Las diferencias entre los países más ricos del mundo y los más pobres no se miden solo en términos económicos. La estatura media varía considerablemente entre unas regiones y otras, lo que ha llevado a los científicos a señalar desde hace años que la altura de una persona no solo depende de su ADN. Por ejemplo, entre los factores ambientales que determinan esta característica física se encuentran, lógicamente, la nutrición y las enfermedades que tenga una persona desde su infancia.
Uno de los datos más curiosos a la hora de analizar la estatura en distintas zonas del mundo es la diferencia que existe en la altura media de los hombres. Según la información recopilada por Our World in Data, en el año 1980 los varones en Dinamarca presentaban una estatura media de 1,83 metros, mucho mayor que en Guatemala y Vietnam, cuyos ciudadanos no sobrepasaban los 1,6 metros de media. Un estudio publicado recientemente en Scientific Reports destacaba la variabilidad de la altura media en hombres de distintos países del mundo, que estaría correlacionada con el producto interior bruto de cada región.
Así, la estatura media entre las zonas más y menos desarrolladas no solo sería bastante desigual, sino que, además, la diferencia de altura entre las personas de los países ricos y pobres ha aumentado 1,5 centímetros en los últimos treinta años. El trabajo publicado en Scientific Reports ha explorado la relación entre el PIB y la distinta altura media de los hombres observada en varias regiones del mundo. Según el equipo liderado por científicos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales de Barcelona, la diferente alimentación que reciben los individuos de unas zonas y otras puede explicar el incremento de la estatura media en países ricos y el frenazo, ligero aumento e incluso disminución detectados en las regiones más desfavorecidas.
La influencia de la dieta
Los investigadores del CREAF han analizado la relación que existe entre la estatura media en los diferentes países y el consumo de kilos per cápita de nitrógeno y fósforo. Ambos son minerales importantes para mantener un buen estado de salud, como recuerda la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Por un lado, el fósforo es un elemento importante en el esqueleto y participa en funciones clave como el estímulo nervioso, la actividad muscular, el trabajo de muchas enzimas y hormonas o el transporte de oxígeno. El nitrógeno, por otro lado, es esencial en la síntesis de las bases nitrogenadas de los ácidos nucleicos y de los aminoácidos que forman parte de las proteínas.
Según sus resultados, la ingesta de kilos per cápitade nitrógeno y fósforo es un factor más importante que otros parámetros que podrían parecer a priorimás relevantes, como por ejemplo la cantidad de calorías diarias. El trabajo del CREAF muestra que la dieta de los países ricos favorece un mayor consumo de nitrógeno y fósforo, con una cuantía de 19,5 y 2,17 kilogramos de cada elemento, respectivamente. Por el contrario, los hombres que viven en regiones más pobres reciben 9,66 kilogramos de nitrógeno y 1,35 kilogramos de fósforo. El incremento en la diferencia de estatura media entre las distintas zonas se correlaciona además con el aumento del consumo de nitrógeno observado en los países con un mayor PIB en el período 1961-2009: mientras en los países más ricos la subida fue del 12%, en los desfavorecidos fue del 7%. Por el contrario, la diferencia fue solo del 1% en el caso del fósforo.
Las personas que viven en regiones más desarrolladas cuentan con una dieta más variada, que incluye un mayor consumo de productos de origen animal que de origen vegetal. Aunque es recomendable tomar más vegetales que animales, según recuerdan especialistas en Nutrición como Julio Basulto y Juanjo Cáceres, los científicos del CREAF puntualizan que los alimentos vegetales que se ingieren en las zonas más ricas también son de mayor calidad y cuentan con una mayor cantidad de estos nutrientes. La alimentación, según sus conclusiones, explica que los hombres que viven en los países con mayor PIB reciban casi el doble de kilos de nitrógeno y fósforo anualmente, en comparación con la ingesta que realizan aquellos que residen en las regiones más desfavorecidas.
«La altura no es una característica neutral. La ciencia ha demostrado que está relacionada directamente con la salud y la esperanza de vida. Por lo tanto, si queremos eliminar las diferencias entre los países ricos y pobres en cuanto a la altura pero también en cuanto a la salud, se tienen que tener en cuenta las cantidades de nitrógeno y fósforo que reciben las personas a través de la alimentación y se deben proponer cambios profundos del modelo agrícola y de la proporción entre los productos de consumo de origen animal y los de origen vegetal a escala planetaria», defiende Jordi Sardans, investigador principal del estudio y miembro de la Unidad de Ecología Global del CREAF.
Su trabajo establece, no obstante, una correlación, pero no ha determinado de momento una relación de causalidad con la diferencia de estatura media observada. A la luz de la evidencia científica actual, sabemos que la alimentación es un factor clave en la altura que puede alcanzar una persona. Por ejemplo, un trabajo publicado en la revista Economics & Human Biology mostró que la estatura de los hombres en países en desarrollo se asociaba con la cantidad de proteínas ingeridas, mientras que la altura de los individuos en regiones desarrolladas se relacionaba con la calidad proteica. Otros parámetros importantes que influyen en la estatura de un ser humano son la igualdad social y la inversión en sanidad, como recogía otra publicación en la misma revista.
El papel de la genética
La correlación que existe entre la estatura media y los ingresos económicos de cada región no se observa a la hora de analizar únicamente los países más desfavorecidos. Cuando se realizan este tipo de estudios eliminando los datos de las zonas más ricas, sorprende la gran estatura de la población africana en comparación con otras regiones. Algunos investigadores, como el premio Nobel Angus Deaton, han defendido que la mortalidad infantil y las diferencias alimentarias podrían explicar esta paradoja. Otros científicos, sin embargo, sostienen que la distinta altura media de los africanos podría deberse únicamente a factores genéticos. Aunque aún no se ha resuelto este debate, lo cierto es que la genética también juega un papel clave en la estatura que podemos alcanzar a lo largo de la vida.
Un estudio publicado en el año 2014 en la revista Nature encontró casi 700 variantes en el ADN que influían en la altura de una persona. Los investigadores analizaron el genoma de más de 250.000 personas y detectaron un grupo finito y amplio de cambios genéticos relacionados con la estatura. Esta característica física es de tipo cuantitativo, a diferencia de otros rasgos como el color de pelo y de ojos, y su variabilidad podría deberse en un 60-80% a variantes en el ADN, según recogía Scientific American. Así es posible conocer la heredabilidad, es decir, la proporción de la variación que observamos para un carácter determinado y que es atribuible a diferencias genéticas. Otro estudio más reciente, difundido el año pasado en Nature, identificó casi un centenar de variantes menos frecuentes que también podrían influir en la altura.
Explorar qué papel juega el ADN en la estatura que pueda alcanzar una persona no solo nos permite comprender mejor por qué en unas regiones los individuos pueden ser más altos que en otras zonas del mundo. Aunque los factores genéticos no sean los únicos parámetros importantes, como mostraban los resultados del CREAF, lo cierto es que este tipo de estudios pueden ser útiles en medicina. En ese sentido, investigadores holandeses y suecos publicaron tiempo atrás un artículo donde intentaban predecir la altura de una persona a través de las variantes del ADN. Sus resultados pueden ser interesantes en campos como la pediatría o las ciencias forenses, donde podríamos en un futuro aplicar este tipo de aproximaciones para detectar antes trastornos en el crecimiento de los niños o en la identificación de ciertos rasgos físicos de individuos a partir de su ADN.
https://hipertextual.com/2018/01/estatura-hombres-paises-ricos-mas-altos-dieta