«Otro año, otro récord». 2016 se encamina sin remedio a ser el nuevo año más caluroso y llevar el calentamiento global a 1,2ºC. Así ha resumido este lunes la situación climática el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) Petteri Taalas en la Conferencia del Clima en Marrakech.
Entre enero y septiembre, los termómetros científicos han constatado un aumento de 0,88ºC por encima de la media. El fenómeno de El Niño ha contribuido a calentar la Tierra, según indica la OMM, pero, una vez pasado, las mediciones indican que se está «en la senda para ser el año más cálido. Esto haría que 16 de los 17 récords se hayan batido en el siglo XXI».
“Debido al cambio climático, la frecuencia y consecuencias de fenómenos meteorológicos extremos ha crecido. Olas de calor e inundaciones se han convertido en más habituales. El aumento del nivel del mar ha incrementado la exposición a tormentas y ciclones tropicales», ha comentado Taalas. De hecho, el fenómeno más mortífero en lo que va de 2016 ha sido el huracán Matthew.
Una vez pasado El Niño, el cambio climático ha continuado con su escalada de temperaturas en el presente curso. Los datos recopilados por la organización muestran que en partes de la Rusia ártica las temperaturas han estado entre seis y siete grados por encima de la media. «Estábamos acostumbrados a medir los picos de calor en fracciones de grado. Ahora es diferente».
Indicadores a largo plazo
Más allá de la temperatura global, la OMM ha comprobado también calor excesivo en los océanos –en parte como consecuencia de El Niño–. «Estro contribuye significativamente al blanqueamiento de la Gran Barrera de Coral», explican. Además, el nivel del mar subió significativamente hasta febrero de este año (15 milímetros de manera global). La misma tendencia preocupante ha presentado la capa de hielo ártico, marcando récords para su mínima y máxima extensión así como en la fecha más temprana para el comienzo del deshielo.
Además, las observaciones apuntan a que la concentración de gases de efecto invernadero también se han instalado en la cúspide de la gráfica. El umbral de las 400 partes por millón (ppm) se rebasó en 2015 pero para este año esa marca se ha convertido en habitual. Una estación surafricana marcó una media para todo agosto de 406 ppm. En mayo de 2016 se llegó al registro más alto nunca visto para un mes: 407 ppm. Otra medición en Hawaii situó la concentración semanal en 402 ya rebasado octubre.