Un equipo de investigadores afiliados al Centro de Excelencia de Comunicación Estratégica de la OTAN (StratCom, por sus siglas en inglés) en Riga, Letonia, logró «inculcar un comportamiento indeseable» en soldados mediante información personal «muy detallada» encontrada en sus perfiles en redes sociales.

Se trató de un experimento para un estudio, publicado en enero, que pretendió analizar «qué tipos de datos del usuario están disponibles en el entorno digital» y «pueden ser utilizados por actores maliciosos», sobre todo «en el contexto de un ejercicio militar».

Los autores subrayaron que la gran cantidad de información personal disponible para el público en redes sociales se hace «un asunto particularmente delicado» en el caso de personas pertenecientes a «categorías sensibles», como militares, funcionarios gubernamentales y responsables de la toma de decisiones.

Los investigadores utilizaron redes sociales, sobre todo Facebook, para hacerse amigos de los militares a través de cuentas y grupos falsos, y así descubrir cuán susceptibles eran al flujo informativo en línea.

«En la actual arena digital un adversario sería capaz de recopilar suficientes datos personales sobre los soldados para crear mensajes dirigidos con precisión, influenciando con éxito a su público objetivo seleccionado para llevar a cabo los comportamientos deseados», concluyeron.

El director de StratCom, Janis Sarts, comentó al portal Wired que los investigadores se centraron en «soldados profesionales que se supone que están muy preparados«. «Si lo compara con un ciudadano común, sería mucho más fácil», señaló.

El consejo final de los investigadores fue reiterativo: «Las fuerzas armadas deben intensificar la vigilancia y las contramedidas para reducir el riesgo del uso de las redes sociales para reunir información sensible para la misión».