Tal como se señaló en un artículo de The Atlantic, históricamente, se han realizado cientos de experimentos de control de plagas con terribles resultados. Hoy en día los riesgos son más altos que nunca, ya que los científicos recurren cada vez más a la ingeniería genética para modificar el cambio climático.
El virus de Zika, que se transmite por medio del mosquito ‘aedes aegypti’, fue declarado como una amenaza para la salud pública en todo el mundo.
Además de solicitar un incremento en el uso de atomizadores químicos contra los mosquitos, el enfoque se centró en la idea de poner en libertad a un grupo de mosquitos genéticamente modificados (GE, por sus siglas en inglés) para controlar las poblaciones de estos insectos.
Los mosquitos GE machos, los cuales son puestos en libertad para aparearse con las hembras que se encuentran en la naturaleza, transportan el «gen de autodestrucción» que se transfiere a su descendencia y los elimina antes de que alcancen la madurez reproductiva.
Para lograr este objetivo, se insertaron fragmentos de proteínas correspondientes al virus del herpes, bacterias E.coli, y orugas de la col, en los mosquitos.
Oxitec, la compañía biotecnológica detrás de esta creación, se refiere a sus mosquitos transgénicos como un «insecticida sin químicos», y estas criaturas controversiales están ahora un paso más cerca de ser liberadas dentro del territorio estadounidense.
Se hicieron pruebas de campo para los mosquitos transgénicos en una comunidad de los Cayos de la Florida
Se realizaron asambleas para que los residentes de Key Haven discutieran las pruebas de campo de los mosquitos transgénicos en el área propuestas por Oxitec.
La FDA publicó un borrador de un estudio suyo sobre el impacto ambiental de los mosquitos transgénicos, en el cual se declaró que éstos «no tendrán un impacto significativo» en la salud de los residentes o en el medio ambiente de esta comunidad de los Cayos de Florida.
Tal como fue señalado por CNN, el zika no fue la razón original por la cual los mosquitos transgénicos de Oxitec fueron considerados.
El mosquito conocido como ‘aedes aegypti’ también es portador del virus del dengue, fiebre amarilla y chikunguña, y la propagación de la fiebre del dengue en los Cayos de la Florida en 2009 y 2010 hicieron que las autoridades locales para el control de los mosquitos buscaran opciones más efectivas para controlar este insecto exógeno.
Según Oxitec, las pruebas de campo en Piracicaba (Brasil), provocaron una disminución del 82 % en la población de mosquitos durante un período de ocho meses. En las Islas Caimán, el 96 % de los mosquitos nativos fueron eliminados en una prueba de campo realizada en 2010.
Las Islas Caimán aprobaron la liberación de los mosquitos de Oxitec. Sin embargo, aunque la FDA ha aprobado estos mosquitos transgénicos, a los residentes de Key Haven no les encanta la idea de ser los conejillos de indias.
Sobre todo, porque ni el dengue, Zika, o ninguna de las otras enfermedades transmitidas por el aedes aegypti representan una amenaza para la salud en los Cayos de la Florida. Mila de Mier, quien vive en la pequeña comunidad de Key Haven, le dijo para CNN:
«Hay un centro para personas mayores y una escuela a menos de un kilómetro del lugar donde piensan liberar a los mosquitos. Esa área no se encuentra entre aquellas que fueron afectadas por el dengue. Jamás ha habido un solo caso. Así que, ¿por qué la FDA quiere hacer un experimento aquí cuando puede hacerlo en otras partes del mundo?
Ningún miembro de la comunidad ha aceptado esta propuesta. Si el gobierno local y federal no nos protege a nosotros y a nuestros intereses, nuestra última opción será confiar en el sistema judicial y llevar nuestro caso a la corte. Hemos llegado al punto de considerar una batalla legal».
¿Qué podría salir mal?
Aunque parezca que diezmar a las poblaciones de aedes aegypti sea una buena solución para eliminar la transmisión de estas enfermedades, siempre existe la posibilidad de que haya efectos secundarios imprevistos.
