Durante los últimos cuatro años el ejército de Australia ha pagado a empresas privadas de minería de datos más de un millón de dólares para acceder y analizar lo que publican los usuarios en las redes sociales.
Un portavoz del Ministerio de Defensa le dijo a News Corp Australia que el departamento “tuvo en cuenta muchas fuentes de información al planificar y llevar a cabo operaciones, incluidas las redes sociales”.
Desde 2015 la división de la División de Sistemas Conjuntos del departamento, que cuenta con la vigilancia entre sus responsabilidades, ha pagado 356.252 dólares a la empresa minera de Twitter Gnip (1).
El Ministerio de Defensa ha pagado otros 839.207 dólares a la empresa de análisis DataSift desde 2014, así como otros 105.052 a Geofeedia, una empresa que promete un “acceso especial” a los datos privados de los usuarios de Facebook, Instagram y Twitter.
En Brasil la Policía Militar del Estado de Río de Janeiro está aumentando su presencia en las redes sociales. En febrero del año pasado, aprobó un plan para convertir a los vecinos y comerciantes de los barrios en confidentes gratuitos, una prolongación de sus ojos y oídos.
Con más de 45.000 efectivos, la Policía Militar ya presenta números impactantes en las plataformas sociales: su página de Facebook tiene más de 540.000 seguidores, y sus perfiles de Twitter, Instagram y Youtube, en total, poseen 144.000 seguidores.
Las ONG locales y los movimientos vecinales son claves para la Policía Militar. El 12 Batallón del barrio de Niteroi, junto con la ONG local Viver Bem, creó una estrategia de vigilancia preventiva, que consiste en instalar cámaras de seguridad en algunas de las escuelas de Niteroi y comunicarse a través de Telegram. Whatsapp se ha convertido en el principal canal de comunicación entre la población del barrio y el 18 Batallón.
La asociación entre el Batallón de la Policía Militar de Barra da Tijuca y la población del área condujo a la creación de la aplicación “Linha Direta” (Línea Recta), que permite que la unidad reciba información de las viviendas y comercios en tiempo real.
“Los resultados son realmente positivos. La información es más rápida, lo que nos permite actuar de inmediato. Hemos estado reduciendo las tasas de criminalidad en el área desde los últimos dos años”, dice el coronel Figueiredo, comandante del 18 Batallón de Jacarepaguá.
La estrategia de rastreo de la Policía Militar incluye a efectivos que vigilan constantemente las redes sociales. Si hay alguna situación que requiera más investigación, el caso se envía a la inteligencia de policial. Si la situación consiste en un informe policial, se envía a la sala de operaciones, que envía inmediatamente un automóvil de la policía al lugar.
(1) http://support.gnip.com/sources/twitter/
(2) http://riotimesonline.com/brazil-news/rio-politics/rios-military-police-invests-in-social-media-for-security-purposes/
Los ejércitos controlan las redes sociales a través de empresas privadas de tecnología