Pekín se ha embarcado en el primer proyecto en Panamá después del establecimiento de relaciones diplomáticas con ese país. China Harbour Engineering Company Ltd (CHEC) ha comenzado la construcción de un puerto para recibir cruceros.
Los analistas rusos y chinos entrevistados por Sputnik consideran que el proyecto es un importante paso político dado por Pekín en el contexto de la creciente influencia de China en América Latina y la intensificación del conflicto entre Panamá y Estados Unidos.
El proyecto también afirma el principio de ‘una sola China’ y el desarrollo de las relaciones entre China y Panamá, comentó a Sputnik el director del Centro para el Estudio de la Globalización y Modernización de China, Wang Zhiming.
«Las relaciones entre China y Panamá tienen una larga historia, con fuertes raíces. El problema taiwanés no le permitió durante mucho tiempo a Panamá aprovecharse de los beneficios que le prometían sus lazos con el continente, pero ahora ya no existe ese impedimento», afirmó el analista, en referencia a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Panamá y Taiwán a favor del principio de ‘una sola China’.
El canal de Panamá es utilizado activamente por los buques chinos, por lo que ahora su papel en el desarrollo de las relaciones entre los dos países aumentará, señaló Wang. Panamá, por su parte, podrá participar en el proyecto de la Gran Ruta de Seda. La cooperación entre China y Panamá tiene perspectivas muy amplias, aseguró.
Hace unos años, cuando la reconstrucción del canal de Panamá estaba en plena marcha, unas compañías chinas intentaron involucrarse activamente en este proyecto, pero Estados Unidos no lo permitió.
Ahora, las empresas chinas están recuperando gradualmente las posiciones que EEUU no le permitió ocupar durante mucho tiempo, destacó el experto. La actividad del CHEC es solo el primer ejemplo de esta actividad. En Panamá se crea un nuevo precedente: Washington ya no puede ignorar el fortalecimiento del papel de China en el mundo y la posición del capital chino en América Latina.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, señaló que el establecimiento de relaciones diplomáticas con China abrió la puerta a la cooperación con empresas chinas: «Los pasos diplomáticos que hemos tomado brindan beneficios muy concretos al pueblo de Panamá gracias a los proyectos en los que las empresas chinas participan con altos rendimientos». El presidente subrayó que su próximo viaje al extranjero sería a China.
De acuerdo con el especialista del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia Rusa de Ciencias, Alexandr Jarlámenko, es muy natural que Panamá eligiera a China como socio.
«No hay otro Estado que asegure la cobertura geopolítica que al menos parcialmente compense la presión de Estados Unidos sobre Panamá. Incluso Omar Torrijos, quien fuera líder de Panamá entre 1968 y 1981, no pudo establecer relaciones diplomáticas con la Unión Soviética ya que Washington no lo permitía, aunque las relaciones diplomáticas no son ni siquiera un tratado de amistad y cooperación», explicó Jarlámenko a Sputnik.
El analista sostuvo que por la misma razón Panamá mantuvo vínculos oficiales con Taiwán durante tanto tiempo: Estados Unidos simplemente le prohibía mantener relaciones con China, así como antes lo había hecho con la URSS.
El hecho de que Panamá haya ignorado esta prohibición atestigua, por una parte, la creciente autoridad de China en el mundo, y por otra parte, su fortalecimiento luego de la reconstrucción del canal de Panamá, y el ascenso general de América Latina en el mundo en los últimos 15 años. Además, su conflicto con EEUU ha ido ya lo suficientemente lejos y no tiene nada que perder con el actual Gobierno de Washington.
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