Un artículo de 2011 en The New York Times planteó una serie de inquietudes, incluyendo la posibilidad de que estos genes puedan infectar la sangre humana, pero no a través de las picaduras de los insectos, sino por medio de las lesiones en la piel o por la inhalación.
Según el Institute of Science in Society, dicha transmisión tiene el potencial de crear «mutaciones por inserción» y otras formas impredecibles de daños en el ADN del huésped.
Alfred Handler, Ph. D., un genetista del Departamento de Agricultura de Hawái, también ha señalado que los mosquitos pueden desarrollar una resistencia a este gen letal. Si estos mosquitos fueran liberados, la resistencia podría extenderse a la descendencia.
De acuerdo con Todd Shelly, un entomólogo del Departamento de Agricultura de Hawái, el 3.5 % de los insectos en una prueba de laboratorio sobrevivió hasta la edad adulta, a pesar de llevar este gen letal.
Otro factor que podría hacer que el mosquito transgénico sea contraproducente es el hecho de que los mosquitos de Oxitec fueron diseñados para morir en ausencia de tetraciclina (la cual se provee en el laboratorio para mantenerlos con vida el tiempo suficiente para que se reproduzcan).
Sin embargo, la tetraciclina y otros antibióticos están apareciendo en el medio ambiente, en muestras de tierra y de agua obtenida de la superficie. Los mosquitos fueron diseñados con el supuesto de que NO encontrarían tetraciclina en la naturaleza. Con ayuda de la exposición a la tetraciclina (por ejemplo, en un lago), estos insectos podrían ‘prosperar’.
Por último, pero no por ello menos importante, al emplear esta «tecnología para el control de genes» (que garantiza que todos los descendientes tengan el gen GE), surgen inquietudes sobre el impacto total en la biodiversidad y en el ecosistema.
Hay quienes argumentan que es difícil que la extinción del aedes aegypti provoque el colapso del ecosistema, y puede que esto sea cierto. Sin embargo, el aedes aegypti no es el único insecto que está siendo genéticamente modificado y liberado en la naturaleza.
El mayor problema radica en el hecho de que la ingeniería de ecosistemas a escala poblacional se está llevando a cabo sin una supervisión adecuada que la regule, sin ser consultada de manera pública o sin transparencia. Mientras tanto, el uso de estas nuevas tecnologías en se basa en regulaciones arcaicas que son más que inadecuadas para esa situación.
Las pruebas de campo en las polillas dorso de diamante
Oxitec ha realizado otras pruebas de campo con una versión transgénica de la polilla dorso de diamante, una plaga muy conocida en la industria de la agricultura.
La polilla dorso de diamante fue la primera plaga agrícola que se volvió resistente al DDT y, hoy en día, se encuentra desarrollando una mayor resistencia a otros pesticidas químicos, por lo que Oxitec comenzó a trabajar en una versión transgénica de esta polilla.
Estos insectos son similares a sus mosquitos transgénicos ya que transmiten un rasgo genético que mata a su descendencia antes de alcanzar la madurez. Con el paso del tiempo, toda la especie se extinguirá por falta de reproducción.
Estas polillas transgénicas ya han sido probadas en su laboratorio en el Reino Unido. Además, en 2015 se realizaron otras pruebas en ambientes controlados (jaulas) en el laboratorio de Nueva York.
Muchos están en contra de estas pruebas de campo, incluyendo organizaciones tales como GeneWatch UK, the Center for Food Safety, Friends of the Earth, Food and Water Watch y el Northeast Organic Farming Association of New York. De acuerdo con el Washington Post:
«Nos preocupan cuáles serán las consecuencias de estas pruebas en la naturaleza’, dijo Liana Hoodes, asesora política de la Northeast Farming Association de Nueva York (NOFA-NY), como referencia a las preocupaciones relacionadas con la posible propagación de las polillas transgénicas más allá de las áreas de prueba hasta llegar a las granjas de agricultores privados.
