Desde hace ya tres años, el posicionamiento a través de GPS ha mejorado en toda la Unión Europea gracias al despliegue de nuestra propia de red de satélites bautizada como Galileo. La red pasó a contar con 26 satélites en julio de 2018, y los mejores móviles del mercado pueden utilizarlos para ubicarnos en los países de la UE junto con los satélites de GPS, GLONASS e incluso Beidou, con precisiones de un metro. Sin embargo, nuestra red de satélites lleva caída cuatro días.
Galileo, el GPS europeo, lleva cuatro días caído
En Tierra, suelen ser normales las caídas en servidores por averías, fallos eléctricos o ataques DDoS. Sin embargo, es raro que una avería haga que una red de satélites entera deje de estar operativa, donde Galileo lleva sin funcionar desde el 11 de julio, haciendo que nuestra ubicación GPS sea menos precisa.
Si vamos a la página de estado de los satélites, encontramos que, de los 26 satélites, 24 no están operativos por caída del servicio, apareciendo «Not usable» y «Service outage» en la mayoría de ellos, mientras otros dos llevan varios años sin estar disponibles. Los dos que están operativos están en «Testing», lo que implica que no están disponibles para uso en el mundo real por parte de los usuarios.
La Agencia del GNSS Europeo (GSA) es la que se encarga del mantenimiento de esta red de satélites, y no ha publicado ninguna información sobre por qué llevan cuatro días caídos. Lo único que comunicaron el mismo día de la caída fue un mensaje alertando a las empresas y a las agencias gubernamentales que dependan de Galileo que «la señal de los satélites iba a perder calidad o no iban a estar disponibles y que puede que no alcanzase los niveles mínimos de rendimiento». Una forma un tanto suave de decir que la red iba a estar completamente inoperativa.
La caída del servicio es más grave de lo esperado
En ese mismo mensaje se dice que iba el servicio iba a verse afectado «hasta próximo aviso», y que el servicio volverá a estar operativo lo antes posible, por lo que todo parecía una simple tarea de mantenimiento. Sin embargo, el día 13, publicaron un mensaje más preocupante en el que alertaron de «caída del servicio«, donde dicen que «hasta próximo aviso, los usuarios experimentarán una caída del servicio. Las señales no deberán ser utilizadas».
Así, la red de satélites que buscaba que la UE fuera independiente de los designios de Rusia, Estados Unidos y China no está operativa, y toca utilizar las redes de esos países mientras se arregla el fallo, cuyo origen sigue sin hacerse público. Curiosamente, en junio hubo una caída en el satélite en países como Israel, Irán, Iraq y Siria, donde se culpó a interferencias rusas de la caída mediante un ataque de spoofing de GPS, como los que llevan usando un tiempo con fines militares. ¿Ha conseguido Putin encontrar una manera de bloquear el funcionamiento de la red de satélites de la UE?
Lo más probable es que hubiera algún fallo al actualizar el software de los satélites. A los satélites de GLONASS ya le ocurrió algo parecido hace un tiempo.