Aunque te parezca increíble en varios países de América Latina son muchas las personas que han decidido casarse con un árbol antes que con otro ser humano. No se trata de un reto viral ni de la nueva moda entre los millennials, sino más bien de un compromiso serio. Entiende por qué.
Hay anillo, trajes y hasta torta. Casarse con árboles puede ser como cualquier otra ceremonia entre humanos. La diferencia es un detalle no más: uno de los novios es un árbol. Y si bien no se comunica, al menos en nuestro idioma, es cierto que se trata de una relación que puede durar muchos más años que tu pareja, efectivamente para toda la vida, o cientos de años para ser claros.
Y como otros compromisos, es una relación basada en la fidelidad. Pero ¿por qué alguien se casaría con un árbol? ¿Para llamar la atención? Sí, pero con un noble propósito: concientizar el mundo sobre la importancia de cuidar y proteger los árboles.
Así es que las bodas con árboles se han multiplicado. En Perú, por ejemplo, el actor Richard Torres ha aprovechado su fama promoviendo esa práctica. Incluso impulsó el proyecto «Cásate con un árbol» en diferentes países.
En 2018, una veintena de mexicanos contrajo matrimonio con árboles a los que prometieron cuidar durante sus vidas. Torres viajó a México y ofició la ceremonia: declaró esposos y esposas, compañeros de vida para siempre, a los árboles y a los vecinos que participaron. Lo hizo en nombre de Dios, la Madre Tierra y la Amazonía.
En agosto de se mismo año, el propio actor «se casó» con un árbol en la Ciudad Colonial de Santo Domingo con el objetivo de llamar la atención sobre la tala indiscriminada de árboles en ese país. Asistió a la ceremonia con un traje blanco, colocó un anillo a un árbol frente a la catedral de la capital dominicana y aceptó «su compromiso» ante un supuesto juez.
Tres meses después, Torres protagonizó una ceremonia masiva en Buenos Aires, en la que pidió públicamente al Gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, que se ocupe del medio ambiente. Decenas de personas dieron el «sí, quiero» a algunos árboles de la zona Palermo de la capital de Argentina. En esa ocasión, el célebre activista peruano recordó a los presentes que casarse con un árbol no es broma, «es algo muy fuerte, muy serio».
«Si una persona se casa con el árbol va a tener que comprometerse, porque si no lo hace las cuatro fuerzas de la naturaleza van a estar molestas», recalcó el actor.
El proyecto ‘Cásate con un árbol’ ha celebrado matrimonios con árboles en Colombia, Perú, Cuba, Guatemala, Chile y Bolivia.
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