Investigaciones recientes sobre los perros domésticos han descubierto que son extraordinariamente perceptivos cuando se trata de leer gestos y expresiones faciales humanos. Ahora, un nuevo estudio sugiere que también son capaces de deducir cuán confiable es una persona y actuar en consecuencia.
En un nuevo estudio realizado por Akiko Takaoka de la Universidad de Kyoto en Japón, se evaluó la capacidad de los perros para comprender que una persona no era digna de confianza. Para probar la capacidad de los perros para hacer este tipo de juicio, los dueños de los perros señalaron un contenedor con comida. Los perros corrieron al contenedor y comieron la comida. En segundo lugar, otra persona señaló el cuenco sin ningún alimento. Cuando se repitió esta acción, el perro ignoró a la persona que miraba el contenedor, demostrando que había aprendido que no se podía confiar en esa persona. Este resultado fue constante en los treinta y cuatro perros incluidos en el estudio.
La investigación reciente también ha demostrado que los perros también son capaces de formar lealtad con sus dueños contra otras personas. En un experimento, el dueño del perro le pedía ayuda a alguien. En algunos casos, la persona que se acercó era servicial y otras veces era grosera o agresiva con el propietario. Después de esto, ellos tratarían de ofrecerle un regalo al perro. La investigación encontró que los perros aceptarían felizmente el obsequio de una persona que fue amable con los suyos o que no hizo nada en respuesta a la solicitud de ayuda, pero despreciaría a los que fueron groseros con sus dueños. Esto demuestra que los perros tienen una comprensión mucho más precisa de las interacciones sociales humanas de lo que se había supuesto anteriormente.
Actualmente se están llevando a cabo más investigaciones sobre qué tan bien los perros entienden el mundo social y las interacciones humanas. Si el estudio actual es algo para continuar, bien podría ser que los científicos encuentren que los perros son mucho más sensibles de lo que se les ha dado crédito.
Hay que tener en cuenta que un perro al que no se le ha permitido compartir con otros animales o personas desarrollará desórdenes de personalidad que derivan en la agresión. Estos perros usualmente no son alejados de su entorno, por lo que se vuelven muy territoriales y protectores, es por esto que no permitirán el acceso a ningún extraño, sea humano o animal.