Desde mediados de septiembre, al menos seis personas han sido ‘ajusticiadas’ por la muchedumbre, tras ser acusadas de beber sangre humana como parte de rituales mágicos, informa la agencia AFP. Sin embargo, la Policía indica que se trata de acusaciones infundadas y que no se ha denunciado ni un solo caso real de vampirismo.

El último incidente ocurrió a principios de este octubre, cuando dos hombres se dirigían para rezar al pie de una montaña. Al atravesar una aldea, los viajeros fueron interceptados por una turba violenta, que los acusó de chupasangres y los asesinó a los golpes.

Reportes perturbadores

Mientras participaba en la 72.ª Asamblea General de la ONU, el presidente malauí, Peter Mutharika, recibió reportes extremadamente «angustiantes y atroces» sobre incidentes de consumo de sangre humana en algunas partes del país, declaró la oficina presidencial del país africano, citada por el diario digital The Malawi Voice.

Asimismo, el mandatario recibió «reportes muy perturbadores decasos de linchamiento» de personas sospechadas de realizar supuestos ritos sangrientos, agrega la oficina de Mutharika.

Pobreza y supersticiones

Las creencias relacionadas con la brujería y vampiros siguen muy arraigadas y aterrorizan a muchos habitantes de Malaui, uno de los países más pobres del mundo. Ya en 2002 hubo una serie de hechos violentos similares, provocada por el miedo a los supuestos bebedores de sangre humana.

El Departamento de Seguridad de las Naciones Unidas (UNDSS) ha recomendado suspender las actividades del organismo en el área hasta que no se normalice la situación.

Al parecer, los rumores sobre los brujos chupasangres se originaron en el vecino Mozambique y luego se propagaron por distintos distritos de Malaui, detalla el reporte del UNDSS.

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