Como mínimo 110 personas han sido asesinadas este sábado en la aldea de Ogossagou, situada en el centro de Malí, cuando los hombres armados rodearon el lugar y abrieron fuego contra los residentes locales, ha confirmado a Reuters el alcalde de la localidad cercana de Bankass, Moulaye Guindo.
Las víctimas son pastores del pueblo nómada de los fulani, que residen en un vasto territorio de África occidental. Los atacantes llegaron a la aldea disfrazados de cazadores tradicionales de los Donzo alrededor de las 4 de la madrugada (GMT).
Por su parte, Abdoul Aziz Diallo, presidente de la asociación internacional Tabital Pulaaku que apoya a los fulani, afirmó que el número de muertos ya es de 115, y que entre los fallecidos se encuentran mujeres embarazadas y niños pequeños, mientras que otro dirigente de una milicia local de los fulani detalló que el líder de Ogossagou y sus nietos también están muertos, recoge AP.
«La aldea de Ogossagou está completamente devastada», comentó Guindo en referencia a uno de los ataques más mortíferos de este tipo en la región. El recuento de muertos aún sigue en curso a medida que se hallan más cadáveres.
Uno de los residentes locales comentó a Reuters bajo condiciones de anonimato que el ataque parece haber sido perpetrado en respuesta a la reivindicación este viernes de un afiliado de Al Qaeda de una redada que mató a 23 soldados la semana pasada. Aquel grupo declaró que la redada fue una represalia por la violencia de los militares de Malí contra los fulani.
Guindó agregó que además de Ogossagou también fue atacada otra aldea de los fulani, Welingara, pero se desconoce a cuántas personas exactamente mataron allí.
Por su parte, AP señala que los agresores eran combatientes del grupo étnico de los dogones. Los dogones y los fulani han coexistido en la parte central de Malí por mucho tiempo, pero la paz entre las dos etnias se quebrantó tras la llegada de yihadistas de otras partes del país.
Los dogones acusan a los fulani de apoyar a los extremistas vinculados con grupos terroristas, mientras que los fulani acusan a los dogones de apoyar al Ejército nacional en sus esfuerzos por erradicar el extremismo.