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Este es uno de aquellos casos reales rodeados por el misterio más absoluto y que dan pie a todo tipo de teorías de la conspiración y especulaciones.
El general John Rossi, que este verano pasado estaba a tan solo dos días de ocupar el mando del Comando de Defensa Espacial y de Misiles del Ejército de los EEUU, murió por un presunto suicidio.
Rossi, de 55 años, y que llevaba 33 años de servicio, falleció el 31 de julio en su casa en Redstone Arsenal, Alabama. Había servido como general al mando del Army Fires Center of Excellence y de Fort Sill, Oklahoma. Antes de eso, sirvió como director de la Oficina de Revisión de Defensa del Ejército en el Pentágono.
Rossi creció en Long Island, Nueva York. Se graduó de West Point en 1983 y fue comisionado como oficial de artillería de defensa aérea. Durante su tiempo en el ejército, Rossi sirvió en los Estados Unidos, Corea, Alemania, el suroeste de Asia e Irak.
Le han sobrevivido su esposa, Liz, sus tres hijos y un nieto.
Según publicó el USA Today, basándose en el testimonio de un funcionario del gobierno estadounidense: “Parecía que Rossi estaba abrumado por sus responsabilidades”.
Y es precisamente esta declaración la que provoca mayor desconcierto alrededor de este asunto.
Ahora, por lo visto, darle un cargo de importancia dentro del ejército a un general de dos estrellas, que alcanza con ello el máximo nivel en su carrera, es una posible razón para su suicidio.
Sin embargo y como bien indica el analista Jeremiah Johnson en su artículo en STHFplan, lo realmente sospechoso del asunto, es que el general se suicidó el 31 de julio de 2016…y han paso dos meses hasta que el ejército ha informado de que la razón de su muerte fue “un suicidio”.
Durante dos meses, nadie ha dicho nada acerca de las causas de su muerte.
Además, la investigación no reveló ningún factor adicional, como mala conducta o abuso de sustancias, que pudieran haber provocado el suicidio de Rossi, según dijo el funcionario del ejército citado por USA Today.
En el aspecto más personal, cabe destacar que el general acababa de mudarse a su casa militar del Arsenal de Redstone en Alabama, desde donde debía desempeñar su nuevo cargo.
Además, con su nuevo puesto, Rossi habría sido promovido a teniente general, lo que significaba un importante ascenso en su carrera.
Irónicamente, unos meses antes de suicidarse, Rossi había hablado en marzo en una conferencia sobre el suicidio en las fuerzas armadas, diciendo: “Somos responsables en última instancia de los soldados dentro y fuera del servicio”.
Realmente, es un caso sospechoso y como bien apunta Johnson en su artículo, hay elementos realmente inquietantes alrededor de este presunto“suicidio”.
Para empezar, debemos tener en cuenta que de haber llegado a ocupar el cargo (y no haberse suicidado dos días antes), el general Rossi habría estado al tanto de todos los procedimientos y protocolos para defender a los Estados Unidos contra un ataque de ICBM (misiles balísticos intercontinentales) o ante un ataque o evento EMP (un ataque de pulso electromagnético o un pulso electromagnético de origen natual).
De hecho, de haber ocupado su cargo, el general Rossi habría tenido acceso a informaciones directamente procedentes de la Casa Blanca y el Pentágono en sus más altas esferas y habría tenido bajo su mando el control de los misiles nucleares y
de la defensa espacial de EEUU.
Entonces, ¿Cómo se explica que un General de División del Ejército de los Estados Unidos reciba un puesto de mando superior, a sus 55 años y tras 33 años de servicio, alcanzando el punto más alto de su larga carrera profesional como militar, acepte ocupar el cargo, se desplace a su nuevo puesto…y se suicide “abrumado por la responsabilidad”, dos días antes de tomar oficialmente el cargo?
El asunto apesta por los cuatro costados.
Según indica Johnson en su artículo, podríamos estar ante un nuevo ejemplo de purga, de la misma manera que todo el ejército de los Estados Unidos ha sido purgado de cientos de altos oficiales del Estado Mayor, Almirantazgo y Suboficiales…sustituidos estos últimos años por hombres dispuestos a recibir órdenes de Obama.
Tal y como sugiere Johnson, todo apunta a un asesinato: no hay ninguna nota de suicidio, ninguna cobertura de prensa sobre el asunto real, y prácticamente ninguna información procedente de declaraciones de amigos, familiares o compañeros del ejército.
