Actualmente, comprarse un coche de explosión nuevo no es una buena inversión de cara al futuro. Su precio cae muy rápido, y cada vez van a ser mayores las restricciones. Sin embargo, la alternativa actual es muy escasa, con pocos modelos de coches eléctricos, caros, con autonomía mejorable, y con un precio de recarga en electrolineras y gasolineras que no compensa.
Las gasolineras están cobrando el kWh hasta 14 veces más caro que en casa
La clave del coche eléctrico es cargarlo en casa, sobre todo por la noche con una tarifa que deje el kWh más barato. Cargarlo en el camino en electrolineras o incluso en los propios Supercharger de Tesla es más caro que cargarlo en casa, y con eso no se fomenta el uso del coche eléctrico.
/a>El Gobierno quiere prohibir la venta de coches de explosión en el año 2040, además de obligar a que las gasolineras que vendan más de 10 millones de litros de combustible instalen infraestructuras de carga de 22 kW o más de potencia en un plazo de 27 meses, afectando a casi 1.200 estaciones de servicio. El problema viene cuando, para hacer 100 kilómetros, cuesta 8 euros llenar un diésel, 14 euros un gasolina, y 24 euros para un eléctrico.
Este elevado precio tiene que ver con la viabilidad de esos cargadores, para tener una rentabilidad del 6,5% anual, donde cobran descaradamente cada kWh a 1,21 euros; 10 veces más de lo que nos costaría en casa con tarifa fija, o 14 veces en horario valle más si tenemos discriminación horaria. Para igualar el coste entre el diésel y la carga eléctrica (siendo esta última además más lenta), es necesario que reciban una subvención de casi el 70% del coste de la instalación.
Las gasolineras se quejan de los altos costes y de que dos años y medio es poco tiempo
Además, las gasolineras se quejan de que 27 meses es “muy poco tiempo” y que es algo precipitado, ya que además estos puntos de carga no son rentables actualmente porque hay muy poca demanda. Actualmente sólo circulan 10.000 coches eléctricos en España. La instalación de estos puntos cuesta en torno a 30.000 euros, con una vida útil de entre 7 y 10 años. A eso hay que sumarle los costes de la electricidad y el mantenimiento, que será de unos 4.500 euros anuales. 2.800 de ellos son el coste de la electricidad.
Con respecto al diésel, el combustible que fue tildado inicialmente de “más limpio” por reducir el CO2 y ahora culpabilizado de la contaminación en ciudades por el NOx, es más caro que la gasolina en 13 de los 28 países de la Unión Europea, siendo Bélgica donde más diferencia hay con 14,7 céntimos. En España, la gasolina es 5,3 céntimos de media más cara que el diésel, lo cual supone una reducción del 50% desde agosto. Poco a poco se tenderá a que ambos combustibles valgan igual.
Elon Musk, por su parte, ha afirmado que van a duplicar la cantidad de Superchargers de cara a finales de 2019, lanzando la versión V3 de cargadores a principios de 2019 con una carga que será más rápida que en los actuales, y que podría situarse en torno a los 250 kW; en torno al doble que los actuales, y que permitiría cargar entre el 20 y el 80% de la batería en 15 minutos.
https://www.adslzone.net/2018/11/20/coche-electrico-gasolinera-caro/
Ése no es el principal problema. Lo peor de esta tecnología es lo sucia que resulta. Sí, asombrosamente es más sucia que las gasolinas.
Podemos ver un coche eléctrico como un teléfono móvil o un ordenador portátil, pero más grande. ¿ El problema ? Las baterias. Éstos vehículos, y ésos aparatos, duran lo que sus baterias. Una vez agotada o fuertemente reducida su capacidad de carga y retención de la misma, simplemente se vuelven inviables; y sustituirlas es igual de caro que comprarse un conjunto nuevo. Lógicamente ésto es lo que desea la industria.
Y el segundo problema es que ésas baterias no son biodegradables ni reutilizables. Al contrario, son altamente contaminantes, peligrosas e indestructibles durante bastante tiempo.
Tratar de solucionar un problema creando uno mayor no es muy inteligente.
Un saludo.