Edgar Cayce fue un médium estadounidense nacido en 1877 y fallecido en 1945 al final de la Segunda Guerra Mundial. Fue un caso singular por sus extraordinarias predicciones que demostraron que poseía facultades de clarividencia y percepción extrasensorial que se convirtieron en un misterio para la ciencia.
Edgar Cayce nació en Kentucky en 1877 en el seno de una familia humilde que tuvo que trabajar de muy joven para ganarse la vida. Kentucky era una típica ciudad estadounidense que prosperaba en la época gracias a sus recursos naturales lleno de extensos bosques lugares de pastoreo y un paisaje rural.
De joven sufrió el golpe de una pelota de béisbol en la cabeza que lo mantuvo internado en un hospital hasta que lo consideraron muerto. No se sabe cómo recuperó el conocimiento pero se sanó completamente.
A partir de ese episodio su vida cambió para siempre. Cayce comenzó a tener experiencias de trascendencia que lo llevaba a conocer la salud de los enfermos, indicar su cura y sumergirse en estados de trance que le permitía observar un mundo desconocido e inaccesible para los mortales. Estas capacidades se fueron conociendo por la comunidad y pronto por las autoridades y los científicos de la época. Cayce se casó con Gertrude Evans que lo acompañó todo su vida.
Cayce se sumergía en estados de trance ayudado por su colaboradora Gladys Davis que antiguamente lo había curado para recuperar el habla (algunos dicen también que se le debe a un psíquico desconocido) pero cualquiera fuera el caso, sus predicciones se registraron y se guardaron en un archivo que aún hoy se conserva. Hay escasos documentos fotográficos que documentan los estados trascendentes de Edgar Cayce.
Sus predicciones fueron en su mayoría certeras. Cayce nunca lucró durante su vida con sus capacidades, es más, aborrecía de los fraudes del espiritismo que todavía se venía practicando desde el siglo XIX.
Cayce se ganaba la vida como fotógrafo y modestas donaciones que le hacían sus pacientes y hay testimonios que rechazó muchos donativos por considerarlos excesivos. Edgar Cayce le recordaba a sus pacientes que ningún ser espiritual en la historia como Jesús, Buda o Muḥammad, lucraban por sus acciones y que el que se consideraba solo un hombre corriente, debía seguir ese ejemplo si pretendía trascender espiritualmente. «Es sentido común», decía, «quién le quiera cobrar por su servicios es simplemente un estafador». Afirmó que los medios de comunicación y la publicidad de sus profecías interferían en su trabajo de curar a los enfermos y sus estudios sobre las religiones fundacionales.
Su seriedad y su trayectoria fue una caso singular que llamó la atención de la La Oficina de Servicios Estratégicos de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. La agencia que después se convertiría en la CIA, intentó en vano involucrar a Edgar Cayce en sus proyectos. Nunca se implicó en ninguna organización estatal de Washington ni de ningún otro organismo internacional. Solo hubo una excepción, cuando accedió según afirmó: «por compasión a sus familiares y en disconformidad con la guerra que su país enfrentaba» a colaborar en la búsqueda de soldados desaparecidos en acción que dejó atónitos a los miembros del Ejército Norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. Edgar Cayce, logró identificar con total precisión las ubicaciones de los cuerpos vivos o muertos que fueron rescatados posteriormente por las fuerzas especiales del Ejército.
Las predicciones de Edgar Cayce
Una vez le preguntaron de dónde surgían esos conocimientos «de los registros akásicos, una especie de almacén de todo lo que ha acontecido desde el inicio de los tiempos registrado en el éter. Allí está todo lo que ha acontecido desde el inicio de los tiempos y todos los conocimientos del universo.»
«Predijo el crack financiero de 1929 que dio origen a la Gran Depresión». Esto se lo comunicó a su más importante patrocinador, instándole a vender sus acciones.
Vaticinó el estallido de la Segunda Guerra Mundial, varios años antes de que ésta comenzara, adelantando que Hitler permanecería en el poder en Alemania hasta desatar una guerra de gran magnitud. De la misma forma anunció el fin de la guerra y de la Alemania nazi.