Hoods declaró que la NOFA-NY quisiera ver un análisis sobre los posibles efectos de las polillas transgénicas en otras especies, (es decir, otros organismos que no sean las polillas dorso de diamante), en caso de ser consumidas por aves u otros animales, o incluso accidentalmente por humanos».
Los gusanos rosas y las moscas de la fruta: otras especies modificadas genéticamente
Oxitec también ha creado versiones transgénicas de los gusanos rosados, que crecen para transformarse en otro tipo de polilla, las cuales han sido liberadas en los campos de Arizona en un esfuerzo por eliminar las poblaciones naturales de esta especie. Y lo mismo ocurrió con las moscas de la fruta transgénicas.
Estas especies también contienen genes que impiden su reproducción. En Australia, donde la mosca del Mediterráneo es una de las plagas más comunes, el Departamento de Agricultura y Alimentación planea llevar a cabo una prueba a puertas cerradas sobre el uso de moscas transgénicas como un tipo de control de plagas.
Entonces, estamos viendo el incremento de una tendencia en donde las plagas de todo tipo se están abordando por medio de acciones como alterar y erradicar a toda la especie. Como consecuencia no se puede limitar este debate a una sola especie de insectos.
La pregunta es: ¿es aconsejable erradicar plagas mediante el uso de una tecnología para el control de genes que tal vez asegure la extinción de toda la especie?
¿Cuántas plagas pueden desaparecer de manera segura antes de que el ecosistema se altere de una manera devastadora? Hay muchas preguntas que no están siendo abordadas de manera integral.
Australia usará el virus del herpes para abordar el problema del exceso en las poblaciones de carpas
En noticias similares, la región del sureste de Australia también planea abordar el problema de la sobrepoblación de bagres al infestar estos peces con el virus del herpes. Según Newsweek:
«Las carpas son un enorme problema en Australia. Fueron introducidos por primera vez en las granjas de peces en la década de 1850, pero hubo una fuga masiva en la década de 1960, y sus poblaciones se han disparado desde entonces…
El virus que planean usar está diseñado exclusivamente para las carpas y puede matar hasta el 80 % de estos animales… ya que ataca su piel, riñones y agallas. Les mata poco después de una semana…
El virus apareció en las granjas de carpas en el sudeste de Asia en la década de 1990, y no se ha encontrado evidencia de que sea dañino para los agricultores u otras personas en la región…
Si bien el plan puede sonar un poco peligroso al principio, las investigaciones han demostrado que el herpes de las carpas (herpesvirus ciprínido 3) no daña las especies nativas de peces, anguilas, ranas, tortugas, pollos, ratones o dragones verdea (un tipo de lagarto)»
Lo irónico es que, de no ser por las granjas de peces, no tendrían este problema en primer lugar. Sin embargo, ahora que están surgiendo inquietudes sobre los peligros de los peces transgénicos que escapan de las granjas y diezman el ecosistema, los defensores de estas prácticas insisten en que los escapes serían «imposibles».
La fumigación aérea se ha vinculado con un incremento en las tasas de autismo
Hasta ahora, los intentos por deshacerse de las plagas han involucrado el uso de productos químicos, y esto también ha demostrado tener efectos secundarios devastadores.
De acuerdo con las investigaciones más recientes, hay un incremento en las tasas de autismo en aquellas áreas expuestas anualmente a la fumigación aérea de piretroides, un tipo de larvicida para mosquitos, en comparación con aquellas áreas donde la eliminación de los mosquitos se realiza a través de gránulos distribuidos en el suelo.
Un reporte de la revista Time Magazine dijo que: «De acuerdo con los autores, los niños que viven en zonas donde esta fumigación se realizaba cada verano tenían un incremento de alrededor del 25 % en el riesgo de un diagnóstico de autismo o un problema de desarrollo en comparación con los niños que viven en zonas donde la fumigación aérea no se practica».
