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Estos últimos días, el mundo se ha sumergido apasionadamente en las elecciones de EEUU y en los efectos profundos sobre la política, la geopolítica, la sociedad y la economía, que podría tener la victoria de Donald Trump. Miles de medios de comunicación, expertos, analistas, intelectuales y lectores y espectadores de todo el planeta, se han sumergido durante días en discusiones sobre lo que parece ser un hecho tremendamente crucial para el futuro del mundo.
Pero como venimos detectando e insinuando desde hace tiempo en este blog y en su blog hermano de la Gazzetta del Apocalipsis, hay aspectos de nuestra realidad que son mucho menos llamativos, que nos pasan desapercibidos y que muchas veces nos parecen anecdóticos y que, sin embargo, van a tener un efecto infinitamente superior para el devenir del ser humano, que la presidencia de uno u otro candidato en EEUU.
Estamos hablando del desarrollo de las nuevas tecnologías de Inteligencia Artificial y de la robótica.
Algo infinitamente más importante y trascendental que la elección de Trump o las últimas declaraciones del Putin o el Obama de turno, aunque a mucha gente pueda parecerle lo contrario.
A continuación, exponemos un par de noticias que hemos encontrado en medios habituales y que ponen de manifiesto lo que podríamos ver el mundo en un futuro no muy lejano: personas juzgadas en los tribunales, no por un juez o por un jurado, sino por una inteligencia artificial.
EMPIEZA EL DESARROLLO DE “JUECES ROBOT” DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Un nuevo sistema de Inteligencia Artificial, podría ayudar en los tribunales a decidir si las personas son inocentes o culpables.
Investigadores del University College de Londres, la Universidad de Sheffield y la Universidad de Pensilvania, suministraron a su máquina información clave sobre 584 casos relacionados con los artículos 3, 6 y 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y le pidieron que determinara si había una “violación” o una “no violación” de los derechos humanos en cada caso.
La computadora analizó el texto de cada documento usando un algoritmo de aprendizaje y pudo dar el mismo veredicto que sus homólogos humanos en el 79% de los casos.
La esperanza de los impulsores del proyecto, es que la máquina ayudará algún día a los bufetes de abogados a elegir en qué casos de derechos humanos puede ayudar.
El Dr. Nikolaos Aletras, del University College London (UCL), afirma:
“No vemos un futuro en que la Inteligencia Artificial acabe reemplazando a jueces o abogados, pero creemos que les resultaría útil identificar rápidamente patrones en casos que conducen a ciertos resultados.
También podría ser una herramienta valiosa para destacar qué casos tienen mayor probabilidad de representar una violación de la Convención Europea de Derechos Humanos”.
La máquina analizó el lenguaje utilizado en los documentos y unió esa información con hechos relacionados con los casos que le ayudaron a predecir los resultados, según el documento publicado en PeerJ Computer Science.
El autor, el Dr. Vasileios Lampos, también de la UCL, dijo:
“Estudios previos han predicho resultados basados en la naturaleza del crimen o la posición política de cada juez, por lo que esta es la primera vez que los juicios se han pronosticado usando el análisis del texto preparado por el tribunal.
Esperamos que este tipo de herramienta mejore la eficiencia de los tribunales de alto nivel, pero para convertirse en una realidad, tenemos que probarla contra más artículos y datos de casos presentados ante el tribunal”.
http://www.express.co.uk/news/science/724670/AI-artificial-intelligence-judge-law-court
En Sputnik, hemos encontrado otra versión de los mismos desarrollos tecnológicos, esta vez, en Rusia…
JUSTICIA IMPARCIAL: RUSIA DESARROLLA UN ROBOT-JUEZ
Estudiantes de las facultades de Derecho, Matemáticas y Programación de la Universidad Federal de Kazán (Rusia) trabajarán en un proyecto conjunto para desarrollar un algoritmo autónomo capaz de emular con la labor de un juez.
“Quisiera ver un sistema que sea capaz de ofrecer las variantes posibles de los fallos sobre la base de los datos disponibles. De no tener una información suficiente para dictar un veredicto, el programa debe mostrar qué falta exactamente”, explicó Ilshat Gafúrov, rector de la Universidad de Kazán, al plantear la tarea al equipo de investigadores.
Está previsto que este ‘robot-juez’ realice un escrutinio imparcial basándose en el análisis minucioso de la legislación del país y los precedentes judiciales, lo que permitiría reducir significativamente la influencia de los prejuicios, emociones e incluso delitos deliberados, como la corrupción.
