Es algo conocido desde hace años. Y lo hemos contado en artículos tan leídos y difundidos como Descubierto el fraude con el fármaco antidepresivo paroxetina que incita al suicidio.
Un metaanálisis es un estudio que analiza una colección de trabajos científicos sobre un tema. La ventaja que ofrece es que pueden extraerse conclusiones de gran calidad. Lo que ahora se ha conocido es un metaanálisis sobre los efectos de los antidepresivos en personas sanas.
Las conclusiones las resume uno de sus autores, el médico e investigador Peter Gøtzsche, en su blog así:
Los antidepresivos doblan los daños relacionados con el suicidio y la violencia en adultos sanos”.
Estos fármacos provocan las conductas suicidas y los actos violentos, no es ladepresión, como se pudiera pensar, la que lleva a las personas medicadas con estos tratamientos, al desenlace fatal.
Los antidepresivos doblan los actos suicidas y las conductas violentas en adultos sanoscomparado con el placebo (sustancia inerte que se usa en los ensayos clínicos).
Otro de los valores del trabajo que ahora se difunde es que es la primera revisión que se hace sobre el efecto de los antidepresivos en adultos sanos, esto es, sin signos de trastorno mental, quizá por ello los resultados resultan extremecedores.
El análisis, publicado por los investigadores del Nordic Cochrane Center en el Journal of the Royal Society of Medicine, ha elegido esa población a estudiar porque estos efectos secundarios por lo general y para excusar a los medicamentos criticados y a los laboratorios que los fabrican (también a las autoridades sanitarias que permiten que se vendan) son atribuidos a la propia enfermedad o sólo descritos en adolescentes y niños.
Gøtzsche, profesor de la Nordic Cochrane Centre, ha explicado en numerosas ocasiones, sin ir más lejos en su libro Psicofármacos que matan y denegación organizada:
Mientras que parece por fin aceptado que los antidepresivos incrementan el riesgo de suicidio y violencia en niños y adolescentes, la mayoría de las personas creen que estos fármacos no son peligrosos para los adultos. Esta es una idea errónea potencialmente letal”.
Si queréis profundizar en este metaanálisis podéis leer un post muy bueno que hacen los médicos de No Gracias en su web.
Un dato concreto que me ha llamado la atención: Cada 16 personas sanas tratadas con antidepresivos, una sufrirá alguno de los daños investigados.