Por Sputnik
Un equipo internacional de astrofísicos ha descubierto un nuevo exoplaneta en la órbita de la estrella de Barnard, a tan solo seis años luz de la Tierra. El estudio correspondiente fue publicado en la revista Nature.
“Barnard es la estrella aislada más cercana al sistema solar. Solo Alfa Centauri, que es un sistema triple, está más cerca”, explicó uno de los encargados del estudio, Ignasi Ribas, del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña.
La nueva supertierra es al menos 3,2 veces del tamaño de nuestro planeta y tarda unos 233 días en orbitar alrededor de Barnard. Sin embargo, se encuentra fuera de la zona habitable de su estrella anfitriona —una enana roja de baja masa, que casi no ilumina a este exoplaneta—.“Es un mundo helado porque recibe muy poca energía de su estrella: 50 veces menos que la Tierra obtiene del Sol”, indicó Ribas.
Las temperaturas en la ‘supertierra’ pueden bajar a 170 grados bajo cero, algo que hace improbable que haya agua y, en consecuencia, alguna forma de vida— en el planeta.
No obstante, “la vida, a veces, encuentra formas hábiles de sobrevivir”, subrayó el astrofísico catalán.
En su estudio, los investigadores utilizaron el cazador de planetas Harps y el espectrógrafo Uves del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés).
“Harps desempeñó un papel vital en este proyecto. Se combinaron datos de archivo de otros equipos con medidas nuevas y superpuestas de la estrella de Barnard de diferentes instalaciones”, admitió otro responsable del estudio, Guillem Anglada Escudé, de la Universidad Queen Mary de Londres. El hallazgo forma parte de los proyectos a gran escala Red Dots y CARMENES, dedicados a la búsqueda de planetas cercanos al sistema solar. Los investigadores reunieron todas las observaciones realizadas desde la década de los 90.
“Este descubrimiento supone un avance significativo en la búsqueda de exoplanetas alrededor de nuestros vecinos estelares, con la esperanza de encontrar uno que tenga las condiciones adecuadas para albergar vida”, afirmó una coautora del trabajo, Cristina Rodríguez-López.