Pero hay otro elemento adicional que le añade una nueva dimensión al asunto: esta muerte se produce poco antes de que Obama firmara su Orden Ejecutiva para “proteger” a EEUU de una posible anomalía espacial que destruya toda la infraestructura eléctrica del país; un presunto evento de clima espacial provocado por una posible llamarada solar…en el momento en el que el sol se encuentra en sus mínimos de actividad de los últimos años y es menos previsible que esa tormenta solar se produzca.
Llegados aquí, es todo tan extraño, que evidentemente, entramos en el campo de las especulaciones más salvajes.
El general Rossi podría haber sido una baja más en esa especie de guerra civil encubierta dentro del establishment norteamericano y en el gobierno profundo, (y en todo el mundo, de hecho), entre facciones de poder que luchan por imponer su modelo de Nuevo Orden Mundial.
Esa lucha se hace patente en las propias elecciones norteamericanas, donde las acciones del FBI, primero encubriendo los crímenes de Clinton y ahora exponiéndolos, demuestran que hay una auténtica guerra entre poderes encubiertos, agencias de información y gubernamentales, el mismo Pentágono y las diferentes facciones políticas dentro de EEUU, todo ello aderezado por influencias externas del resto de potencias.
Y llegados aquí, no es una locura especular con que quizás Rossi cayó víctima de esa guerra civil oculta.
Pero hay otras opciones, mucho más inquietantes. De hecho aterradoras.
Y la opción que más miedo da, es que realmente, el general se haya suicidado.
Por que entonces, eso nos lleva a hacernos la siguiente pregunta: ¿de qué se enteró el general después de aceptar ocupar dicho cargo, que le llevara a suicidarse?
Tal y como especula Jeremiah Johnson en su artículo, si realmente se suicidó, probablemente fue “porque se enteró de algo tan horrible, que no podría vivir con ello y probablemente no podría detenerlo”.
Es decir, una vez supo lo que se le venía encima, prefirió quitarse de enmedio, antes que aceptar la responsabilidad.
Bien, esta es una especulación que nos lleva directamente a escenarios de película apocalíptica y casi preferimos no tomarla en cuenta.
De hecho, siguiendo con este tipo de especulaciones, Jeremiah Johnson sostiene que la próxima guerra será iniciada por un dispositivo EMP (de pulso electromagnético) detonado sobre los Estados Unidos continentales, que derribe la red eléctrica en EEUU, anule sus infraestructuras, lleve a la instauración de una ley marcial y acto seguido, se produzca un intercambio nuclear limitado y luego una guerra convencional.
Y según Johnson, quizás el general no quiso aceptar que tendría que ser una pieza clave dentro de estos planes y se quitó de enmedio (o lo quitaron de enmedio a última hora, al ver que no era “tan receptivo” a obedecer órdenes como inicialmente habían creído).
Sinceramente, creemos que estas especulaciones de Johnson son más que exageradas y rozan la paranoia más absoluta; por lo tanto, no le damos demasiada credibilidad.
Sin embargo, el extraño suicidio de este general, no ayuda precisamente a disipar este tipo de teorías “tan descabelladas”.
Sin más información sobre las causas de su suicidio, afirmar que el general se quitó la vida “abrumado por la responsabilidad”, resulta tan absurdo, que solo invita a leer entre líneas e imaginar escenarios inquietantes.
Así pues, leamos entre líneas.
Si realmente quisieran disfrazar el asesinato dándole la forma de un suicidio, podrían haber buscado cualquier excusa: “tenía una enfermedad terminal”, “estaba deprimido”, “estaba a punto de revelarse algún escándalo se su vida privada”, etc…
Podrían haber inventado cualquier justificación.
Pero cuando sale un funcionario del gobierno y nos dice que “estaba abrumado por la responsabilidad”, nos está dando un mensaje encubierto.
Nos está insinuando que tras su muerte, hay algo muy gordo…una “responsabilidad muy grande” que el general no quiso o no pudo aceptar…
Muy extraño, ¿no?
Fuente: https://www.armytimes.com/articles/army-two-stars-death-ruled-a-suicide
something-big-is-underway-on-all-fronts-within-the-next-few-weeks-the-future-of-the-united-states-will-be-decided
http://www.dailymail.co.uk/news/article-3882584/Army-says-2-star-general-committed-suicide.html
http://www.usatoday.com/story/news/politics/2016/10/28/army-generals-death-ruled-suicide/92880986/
major-general-john-rossi-suicide-death/
Sí, leamos entre líneas.