Según el Dr. Steve Hicks, profesor asistente de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania: «En el pasado, varios estudios han informado sobre los vínculos entre los pesticidas y el riesgo de padecer autismo. Nuestros datos sugieren que la forma en que se aplican los pesticidas podría ser relevante o desempeñar alguna función en particular».
En investigaciones anteriores se ha encontrado que las mujeres embarazadas que han sido expuestas a los piretroides durante su tercer trimestre tienen más probabilidades de dar a luz a niños autistas, y los estudios realizados en animales sugieren que éstos provocan enfermedades neurológicas e inmunitarias, así como una disfunción reproductiva.
Algunos piretroides también actúan como disruptores endocrinos debido a que imitan al estrógeno. Dichos disruptores endócrinos pueden elevar sus niveles de estrógeno, lo cual promueve el desarrollo de los cánceres sensibles al estrógeno, como el cáncer de mama.
Además de las fumigaciones de rutina realizadas por las autoridades de control de pestes, hay más de 3 500 productos comerciales que contienen este insecticida.
Esto incluye artículos tales como insecticidas para cucarachas o pulgas en aerosol, así como los collares antipulgas o garrapatas para perros y en champús medicinales. (Los compuestos que terminan en «trina», como la bifentrina, permetrina y cipermetrina, son piretroides).
Las armas biológicas nos ponen a todos en peligro
Todo esto provoca la siguiente duda: ¿estaremos cometiendo un error al erradicar las plagas con productos tóxicos e insectos genéticamente modificados?
Debemos entender que hay un precio que pagar y ese precio se cobra poco a poco en nuestra salud y el medio ambiente. Estamos contaminando a nuestro mundo y a nuestros cuerpos, a favor de la «protección» del medio ambiente y la salud pública. Esa postura se contradice intrínsecamente.
Hay quienes de inmediato argumentan que no nos queda de otra. Pero esto no es del todo cierto. Lo que hace falta es la voluntad política y social de hacer los cambios necesarios, los cuales implican diezmar la industria química y adoptar por completo los métodos seguros de la agricultura regenerativa.
Cuando la naturaleza está en equilibrio, las plagas están en desventaja. Éstas continúan existiendo, pero se mantienen bajo control de forma natural.
Una vez que se reconstruye la población microbiana del suelo, lo demás se acomoda con facilidad. De esta manera, las plantas, además de estar mucho más sanas y llenas de nutrientes, se vuelven más resistentes a las enfermedades y plagas. Ciertas plantas, como las caléndulas, también pueden actuar como repelentes de plagas al emitir una fragancia que resulta desagradable para los insectos.
Puede que no sea tan efectivo como liberar un insecto transgénico diseñado para diezmar a toda la especie, o usar una poderosa toxina, pero si seguimos por el mismo camino, nos enfrentaremos a más de los mismos problemas. No tengo una solución inmediata a estos dilemas, pero creo que debemos comenzar un debate más abierto sobre lo que estamos haciendo y cuáles son nuestras opciones.
También necesitamos implementar soluciones pensando en el futuro en lugar de pensar solo en términos de semanas o meses. El futuro de nuestros hijos depende de estas decisiones.
Fuentes y referencias
- Atlantic April 26, 2016
- CDC.gov Microcephaly
- AAN.com, Common Problems in Pediatric Neurology: Micro- and Macroencephaly
- Washington Post January 29, 2016
- Oxitec.com, Florida Keys Project
- FDA.gov, Oxitec Mosquito
- CNN March 11, 2016
- Oxitec.com January 19, 2016
- Fox News May 5, 2016
- The Monroe County Tourist Development Council
- New York Times October 30, 2011
- Institute of Science in Society August 12, 2010
- Nature Biotechnology 29, 984-985 (2011)
- Oxitec Diamondback Moth
- Washington Post November 20, 2015
- Newsweek May 4, 2016
- Veterinary Research 2013:44:85
- Newsweek April 30, 2016
- Time Magazine April 30, 2016
https://es.sott.net/article/65749-Las-consecuencias-de-combatir-las-plagas-con-productos-quimicos-e-ingenieria-genetica