Ikea colocó dos plantas una al lado de la otra, rodeadas por un cristal protector y un letrero que indicaba que las plantas tienen los mismos sentidos que cualquier ser humano.

Una grabación se reprodujo continuamente con palabras que condenan a una planta y la otra recibiendo muchos elogios, nuevamente en un ciclo continuo durante 30 días.

Muchos estudiantes participaron en el experimento registrando sus propias palabras, ya sea intimidando o elogiando a las plantas.

La idea era tener una planta hostigada con palabras de odio, mientras que la otra era tratada con gentileza y cumplidos.

Aparte de eso, ambas plantas recibieron exactamente el mismo tratamiento en cuanto a iluminación, fertilizantes y riego.

Al final del mes e incluso durante el período de 30 días, estaba claro que la planta que había recibido las palabras duras y bullying se marchitó y no creció, mientras que la que fue felicitada y se le dijo amables palabras creció sana y prosperá.

Los resultados de los 30 días fueron sorprendentes ya que hubo una gran diferencia entre ambas plantas. La planta en el lado derecho de la fotografía es la más sana de las dos, y esta es la que recibió cumplidos.

El del lado izquierdo es el que sufrió los bullying, y tiene las hojas marchitas y caídas, con una clara pérdida de crecimiento y altura.

El video ha sido visto por muchas personas, y se espera que haya alentado a los niños a dejar de hacer bullying, ya que pueden ver los efectos reales, incluso si solo se le hace a una planta.

Ikea dijo que el mensaje era muy poderoso ya que los niños podían ver a través de las semanas el efecto del bullying.

Se espera que ahora que los niños han visto los efectos por sí mismos, podrían pensarlo dos veces antes de hacer bullying a otros.