Cayce también anunció con bastante adelanto, en 1932, la creación del Estado de Israel, que sucedió en 1948.
Predijo la muerte de dos presidentes estadounidenses: Franklin Delano Roosevelt en 1945 y John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963.
Advirtió sobre el calentamiento global y el derretimiento de los polos, cosa que ya está sucediendo en el Ártico. En uno de sus trances, dijo verse ubicado en el año 2100 en Nebraska, y señaló que todo el oeste del estado estaba bajo las aguas. Lo mismo sucedería con otras zonas de Estados Unidos, como Nueva York y Louisiana. Esto de hecho está comenzando a ocurrir en ciertas partes del mundo debido al aumento en el nivel del mar.
Predijo el sismo de Japón y el Tsunami que se produjo en Sumatra, Indonesia, en el año 2004, donde murieron más de 230.000 personas alrededor de todo el Océano Índico. Anticipó el Tsunami que asoló Japón en el 2011.
Cayce indicó que en el futuro se produciría mucha actividad tectónica, desencadenándose muchos terremotos y Tsunamis.
Llegaría un momento en que cada individuo se haría consciente de su responsabilidad para con el planeta y hacia los demás. Esto vendría de la mano de un cambio de pensamiento, cuando se alcance un nivel de espiritualidad más alto. Soñó que se descubriría una «ciudad de oro» en el desierto de Gobi (Asia central). Dijo que la ciudad tendría un templo con ascensores, coches eléctricos y determinados elementos mágicos.
Desaparecerá la costa del estado de Nueva York, incluyendo la ciudad de Nueva York, que quedará bajo las aguas del océano.
Dijo que de todos los países, Irlanda era uno de los más seguros en caso de terremotos.
En las regiones tropicales se producirían erupciones volcánicas en cadena. Asimismo, el cinturón de fuego del Pacífico aumentaría su actividad.
La mayor parte de Japón quedaría sepultada bajo el mar, debido a inundaciones y movimientos tectónicos.
Tierras nuevas emergerían frente a la costa de América del Norte.
Anunció que los volcanes Vesubio y Etna entrarían nuevamente en actividad.
El Sol comenzaría a oscurecerse.
Cayce aseguró que los registros de la mítica civilización de la Atlántida serían abiertos para todos los aprendices espirituales.
Aseguró también que la Atlántida se hallaba hundida bajo las Islas Bimini, en las Bahamas». 1
Pronosticó que luego del colapso de la Unión Soviética, surgiría un líder «que se convertirá en el faro del mundo». «No será el comunismo, no, sino la libertad, por eso será un obstáculo». «Se necesitarán años para que se cristalice y, sin embargo, de Rusia vendrá de nuevo la esperanza del mundo». Muchos estudiosos señalan a Vladimir Putin como el hombre «señalado» que viene a detener las ambiciones de expansión de Occidente. Su protagonismo mundial ha puesto a los Estados Unidos, como líder atlántico, en su peor momento.
El 1 de enero de 1945, Cayce anunció que moriría dentro de 4 días, lo que finalmente ocurrió. Su muerte se produjo poco después de que sufriera un infarto, el 3 de enero de ese año».
Que extraña anomalía podía percibir Edgar Cayce que llamó tanto la atención de la comunidad científica y los servicios de inteligencia de la época.
Muchos especulan que Cayce tenía la capacidad de observar esos registros akásicos que contenía el pasado, el presente y el futuro, como una biblioteca en el éter que solo pocos personas podían acceder. Sus predicciones recuerdan el texto de la Biblioteca de Babel de Jorge Luis Borges o la relación con las últimas teorías de la ciencia en relación a universos multidimensionales, la teoría de cuerdas y la comprobación científica de infinitas dimensiones y universos paralelos.
Unos de los pocos videos que se conocen de Edgar Cayce con Gertrude Evans
Cayce falleció el 3 de enero de 1945. Está enterrado en el Riveside Cementery en Hopkinsville, Kentucky.
https://es.sott.net/article/65261-El-profeta-durmiente-El-extrano-caso-de-Edgar-Cayce