Se puede vivir una larga vida con sobrepeso bebiendo alcohol y fumando, así lo afirma un grupo de científicos tras estudiar a una comunidad de ancianos en Italia. Por primera vez se demostró que la longevidad no solo se debe a la salud física.
El grupo de científicos compuesto por investigadores de EEUU, Italia y Suiza se centró en estudiar el comportamiento de la población anciana de la región de Cilento, en el sur de Italia. A pesar de su gusto por el vino, los cigarrillos y la comida chatarra, así como su falta de ejercicios físicos, los habitantes de esta región sobrepasan con facilidad la marca de los 90 años.
La esperanza de vida promedio para las mujeres en Cilento es de 92 años y para los hombres de 85. Esto es casi 10 años más que en otras regiones del país.
Los 29 participantes del estudio (19 mujeres y 10 hombres) en edades comprendidas entre los 90 y los 101 años de edad y provenientes de nueve aldeas diferentes demostraron obstinación, apego a la tierra y a la familia, una fe inquebrantable y una actitud positiva hacia la vida.
«Esta excepcional longevidad se caracteriza por un equilibrio entre la aceptación y una determinación de superar las dificultades, junto con una actitud positiva y lazos cercanos con la familia, la religión y la tierra, proporcionando un propósito en la vida», escriben los investigadores del estudio, publicado por International Psychogeriatrics.
La singularidad de la investigación reside en que, por primera vez, la longevidad se analiza no desde el punto de vista médico o genético, sino desde el punto de vista de la psicología.
Los resultados de este estudio se hacen eco de investigaciones previas que demuestranque muchas personas ancianas tienen mayores niveles de bienestar mental que personas más jóvenes, a pesar de tener un peor estado de salud física.
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