Por Ufo Spain
Si echamos mano a cualquier libro de historia, podemos ver que sitúan la invención del telescopio en 1608 y a Galileo como al primer ser humano que escudriñó el cielo con uno de estos aparatos.
Sin embargo, si hacemos caso a una propuesta alternativa, esta fecha tendría que ser revisada y situarla mucho más atrás. Exactamente 3.000 años atrás, en la antigua Mesopotamia. Y todo esto porque la lente de Nimrud, también conocida como lente Layard, es el utensilio óptico más antiguo que se conserva, y podría ser parte de un telescopio que los Asirios usaron para observar el universo.
En 1850, un explorador británico llamado Sir John Layard encontró en el antiguo palacio de Nimrod un extraño objeto circular. Se trataba de un pequeño cristal circular, un poco ovalado, plano y que se asemejaba mucho a una lente moderna. Sir John, convencido de que su hallazgo tenía mucho de especial, de inmediato lo guardó para después entregarlo al Museo Británico.
Un análisis posterior probaría que la lente es increíblemente antigua (pues fue construida hace más de 3.000 años) por artesanos desconocidos del Imperio Asirio. Sin embargo, ¿cuál era su función? ¿Por qué solo existe una de ellas? ¿Y por qué no se adoptó esta útil tecnología, sino que fue olvidada por casi dos milenios tras la desaparición del Imperio?
Estos fueron solo los primeros interrogantes asociados al sorprendente descubrimiento. En 1850 los primeros arqueólogos apenas comenzaban a descubrir la naturaleza de las antiguas sociedades, y se esperaba que futuras excavaciones brindaran más pistas sobre la función del peculiar hallazgo. Sin embargo, década tras década no había más que silencio. Parecía ser que el objeto hallado por Sir John era único entre los asirios.
La manera de lidiar con este misterio por parte del Museo Británico es un tanto peculiar. El Museo afirma que la lente “tenía poco o ningún uso práctico” y que seguramente se mantenía como una curiosidad o un objeto ritual. Sin embargo, pocos renglones más adelante el mismo Museo afirma que “aunque esta pieza de roca cristalina ha sido cuidadosamente tallada y brillada e indudablemente tiene propiedades ópticas, estas son posiblemente algo accidental”.
No hace falta explicar la razón por la que muchos consideran insensata (por no decir ridícula) esta posición. Aquí tenemos una lente perfectamente funcional, cuidadosamente construida y brillada, pero resulta que jamás fue usada como lente. Sin embargo, el museo tiene sus razones para afirmar tal cosa, y principalmente la ausencia de cualquier registro, pintura o algún tipo de mención al artefacto y no digamos de artefactos semejantes en esa u otras sociedades de la época. Se trata, en verdad, de un objeto único.
¿Cómo podemos explicar el misterio de la Lente Layard? Pues bien, si no asumimos que se trataba de una curiosidad o una casualidad, es complicado establecer su función en la sociedad Asiria. Por su graduación, es posible pensar que se usaba como una herramienta para refractar la luz y obtener fuego, o incluso que era la lente de un telescopio primitivo, pero estos usos implicarían una tecnología común, que no habría sido olvidada tan fácilmente.
Algunos han ido tan lejos como para afirmar que la lente no fue manufacturada en tiempos asirios y era meramente un recuerdo en aquel entonces, proveniente de un pasado más glorioso. Esto, aunque arriesgado, explicaría por qué sólo quedó una y a qué se debió que se usara como objeto ritual y decorativo a pesar de ser obviamente funcional.
Por su parte, algunos vinculan la lente a objetos particularmente detallados manufacturados por artesanos asirios de aquel periodo, y afirman que se usó como lupa para magnificar los detalles de los objetos y permitir modificarlos a escala milimétrica. Esta versión resulta particularmente realista, pero sigue sin explicar de dónde provino la lente. ¿Será que efectivamente lo encontraron por casualidad?
En todo caso, nadie sabe a ciencia cierta cómo funcionaba la lente Layard, y seguramente a estas alturas nadie pueda ya saberlo. Es un misterio que seguirá encendiendo la imaginación de los académicos y aficionados a la Historia Antigua..