Como todos los febreros en el parque nacional Yosemite, en el estado de California, miles de personas buscan atisbar el Horsetail Fall, un espectáculo que hace parecer que cae una cascada de fuego en una montaña nevada. En realidad se trata de un fenómeno óptico y no de lava o fuego. Durante ciertas horas en el mes de febrero, el sol incide transversalmente en la roca helada y crea esta hermosa ilusión.
Las puestas de sol en este lugar son realmente legendarias. Y desde la década de los setentas la también llamada «firefall» recibe millones de visitas.
En octubre el sol ocupa el mismo lugar pero no se produce el efecto, pues no hay suficiente agua, siendo que los meses de invierno son más húmedos.
Desde ciertos ángulos la «cascada de fuego» parece una puerta de oro hacia otra dimensión.