El símbolo consiste en tres liebres que forman una especie de triangulo dentro del cual los animales se persiguen unos a otros. Además, los mamíferos  tienen solo tres orejas —cada oído es compartido por dos animales—, dando la impresión de una ilusión óptica.

Tal triplicidad, también presente en el famoso trisquel (símbolo geométrico celta), ha aparecido en las paredes de construcciones religiosas, barcos comerciales, armas y pinturas por toda Eurasia desde la antigüedad.

No obstante, el origen del símbolo de las Tres Liebres y su significado inicial son inciertos debido a que está presente en tantos lugares y contextos diferentes desde China hasta las islas Británicas, pasando por Mongolia, Mesopotamia, Egipto y Europa central.

Los ejemplos más antiguos fueron encontrados en las cuevas-templo de Mogao en China, de los siglos 6 y 7. Por lo tanto, algunos expertos creen que el símbolo nació de la cultura y creencias del budismo y se extendió a través de la Ruta de la Seda.

Más tarde el símbolo se encontró en sitios religiosos mongoles, en Irán y en relicarios islámicos que datan del siglo XIV.

Sin embargo, puesto que existen muy pocos registros de su aparición en el Mediterráneo, otros estudiosos consideran que el símbolo podría haber surgido independientemente en Inglaterra y Alemania, países de donde proviene la mayoría de los artículos con el símbolo.

Además, en Europa el motivo está presente en las tracerías y vidrieras de iglesias cristianas. Existe una teoría según la cual el cristianismo adoptó el símbolo porque en los tiempos antiguos las liebres se consideraban hermafroditas, capaces de reproducirse sin la pérdida de virginidad, lo que resultó en una asociación con la Virgen María.