Tras leer esto que cuento no dirás más aquello de “me importa un pimiento”. Los pimientos cultivados al modo ecológico ofrecen mayor cantidad de vitamina C y mayores niveles de antioxidantes que los producidos de manera convencional. Esta es una prueba más de que los alimentos ecológicos son mejores, comida de verdad con más nutrientes que la convencional.
El mercado de productos de alimentación ecológica en España tuvo en el 2017 un crecimiento de un 14%, frente al 2% de los alimentos convencionales. Este movimiento, porque además de un “mercado” es una actitud alimentaria y de ética ecológica, no para de crecer en nuestro país (y en todo el mundo). Y las posibilidades son enormes pues por desgracia pues mientras que en España sólo el 42% de los hogares compra productos ecológicos, la media europea se sitúa en el 80%.
Quienes viven la cultura bio o aquellas personas que simplemente desean este tipo de productos piensan que son mejores.
Escribamos que no les importa un pimiento lo que se llevan a la boca y quieren comida de verdad. Y hay motivos para afirmar que lo son, que son mejores. Si un pimiento contiene más nutrientes que otro, el primero es mejor.
Así lo han demostrado investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), con la colaboración de la Unió de Llauradors, en un estudio que se centra en el pimiento y cuyas conclusiones son similares a los realizados con otras muchas hortalizas y alimentos producidos con las técnicas de la agricultura y ganadería ecológica.
El trabajo que comentamos se ha publicado en la revista PLoS One y en él se han analizado decenas de variedades de pimientos. El estudio forma parte de la tesis doctoral de la investigadora Ana María Ribes. El trabajo de campo se llevó a cabo en diferentes parcelas experimentales de la Marjal dels Moros, en Sagunto (Valencia).
Los investigadores analizaron durante dos años hasta 37 variedades de pimientos cultivadas tanto de manera convencional como siguiendo los criterios ecológicos. Como la propia Ribes ha explicado, han desarrollado el estudio comparativo más exhaustivo que se ha llevado a cabo hasta la fecha con pimientos de diferentes rincones del mundo y centrado en esa dualidad ecológico vs. convencional.
Entre las variedades analizadas, el estudio ha permitido conocer nuevos detalles sobre el pimiento Valenciano, Guindilla de Ibarra, Largo de Reus, Pimientos del Piquillo, del Bierzo, Riojano, de Arnoia o de Gernika, entre otras variedades nacionales. Entre las extranjeras están el Di Senise italiano, los jalapeños, chiles serranos y ajíes.
Adrián Rodríguez Burruezo, coordinador del estudio e investigador del Instituto para la Mejora y Conservación de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV) de la Universitat de València, argumenta con las conclusiones del estudio en la mano que lo que indica este trabajo es que las condiciones de bajos insumos (todos los productos y bienes usados para el cultivo) del cultivo ecológico
provocan una respuesta de los tejidos, hojas y frutos de las plantas que les permite acumular antioxidantes“.
Según Rodríguez Burruezo, durante la investigación también han comprobado
cómo las diferencias en vitamina C y compuestos fenólicos frente a cultivo convencional se incrementan con la maduración de los frutos”.
Para los investigadores del COMAV de la Universitat Politècnica de València, este estudio proporciona un valor añadido a la producción ecológica.
De este modo, a los agricultores les puedes ayudar incluso a seleccionar a la carta aquellas variedades tradicionales con mejor respuesta por producción y calidad nutricional a sus condiciones específicas de producción ecológica”, ha concluido en una entrevista con la agencia EFE Rodríguez Burruezo.
Es coautora del trabajo, María Dolores Raigón, investigadora también del COMAV-UPV y conocida por los lectores de este blog pues le hice una entrevista en la que, basándose en sus múltiples estudios del estilo del que comentamos, decía: “La alimentación ecológica es mejor, ofrece más nutrientes”.
Raigón explica que el cultivo ecológico se basa fundamentalmente en aportes de estiércol y ningún uso de pesticidas, ya sea de síntesis o incluso los que se aceptan en producción ecológica.
En el convencional, la base fue la utilización de fertilizantes de síntesis y pesticidas convencionales, ha indicado la investigadora.
Para determinar los diferentes aportes de compuestos nutricionales del pimiento cultivados con ambas técnicasse usaron herramientas como potenciométricos y aparatos espectrofotométricos que, según la especialista, permiten evaluar y comparar los niveles de muchos nutrientes en grandes colecciones de variedades, de manera rápida, sencilla y precisa.
Hay que destacar que los metanálisis realizados para comprobar si los alimentos ecológicos son mejores que los convencionales son muy pocos y suelen basarse en una zona concreta del mundo y con unos pocos alimentos. Vaya, que son pretenciosos.
Sin embargo, si buscamos análisis por productos individuales casi todas las comparaciones son a favor del eco, de su mayor oferta de nutrientes. Un ejemplo es este trabajo que, en palabras de sus autores,
demuestra claramente que los frutos de tomate de la agricultura ecológicatienen una calidad sustancialmente mejor en términos de concentraciones en sólidos solubles y fitoquímicos, como la vitamina C y los compuestos fenólicos totales”.
Sobre todo esto (y mucho más) escribo en mi libro Comida de verdad. Alimentación sin mentiras ni trucos (Akal, 2019).
Nuevas pruebas de que los alimentos ecológicos son mejores porque tienen más nutrientes