A partir del 1 de diciembre las nuevas tropas de defensa aéreo-espaciales pasarán a formar parte de las Fuerzas Armadas de Rusia. Su objetivo será proteger el territorio del país de posibles incursiones por aire o desde el espacio, según ha detallado el Ministerio ruso de Defensa. Dentro de una semana las nuevas tropas ya estarán en estado de guardia, junto con las fuerzas convencionales de defensa aérea.
Entre otros tipos de armamento, tendrán a su disposición sistemas de misiles de ataque tipo Iskander. La primera región que lo pondrá en funcionamiento será Kaliningrado, el territorio ruso más occidental enclavado entre Lituania y Polonia (ambos estados miembros de la OTAN). Se trata de una de las medidas con la que Rusia quiere responder al despliegue del sistema antimisiles estadounidense en Europa (DAM), según anunció en su mensaje televisado del miércoles el presidente ruso, Dmitri Medvédev.
Desarrollado por el Buró de Diseño de Maquinaria con sede en la ciudad de Kolomna (a 80 kilómetros de Moscú), el sistema de misiles táctico-operativos ‘Iskander-M’, que tienen un alcance de entre 50 y 500 kilómetros, consta de un elemento principal: el misil mono-etapa 9M723K1, controlado durante todo su recorrido, y la ojiva que porta de forma inseparable. El otro misil que puede lanzar el sistema es el moderno misil de crucero R-500, invisible para radares enemigos, habilidad que ya fue probada exitosamente durante sus ensayos en el polígono de Kapustin Yar, en 2007.
El misil no describe una trayectoria puramente balística, ya que en la etapa final puede realizar giros bruscos y lanzar señuelos. A diferencia de su versión exportable, llamada Iskander-E (con varias limitaciones impuestas por los acuerdos inernacionales), el Iskander-M está considerado un misil muy preciso, con un margen de error de muy pocos metros. Además, posee un alto grado de precisión y capacidad para superar las defensas antimisiles, constituyendo una seria alternativa a los aviones de ataque, incapaces de operar con seguridad en espacios aéreos altamente protegidos.
El sistema está integrado por el puesto de procesamiento de información, el vehículo de mando, vehículos de transporte-cargamento, logística, mantenimiento y una rampa de lanzamiento. Al tratarse de un sistema de misiles tierra-tierra, la misión del ‘Iskander’ consiste en asestar golpes contra posiciones de misiles, lanzamisiles múltiples, posiciones de artillería de largo alcance, aviación en pistas y angares, puestos de mando y nudos de transmisiones, bases y arsenales militares o importantes objetivos industriales. El peso de lanzamiento de un 9M723K1 (los datos de R-500 no se conocen) es de 3.800 kilos, con una masa de carga útil no nuclear (cabezas con municiones de racimo, fragmentarias, incendiarias, perforadoras, autoguiados, rompedores, etc.) de 480 kilos. El sistema de guiado es autónomo, inercial, y está integrado en la cabeza de guiado óptica.
La primera demostración de ‘Iskander-E’ (la versión del sistema destinada a su exportación) tuvo lugar en el salón aeroespacial MAKS-1999. La ventaja principal de su sistema de control es el potente ordenador incorporado que puede recibir órdenes en tiempo real desde el vehículo de puesto de mando, mientras que este último está a su vez capacitado para recibir información de distintas fuentes, bien de personas o de medios radiotécnicos como satélites, del prototipo ruso de AWAKS, del avión A-50 o de aparatos aéreos no pilotados.
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