“Por supuesto no planeamos transferir la autoridad judicial a manos de las máquinas —el veredicto debe tomarse siempre por una persona—. Sin embargo, es crucial crear tal sistema que facilite llegar a una decisión justa”, resalta el comunicado de la oficina de prensa de la KFU.
Al mismo tiempo, los jóvenes científicos subrayan que tendrán un reto importante, enseñarle al ‘robot-juez’ cómo interpretar las ambigüedades del texto, algo que es un desafío para cualquier sistema de asistencia de este tipo.
El proyecto de un abogado electrónico, llamado Ross, ya fue realizado por IBM a base de su algoritmo Watson.
(hablamos de ello en el artículo UN BUFETE NORTEAMERICANO CONTRATA AL PRIMER ABOGADO ROBOT)
Sin embargo, cualquier otra nación que busque incorporar esta tecnología está destinada a ir por su propio camino. Pues las diferencias, no son sólo en las leyes mismas, sino también en los sistemas enteros de la ley —derecho romano, anglosajón u otro— requieren algoritmos y enfoques muy diferentes.
Así, el volumen de los cambios puede ser igual al desarrollo de un algoritmo propio. Próximamente se formarán por lo menos dos grupos con los jóvenes científicos —uno encabezado por representantes de los expertos jurídicos, mientras que el otro abarcará solo a los matemáticos e informáticos—, según comunica la oficina de prensa de la Universidad.
https://mundo.sputniknews.com/tecnologia/201611041064596025-juez-robotico-universidad-kazan/
Como podemos ver, esta idea se está desarrollando de forma simultánea en varios lugares del mundo, como si esté destinada a formar parte de nuestro futuro, de forma inevitable.
De hecho, nos atrevemos a decir, que todo ello forma parte esencial de lo que será el Nuevo Orden Mundial y la demostración de ello es que las noticias nos muestran que se desarrolla por igual en polos enfrentados en la configuración de ese NOM, como son Reino Unido y Rusia.
En ambas noticias hemos detectado el mismo argumento falsario: “estas máquinas no van a sustituir a los jueces humanos”.
Una afirmación que nos atrevemos a calificar como mentirosa, pues lo lógico es que a medida que estas tecnologías se desarrollen y perfeccionen, las propias personas tiendan a otorgarles el poder de decidir, creyendo que son imparciales e incorruptibles.
Así pues, que nadie se deje engañar: estos jueces-robot, no se están desarrollando para “ayudar a juzgar a los humanos”, si no para sustituirlos en dicha tarea, de la misma manera, que las máquinas de las fábricas no están ahí “para ayudar a los obreros a hacer su trabajo”, sino para sustituirlos.
Sabemos que a mucha gente este tipo de noticias les parecen poco importantes.
Parece como si para muchas personas, las palabras “Robot” o “Inteligencia Artificial” les sonara a película mala de ciencia ficción.
Y se nos hace realmente difícil hacerles comprender lo muy equivocados que están en su postura.
El desarrollo de la Inteligencia Artificial es infinitamente más importante y trascendental que cualquier asunto político, por una razón bien simple: y es que los asuntos políticos tienen influencia sobre la geopolítica, la sociedad o la economía; sin embargo, el desarrollo de la Inteligencia Artificial tendrá un impacto directo sobre nuestra esencia como seres humanos, que lo abarca todo, incluídos los aspectos anteriormente mencionados.
Durante siglos, el mundo ha estado sometido a los avatares cíclicos y repetitivos de la política y la economía y han aparecido miles de líderes que han provocado efectos sobre dichas expresiones de la sociedad humana. Y a todos los hemos superado y el mundo ha continuado repitiendo estructuras parecidas o análogas en los campos de la política, la economía o la sociedad. Sin embargo, el desarrollo tecnológico no se ha repetido nunca de forma cíclica.
Por más que rebusquemos en el pasado, jamás en la historia, se había llegado a dirimir el futuro de la especie en relación a su mismísima esencia, tanto a nivel físico como a nivel mental e incluso espiritual.
Estamos pues, en el momento más crucial de la historia humana, como venimos advirtiendo en la Gazzetta del Apocalipsis y lo que se está poniendo en juego no es lo que haremos o dejaremos de hacer, sino lo que SEREMOS de ahora en adelante.
