Los vikingos tienen fama de haber sido destacados marinos capaces de navegar intrépidamente abriéndose camino a través de océanos desconocidos para invadir comunidades desprevenidas a lo largo de las costas europeas del mar del Norte y el océano Atlántico. Un conocido antiguo mito nórdico describe una gema mágica que podía revelar la posición del sol cuando se ocultaba tras las nubes o incluso después del atardecer. Un nuevo estudio demuestra que la piedra del sol era real, y además muy precisa.
Varios relatos de las antiguas sagas nórdicas hablan de una sólarsteinn o “piedra del sol” utilizada por los vikingos para determinar la posición del sol después del atardecer. Durante años se creyó que esto era poco más que una leyenda. Pero en el año 2010 se encontró un cristal único en los restos del naufragio de un barco isabelino hundido frente a las costas de las islas del Canal. Después de tres años de estudio intensivo, los científicos anunciaron que un cristal de Calcitapodía de hecho servir de ayuda para la navegación.
Según los investigadores, el principio de las piedras del sol se basa en su característica inusual de crear una doble refracción de la luz solar, incluso cuando ésta se encuentra oculta por las nubes o la niebla. Girando el cristal frente al ojo humano hasta que la oscuridad de las dos sombras es la misma, puede determinarse la posición del sol con una exactitud sorprendente.
Los vikingos eran famosos por ser expertos navegantes. ‘Leiv Eiriksson descubre América’, óleo de Christian Krohg, 1893 ( Dominio público )
Un nuevo estudio demuestra la sorprendente precisión de las ‘piedras del sol’
Phys.org informa sobre un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría en el que se realizaron simulaciones informáticas de 1.000 viajes entre Noruega y Groenlandia con nubosidad variable para determinar hasta qué punto eran precisas las piedras del sol para la navegación.
“Después de la introducción de los datos que describen dichos viajes, los investigadores ejecutaron las simulaciones repetidas veces en el transcurso de dos días virtuales específicos, el equinoccio de primavera y el solsticio de verano. Ejecutaron los ensayos para diferentes tipos de cristales y con diferentes intervalos entre las comprobaciones con la piedra del sol,” informaba Phys.org.
Los resultados del estudio revelaron que utilizando un cristal de cordierita como mínimo cada tres horas la precisión oscilaba entre el 92,2% y el 100%.
“Esto explica por qué los vikingos fueron capaces de dominar el océano Atlántico durante 300 años y llegar a Norteamérica sin una brújula magnética,” escribían los autores del estudio en un artículo publicado por la Royal Society Open Science .
Las piedras del sol eran utilizadas junto con una brújula solar
Los investigadores creen que los vikingos combinaban el poder de la piedra solar con una brújula solar para gobernar sus barcos cuando caía la noche.
Fragmento de madera descubierto en Uunartoq, Groenlandia, en 1948. Se cree que era una brújula solar (similar a un reloj de sol) utilizada para determinar el rumbo durante la navegaación. Crédito de la imagen: Soren Thirslund.
Parte de una brújula solar vikinga fue descubierta en 1948 en un fiordo de Uunartoq, Groenlandia, donde se asentaron agricultores nórdicos en el siglo X. Originalmente se creía que era un adorno doméstico, pero los investigadores descubrieron más tarde que las líneas grabadas a lo largo su borde habrían sido utilizadas para la navegación.
“El equipo descubrió que todos los días al mediodía, cuando el sol está más alto en el cielo, un estilete en el centro de la brújula habría arrojado sombra entre dos líneas de la placa,” informaba Live Science en el 2013. “Los antiguos navegantes podrían haber medido la longitud de esa sombra de mediodía usando una escala de líneas en la placa para determinar a continuación la latitud.”
Una escena de la serie del canal Historia (2013) Vikingos nos muestra cómo se utilizaba la brújula solar.
Imagen de portada: Cristal de Calcita descubierto en un barco isabelino. Este cristal habría ayudado a los vikingos a orientarse en sus travesías. Crédito: Museo de Historia Natural de Londres.
Autor: April Holloway
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.