Según se ha podido observar en laboratorio, no es el espermatozoide más rápido y ágil el que culmina la “gran proeza” de “penetrar” un óvulo -tal como nos han contado-, sino que la concepción humana se basa en laMÁGICA COLABORACIÓN entre dos energías muy dispares, y a la vez, complementarias. El encuentro entre las células espermáticas con el óvulo da lugar a la llamada Danza celular del amor (técnicamente apodada Complejo de Atracción Pre-Concepción). Cuando la danza termina, si se ha producido la concepción, habrá “nacido” un nuevo ser humano, el cigoto, el organismo unicelular totipotencial: nuestra primera apariencia humana.
La comunicación y la cooperación, por tanto, son el origen de nuestra vida, no una desenfrenada carrera hacia la meta de la cual surge un “vencedor”. No hay competencia, sino colaboración. No hay lucha, sino amor. No hay muerte, sino vida.
Lídia Estany, comunicóloga prenatal y perinatal, autora del blog La Vida Intrauterina, nos introduce aquí al mayor misterio de todos, a una realidad bastante desconocida, que es justo todo el proceso antes de nuestra concepción, que culmina con ese vórtice energético que da lugar al inicio de cada una de nuestras vidas, al Humano punto cero.
Este fragmento forma parte de una magnífica conferencia en Plural 21 el pasado 30 de abril titulada “La consciencia humana antes de nacer“, formando parte del curso “Nuestro Origen. Nuestra Vida” junto a la bióloga María Jesús Blázquez. Esta es la tercera de cuatro partes.
El nacimiento a la vida! pura magia! puro milagro!