La Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) anunció la convocatoria de una jornada de huelga para el próximo 1 de diciembre contra el restrictivo presupuesto estatal para 2012, planeado por el nuevo gobierno.
Se trata de la primera movilización importante contra el flamante ejecutivo de coalición, convocada por GSEE, el principal sindicato del país que agrupa a 2,5 millones de trabajadores.
Es muy probable que se sume la Coordinadora Sindical de Empleados Públicos en representación de medio millón de funcionarios, según adelantaron los gremios.
Los sindicatos se quejan del nuevo plan presupuestario que profundizará los impopulares recortes sociales, explicó Stathis Anestis, portavoz de GSEE.
La aprobación parlamentaria de este plan está prevista para el 7 de diciembre y, entre otras medidas, incluye la subida de impuestos y nuevos recortes en servicios sociales con el objetivo de reducir el déficit público tal y como exige la Eurozona y las entidades financieras internacionales en el plan de rescate.
El economista Leonidas Vatikiotis expuso que ese incremento impositivo recaerá únicamente en los ciudadanos y no en las empresas, pues mientras los primeros pagarán 29 por ciento más respecto a 2011, las segundas verán reducido en un 22 por ciento su participación en los ingresos públicos.
Vatikiotis recordó que por segundo año consecutivo se le rebajaba al sector privado los gravámenes sobre el beneficio empresarial, y que en 2011 esta reducción había sido de 13 por ciento.
El economista llamó la atención sobre el hecho de que mientras los recortes afectaban al gasto social se aumentará en más de 16 por ciento el presupuesto de la participación griega en la OTAN, y en 67 los programas de adquisiciones de material bélico.
Los presupuestos fueron presentados la semana pasada por el actual gobierno interino de coalición, presidido desde principios de este mes por el que fuera vicepresidente del Banco Central Europeo, Lucas Papademos.