Por RT
Ambos agentes químicos tienen un efecto perjudicial para la calidad del esperma, no solo de los hombres, sino también de los perros domésticos.
Dos sustancias químicas que podemos encontrar en nuestro entorno doméstico e incluso en nuestra alimentación, el plastificante DEHP y el bifenilo policlorado 153, afectan la fertilidad masculina, según una reciente investigación de científicos de la Universidad de Nottingham, Reino Unido, publicada el 4 de marzo en la revista Scientific Reports.
Los investigadores determinaron que desde el año 1938 hasta 2011 la calidad del esperma se ha reducido a la mitad.
El estudio se realizó a partir de los resultados de una investigación anterior, realizada por el mismo equipo en 2016, que demostró que los perros también sufren problemas de fertilidad. Allí se destacó el efecto de dos contaminantes ambientales, DEHP y PCB153, presentes en alimentos caninos húmedos y secos, que pueden dañar la función reproductiva.
Dos químicos peligrosos
Los científicos llevaron ahora a cabo experimentos idénticos con muestras de esperma de hombres y perros que vivían en la misma región del Reino Unido, y en particular analizaron la incidencia de los dos contaminantes ambientales que llamaron su atención tres años atrás.
El DEHP, un plastificante utilizado en policloruros de vinilo, está presente en una amplia gama de alimentos (desde la leche materna humana hasta el hígado ovino) y en variadas cosas del hogar (alfombras, ropa, juguetes); mientras que el bifenilo policlorado 153 se utiliza tanto en la alimentación como en aparatos eléctricos, tintas, adhesivos y pirorretardantes. Este último químico, ampliamente usado en los años 60 y 70 del siglo pasado, está prohibido a nivel mundial, pero todavía se le puede encontrar hasta en los alimentos para perros.
El estudio demostró que ambas sustancias tienen efecto perjudicial para la motilidad del esperma de ambas especies.
En un comunicado de prensa publicado por la Universidad, el investigador principal del estudio de seguimiento, Richard Lea, dijo que con esto han querido demostrar que los perros domésticos son el espejo del declive del sistema reproductivo de los hombres, ya que están expuestos a los mismos contaminantes domésticos.
Otra investigadora del equipo, Rebecca Sumner, añadió que la reducción de la fertilidad puede causar un aumento de la fragmentación del ADN. “Sabemos que cuando la motilidad del esperma humano es pobre, la fragmentación del ADN se incrementa, y que la infertilidad masculina humana está vinculada con un mayor nivel de daño al ADN de los espermatozoides”, aseguró.