Surge un movimiento en contra de la colonización del espacio y tiene que ver con nuestro lenguaje
Para algunos, el ser humano tiene problemas de comportamiento que debe abordar antes de salir a explorar otros planetas.
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Las recientes iniciativas privadas de exploración espacial y la historia de viajes al cosmos pintan un retrato de desigualdad de clases sociales, marginación de minorías y opresión, en parte debido a una inadecuada escogencia de las palabras para referirse al tema. Así lo afirmaron varios expertos a Newsweek, señalando que el problema comienza con términos como «colonización».
«La historia del colonialismo nos ha enseñado que no hay una forma democrática de colonizar otras tierras», aseveró Zuleyka Zevallos, socióloga de la Universidad de Swinburne, en Australia. «Se trata de obtener ganancias, y las ganancias siempre marginan a las minorías», agregó la experta, subrayando que las consecuencias de aplicar ese concepto dan muestra de que «el lenguaje moldea nuestra realidad social».
Robert Zubrin, fundador de la Sociedad de Marte —un grupo dedicado a promover la idea de establecer humanos en ese planeta— prefiere utilizar la palabra «asentamiento» en vez de «colonia», término que debido a su matiz imperialista ha sido eliminado del vocabulario de las agencias gubernamentales estadounidenses, incluyendo la NASA.
La revista, sin embargo, señala que la problemática se refleja no solo en el lenguaje, sino en las cifras: los 12 humanos que pisaron la Luna fueron hombres blancos estadounidenses —EE.UU. envió su primer astronauta de origen autóctono americano al espacio solo en 2002—; apenas uno de cada 10 países en la Tierra ha enviado un astronauta a la Estación Espacial Internacional, y solo tres países de todo el hemisferio sur han podido hacerlo.
No obstante, Zubrin niega que la historia terrestre sea relevante para sus planes. «En Marte tenemos la oportunidad de crear algo nuevo con las manos limpias», indicó, aclarando que no quieren ir a ese planeta «a robar las propiedades de otras personas, sino a crear una sociedad». Pero esto es puesto en duda por D. Denenge Duyst-Akpem, una afrofuturista de la Escuela del Instituto de Arte de Chicago.
«Parece que hay algunos problemas fundamentales de comportamiento en los seres humanos que deben abordarse antes de que otros planetas puedan confiar en que realmente lo hagamos bien», opinó, mencionando actuales problemas que van desde polución en la fosa de las Marianas hasta basura en el espacio.