Durante cuatro años rodaron este documental, para que todos podamos conocer la mejor granja del mundo, y con un poco de suerte, conseguir que algo tan inusual se convierta en lo normal.
La granja se llama Polyface y está en Virginia, Estados Unidos. En 1961, Lucille y Bill Salatin la compraron no porque fuera la granja mejor cuidada y más fértil del pueblo, sino porque era barata. Tras siglos de abusos con el cultivo indiscriminado de cereal, que extrajo toda la fertilidad acumulada durante milenios por los rebaños salvajes de búfalos, esta tierra se había convertido en el “sobaco del pueblo”.
Y Bill y Lucille se habían arruinado después de quedarse sin su granja en Venezuela, así que necesitaban una tierra barata.
Durante 20 años, Bill y Lucille mantuvieron la granja gracias a sus trabajos en la ciudad, mientras uno de sus hijos, Joel Salatin, se enamoraba de sus verdes praderas y del trino de los pájaros. Joel quería ser granjero.
En 1982, y en contra del consejo de la mayoría de sus amigos y familiares, este brillante estudiante apasionado por la dialéctica decidió dejar su trabajo en el periódico local y trabajar en la granja a tiempo completo.
Desde entonces, a base de trabajo, inventiva y convicción, Joel y su familia han convertido este lugar en un icono de la producción sostenible de alimentos. Sin plantar una sola semilla, sin utilizar un solo paquete de fertilizantes químicos ni pesticidas, y sin arado, el sobaco del pueblo se ha convertido en un negocio próspero que alimenta a miles de familias, al mismo tiempo que regenera la capa fértil del suelo incorporando carbono atmosférico y reteniendo agua.
Todo gracias a una coreografía singular que los Salatin han aprendido a orquestar con sus vacas, pollos, gallinas, conejos y cerdos, que se mueven de parcela de pasto a parcela de pasto, perturbando la tierra lo justo para dejarla después descansar el tiempo suficiente como para que las plantas se recuperen y la tierra pueda absorber el impacto animal.
Y el mensaje de los Salatin no se queda ahí. Más allá de qué métodos de producción se utilicen en una granja, lo que más importa son las personas. Sin ellas, y sin un relevo suficiente de nuevas generaciones, todos nosotros nos encontraremos ante una dura situación: ¿quién nos dará de comer?
Ha llegado el momento de que se inviertan los papeles, de que los más brillantes dejen de abandonar el campo para vivir en la gran ciudad de sus trabajos corporativos. En un modelo como el de Polyface, los jóvenes más capaces pueden dar rienda suelta a su inventiva y construir un negocio rentable que satisfaga plenamente su capacidad intelectual.
Joel Salatin es un personaje mediático que participa de forma regular en eventos en defensa de una agricultura y ganadería respetuosas con el medio ambiente. Ha escrito diez libros donde muestra cómo llevar sus métodos a la práctica, así como ensayos de opinión como el libro Folks This Ain’t Normal, cuya publicación en castellano por la editorial Diente de León está prevista para 2017.
Si la historia de los Salatin se merece un documental, la de la familia que lo ha hecho posible no se queda atrás. Polyface ha sido creada por el permacultor australiano Darren Doherty y su familia, que invirtieron los ahorros de toda su vida en la producción de esta película.