Insostenible. El datos simboliza de forma gráfica la insostenible deriva demográfica de Japón. Tan sólo 921.000 japoneses llegaron al mundo a lo largo de 2018. Es el número más bajojapan registrado en el país desde 1899, cuando la población total del archipiélago no superaba los 50 millones de personas. Un siglo largo después, más del doble de japoneses es incapaz de producir un número de niños superior a sus antepasados del siglo XIX.
Es un hecho casi sin igual en el mundo.
Las muertes. Para colmo de males, la tasa de mortalidad se ha disparado(consecuencia natural de un país donde casi el 30% de las personas superan los 65 años). Más de 1.300.000 japoneses fueron enterrados durante el año pasado, un récord desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La aritmética más básica refleja el dramático sino demográfico de Japón: el país perdió 448.000 personas en apenas doce meses.
Sólo hay un magro consuelo: en Corea del Sur la situación es aún peor.
El declive. La tendencia no es en absoluto alentadora. Japón lleva un trienio produciendo menos de un millón de nacimientos anuales (2018 registró 25.000 menos que 2017), y la tasa de natalidad histórica del país (1,44) no augura que la dinámica se pueda revertir.
A este ritmo, se esperaque para 2065 sólo queden 88 millones de japoneses, de los cuales el 40% superarán los 65 años. Para 2100 la cifra podría caer por debajo de los 50 millones.
El país ha entrado de lleno en una carrera por su propia supervivencia. Es una batalla contra la extinción.
Las medidas. ¿Y qué puede hacer un gobierno para detener décadas de estancamiento demográfico? Japón ha entrado en curva descendente. Gran parte del problema se debe a lo errático de las causas: hay quien lo achaca a un mercado laboral cada vez más temporal y fragmentado, poco apto para formar una familia; hay quien lo atribuye a una tendencia global (la fertilidad mundial ha pasado de 4,99 en 1960 a 2,44 en 2016).
Y hay quien directamente lo atribuye a la muerte del amor. Se sabe que el 70% de los japoneses no casados entre los 18 y los 34 años de edad siguen solteros. No tienen pareja. Y la asexualidad entre adolescentes y jóvenes sigue al alza: la mitad de los solteros son vírgenes. El gobierno ha introducido medidas económicas que buscan fomentar un renacimiento demográfico (eso y robots). Entre tanto, Japón se asoma al precipicio.
Imagen: Mr Hicks46/Flickr