Open Society Foundations, la organización del multimillonario George Soros para financiar «movimientos filantrópicos» de carácter internacional, lleva años sufragando la actividad de organizaciones impulsoras del independentismo catalán, según datos aportados en un informe que el senador del Partido Popular Pedro Agramunt presentará este martes en París para defenderse del presentado contra él en el Consejo de Europa sobre supuestas prácticas corruptas.
El magnate de origen húngaro, por ejemplo, aportó 24.990 euros en 2015 y otros 52.968 euros en 2016 a las cuentas del Instituto de los Derechos Humanos de Cataluña, cuyo presidente, el profesor universitario David Bondia, organizó un evento de apoyo al independentismo en la sede de la ONU en Ginebra con la presencia de Carles Puigdemont el pasado 19 de marzo. Además, Open Society ha aportado 2,8 millones de euros (600.000 euros anuales entre 2012 y 2015 y otros 400.000 euros en 2016) a Independent Diplomat Inc, un lobby internacional con sede en Nueva York al que Artur Mas recurrió siendo presidente de la Generalitat de Cataluña para sostener el llamado Consejo de la Diplomacia catalán (Diplocat).
Independent Diplomat no sólo ha participado en la expansión internacional del indepenentismo catalán. También apoya procesos de autodeterminación como el de Sáhara Occidental, la rebelión siria o el separatismo en Kosovo. Una investigación realizada por el senador Agramunt para defender su honor frente a las acusaciones enlaza directamente la estructura aparentemente filantrópica de Soros con los informes que sirvieron para construir la denuncia contra él, le obligaron a dejar la presidencia de la Asamblea del Consejo de Europa y ahora amenazan con arruinar su carrera política.
Una investigación encargada por el Consejo de Europa concluyó que Agramunt pudo haber formado parte de una estrategia política para condicionar las posiciones políticas del citado organismo respecto a los derechos humanos y las libertades en distintos países. El caso estalló cuando, siendo Agramunt presidente de la Asamblea del Consejo, se conoció su reunión privada en Damasco con el líder sirio Bashar Asad, encuentro realizado sin autorización del Consejo. El informe, de unas 200 páginas, detalla cómo el gobierno de Azarbaiyán ha gastado en los últimos años 30 millones de euros en campañas internas para limpiar su imagen y parte de ese dinero podría haber financiado el ascenso a la presidencia del Consejo de Europa de Agramunt.
El senador, que admite haber opinado en ocasiones como un «verso suelto» niega tajantemente haber recibido dinero azarbayano porque «no hubo ninguna campaña que hacer dado que no había ningún otro contrincante y fui elegido por aclamación». Como parte de la investigación contra Agramunt, una organización llamada Freedom Files ligó el ascenso de político español con sus simpatías y gestos para suavizar las opiniones del Consejo de Europa hacia Azerbaiyán. Además, se citan continuos viajes como «observador» en los que se habrían entregadorelojes de lujo y regalado estancias en hoteles, bandejas de caviar y billetes de 500 euros. Se decía, incluso, que Agramunt fue sorprendido con un sobre que contenía 15.000 euros en efectivo -él asegura que sólo eran 1.500 euros para sus viajes- y que había sido visto con prostitutas -algo que rotundamente niega. Las sospechas también salpicaron a Agustín Conde, ex eurodiputado y número dos del Ministerio de Defensa con la ministra Dolores de Cospedal.
La sospecha, ahora constatada
Para defenderse de las acusaciones, Pedro Agramunt sostiene que organizaciones como el ESI (European Stability Inciative) y otras ONG financiadas por Soros están detrás de lo que él califica de «campaña de difamación». Ahora ha dado un paso más y afirma, con datos, cifras y nombres, que el informe de la comisión de investigación contra él «se basó en reproducir tres informes incriminatorios redactados por terceras partes desde el año 2013 y previamente ya recogidos en algunos medios de comunicación. La investigación, sostiene, «no superaría un primer curso de Derecho en cualquier estado democrático».
Agramunt centra el tiro concretamente en los informes de ESI y de Freedom Files. La primera organización está presidida por Gerald Knaus quien, a juicio de Agramunt, «mintió a la comisión» al asegurar que ESI es una «entidad sin ánimo de lucro», cuando se trata de un lobby que invierte entre 300.000 y 400.000 euros al año en actividades de presión política. Knaus admitió que ESI había recibido 39.000 euros de la Foundation to Promote Open Society de George Soros para «algún trabajo» sobre Albania. La realidad, según documenta Agramunt, es que ha recibido 300.000 euros cada año entre 2013 y 2016 para actividades como «aumentar la eficacia del Consejo de Europa sobre la cuestión de los presos políticos» en el año en que se discutió un informe que podría considerar presos políticos a los activistas de ETA o a los promotores de la independencia de Cataluña. Agramunt se opuso frontalmente.
Según el senador, esto probaría que el lobby de la ESI «ha pretendido influir, distorsionar, manipular y dirigir la actividad de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa con una agenda política clara y definida desde la Foundation to Promote Open Society de George Soros«. Agramunt considera escandaloso que la comisión de investigación no preguntara a la ESI sobre la procedencia de sus fondos.
La investigación encargada por Agramunt también relaciona al presidente del lobby ESI, Geradl Naus, con el director de Independent Diplomat, Nicholas Whyte. Ambos, han participado en foros, comunicaciones y conferencias conjuntas. Los dos, sostiene el senador, «defienden una agenda política clara contra los representantes políticos del PP a través de falsedades que buscan erosionar su reputación internacionalmente». Su informe recoge un comentario en Twitter de Nicholas Whyte contra Mariano Rajoy en el que momento en que se aprobó la vigencia del artículo 155 de la Constitución y suspendió el autogobierno en Cataluña.
Respecto a los dos activistas de Freedom Files que acusaron a Agramunt en la comisión, Yuri Dzhibladze y Olga Zakharova, la investigación dice que son «expertos» en desacreditar «dañar, desestabilizar y desacreditar al partido en el Gobierno de España». El pasado mes de octubre visitaron Barcelona como activistas «para interferir sobre la crisis de Cataluña y atacar al Gobierno del PP». Fueron invitados por la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) para exigir «una investigación independiente» contra España. Ambos se reunieron en Barcelona con el profesor Bondia, presidente del Instituto de los Derechos Humanos de Cataluña, organización también financiada por Open Society y George Soros. El dossier de Agramunt sobre sus perseguidores incluye fotografías de Zakharova armada con un rifle.
Las conclusiones, hoy
Agramunt comparecerá este martes en París ante la comisión de reglamento de la Asamblea del Consejo de Europa para rebatir las acusaciones contra él. Y sostiene que ha sido «víctima de la mayor operación de lobismo y grupos de presión contra un individuo en Europa que se haya visto en muchos años». Agramunt asegura que siempre ha actuado según su ctierio, «en conciencia y en defensa de los intereses españoles». La Asamblea, insiste, «es un órgano depositario de la soberanía popular de millones de europeos y es inadmisible que se vea manipulada y condicionada por actores no estatales como la ESI, que no sólo ha actuado como lobista, sino que ha sometido a chantaje a multitud de parlamentarios».
La red descrita por Agramunt «ha orquestado una campaña internacional encaminada a desacreditar y calumniar mi persona a través de mentiras y falsedades» y esa misma gente «son activistas que han estado apoyando el ataque independentista en España».
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