Por Sputnik
Los ingenieros del gigante estadounidense Lockheed Martin han presentado al público el prototipo de un módulo reutilizable de aterrizaje lunar capaz de transportar hasta cuatro tripulantes y 900 kilogramos de carga. Y no son los primeros en presentar su apuesta para las misiones lunares.
Según un comunicado oficial de Lockheed Martin, el aparato será compatible con la futura estación orbital internacional Deep Space Gateway, cuyos primeros módulos serían llevados a la órbita lunar entre 2024 y 2026.
“Este es un concepto que aprovecha al máximo la tecnología Gateway y las tecnologías existentes para crear un módulo de aterrizaje versátil y potente que se puede construir de manera rápida y asequible”, afirmó la representante de Lockheed Martin, Lisa Callahan.
También destacó que “este módulo de aterrizaje podría utilizarse para establecer una base de superficie, entregar carga científica o comercial y realizar exploración de la Luna”.
El proyecto forma parte del plan de la NASA para permitir a las empresas privadas participar en el manejo de la futura estación orbital.
Así, en abril, la agencia espacial estadounidense propuso un proyecto denominado Commercial Lunar Payload Services (CLPS), que permitiría a la agencia contratar a las empresas de transporte para lanzar pequeños rovers a la Luna a un precio fijo. Se espera que la primera misión del proyecto se realice a más tardar del 31 de diciembre de 2021.
A su vez, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha encargado al gigante europeo Airbus diseñar el concepto de un módulo habitacional y de investigación de 6,5×4,5 metros y de 9 toneladas —denominado Habitat—, así como de una infraestructura bautizada Esprit, que se utilizará para el repostaje y las telecomunicaciones entre los tripulantes.
“La experiencia y los conocimientos que han acumulado la ESA y Airbus en proyectos emblemáticos, como el laboratorio espacial Columbus, el carguero espacial ATV y el módulo de servicio europeo para Orion, ofrecen una sólida base para estos estudios”, afirmó Oliver Juckenhofel, de Airbus.
Los proyectos Habitat y Esprit fueron presentados al público el 3 de octubre en el Congreso Astronáutico Internacional (IAC) de Bremen, Alemania.
Entre otras empresas privadas que planean llevar a cabo misiones a la superficie lunar en el futuro, también figuran la compañía estadounidense Astrobotic —que está trabajando en la creación de un módulo lunar Peregrine, que podrá llevar hasta 265 kilogramos de carga por un precio de 1,2 millones de dólares por kilogramo—, la empresa Blue Origin, de Florida, trabaja en la creación del módulo de descenso Blue Moon, capaz de llevar hasta 4.500 kilogramos hacia la Luna.
Según Jeff Bezos, fundador de Blue Origin, este proyecto “quiere ayudar a que la humanidad sea una especie verdaderamente espacial, con millones de personas viviendo y trabajando fuera de la Tierra”.
Otra compañía privada, Moon Express (MoonEx), también planea lanzar un módulo de aterrizaje MX hacia el satélite natural de nuestro planeta para convertirlo en “el octavo continente de la Tierra, para explorar y también para extraer recursos”, admite Alain Berinstain, vicepresidente de desarrollo global de la compañía.
No obstante, varios jugadores importantes se ven excluidos por el momento de este proceso.
Así, Rusia no descarta construir una estación científica lunar en cooperación con China y no con la NASA. Eso se debe a las discrepancias vigentes en las relaciones de Moscú con los países occidentales y a la histórica exclusión de Pekín de cualquier cooperación espacial con EEUU.
“No descartamos que nuestro programa tripulado hacia la Luna y la creación de una estación científica en la superficie de la Luna se realicen junto con nuestros colegas chinos, esto es muy probable”, afirmó el director general de la corporación estatal rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin.
El alto funcionario también afirmó que Rusia enviará su primera misión no tripulada hacia el satélite natural de la Tierra en 2021.