Los lectores más habituados a las teorías de la conspiración más diversas que inundan las redes, serán sobradamente conocedores de las teorías sobre un Nuevo Orden Mundial y todos ellos sabrán que en estos momentos, se está dirimiendo una lucha entre los partidarios de un Nuevo Orden Unipolar controlado por EEUU y un Nuevo Orden Multipolar, defendido por opositores como China o Rusia.
Sin embargo, esos mismos lectores han olvidado o quizás no han sabido detectar, que la auténtica clave del Nuevo Orden Mundial, no radica en cómo se organizará el tinglado, sino en qué se convertirá la especie humana y en qué efecto tendrá esa transformación sobre la conciencia de los individuos.
Es posible que todos nos hayamos distraído con el ruido incesante de las noticias políticas y los constantes altibajos económicos y sociales, y nos hayamos olvidado de lo realmente esencial.
Claro, es mucho más fácil hablar de la última payasada que hay dicho un político, o de algo que pueda plasmarse con un titular, que discutir sobre temas profundos y realmente difíciles de abordar, que además, no tienen un desarrollo inmediato que podamos ver en pocas horas o días, sino que forman parte de un proceso largo que llevará años o décadas.
Pero que nadie se engañe: la política, la economía, e incluso la guerra, son los menores de nuestros problemas. Trump, Obama, Putin o hasta el más destacado de los elitistas, pasarán, morirán y desaparecerán.
Pero la esencia del problema en el que estamos entrando como especie, habrá seguido creciendo y habrá tomado posesión de nuestras vidas, sin que nos demos cuenta.
Desgraciadamente, la mayoría de la gente y quizás muchos de nuestros lectores, tienden a pensar que el desarrollo tecnológico es algo natural y nos tildarán de alarmistas, aduciendo que la especie ya ha experimentado muchos avances tecnológicos y hemos seguido avanzando.
Esta gente, comete el error habitual de extrapolar los efectos de experiencias pasadas a los posibles efectos futuros de nuestros desarrollos tecnológicos, algo absurdo, pues jamás el ser humano había estado en un escenario en el que se pusiera en juego la esencia de su propia mente, por poner un ejemplo.
Reflexionamos sobre ello en un artículo de hace unos meses en Gazzetta: EL GRAN ENGAÑO DEL PROGRESO
Esa misma gente, comete un error fundamental: considerar las futuras máquinas e inteligencias artificiales como algo externo a nosotros, algo ajeno a nuestra naturaleza humana, algo así como la extrapolación de un electrodoméstico muy avanzado; cuando en realidad estamos hablando de la creación de nuevos entes cuya naturaleza o definición como ser vivo o como máquina, será difícil de dirimir y cuya capacidad de procesamiento nos superará en mucho. Y todo ello, conllevará, de forma natural, que seremos absorbidos por ellos, que nos integraremos a esas invenciones creadas por nosotros y dejaremos de ser humanos tal y como lo somos ahora. Seremos otra cosa.
Resulta curioso como los grandes defensores de las viejas esencias, aquellos que tan encarnizadamente luchan por conservar las identidades nacionales, culturales y religiosas e impedir que se diluyan en la globalización, pasan por alto algo muchísimo más trascendental, como es la conservación de la esencia del ser humano, que es lo que realmente se está dirimiendo aquí.
Si quieren que se lo pongan fácil y que alguien les resuma el enunciado del problema, para que lo puedan leer en forma de titular, lo intentaremos.
El asunto clave y auténticamente importante sobre el que deberíamos pensar todos, se podría resumir en algunas preguntas:
¿Queremos seguir conservando lo que somos como seres humanos o permitiremos que nos conviertan en una mezcla de máquina y persona, tanto a nivel físico como a nivel mental?
¿Queremos gobernarnos a nosotros mismos, con todas nuestras imperfecciones, contradicciones y paradojas, o preferimos que nos dominen, juzguen o gobiernen instrumentos tecnológicos creados por nosotros mismos?
¿Queremos ser individuos luchando por conservar su identidad diferenciada en una sociedad humana, o permitiremos que nuestras identidades individuales se diluyan para formar parte de una mente de colmena?
De esto se trata. Es tan simple como esto. Y tan trascendental.
Así pues, ni que sea por unas horas, olvidémonos de Trumps, de Putins, de Obamas o de los lidercillos mortales de turno que nos torturan día a día y hagamos el ejercicio mental de mirar 100 años hacia el futuro, e imaginemos lo que queremos que sea la especie humana para entonces…porque lo que vaya a suceder dentro de un siglo dependerá en gran medida de lo que decidamos nosotros, aquí y ahora, en este momento tan crucial para la evolución humana.