– Una queja tan común como creciente de los padres en todo el mundo es que sus hijos adolescentes pasan demasiadas horas recostados en sillones y sofás jugando videojuegos, compartiendo autorretratos con amigos en línea y riéndose de los videos que visionan en plataformas digitales.
Ahora, el llamado a los jóvenes a dejar sus dispositivos móviles y salir al aire libre para realizar alguna actividad saludable tiene el respaldo de los investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una agencia de las Naciones Unidas.
Regina Guthold, experta de la OMS en salud infantil y adolescente, dijo que su nuevo informe encontró que la mayoría de los adolescentes no hacen suficiente ejercicio ya que el tiempo frente a la pantalla reemplaza cada vez más la actividad física en los hogares de todo el mundo.
El estudio de 13 páginas, publicado en la revista Lancet salud infantil y adolescente, encontró que más de cuatro quintas partes de los escolares de entre 11 y 17 años no realizan la actividad física recomendada de una hora diaria.
«La revolución electrónica ha provocado cambios en los patrones de movimiento entre los adolescentes”, con el reemplazo de juegos activos por los digitales, con lo que dejan de caminar y moverse y permanecen largo tiempo sentados o tumbados, “compromete los esfuerzos que se han hecho para aumentar la actividad física», dijo Guthold a IPS.
Los investigadores de la OMS reunieron datos de 1,6 millones de escolares en 146 países entre 2001 y 2016.
Hallaron que 81 por ciento de los jóvenes no realizaban su hora diaria de ejercicio. En el caso de la población infantil, en el caso de las niñas eran 85 por ciento las que se ejercitaban menos de una hora y en el de los niños 78 por ciento de los niños.
“Esto es un problema”, dijo Guthold, quien explicó que los adolescentes activos tienen corazones, huesos y músculos más sanos y tienden a no tener sobrepeso. También hay evidencia de que el ejercicio ayuda a los adolescentes a socializar y pensar con mayor claridad, añadió.
Durante toda la vida, mantenerse activo puede reducir la amenaza de muchas enfermedades, desde ataques cardíacos hasta derrames cerebrales y diabetes.
Hay grandes variaciones en todo el mundo. Alrededor de 97 por ciento de las niñas surcoreanas no realizan su actividad diaria, mientras en Filipinas son 93 por ciento de los niños los que no realizan una cantidad saludable de ejercicio.
En cambio, los investigadores observaron tasas relativamente bajas de inactividad entre los niños en Bangladesh (63 por ciento), India (72 por ciento) y Estados Unidos (64 por ciento), lo que se atribuyó a la obsesión del sur de Asia con el deporte del cricket y al énfasis en los deportes en las escuelas estadounidenses.
Si bien Guthold no pudo culpar definitivamente a las redes sociales preferidas de los adolescentes, como Snapchat o Instagram, de una generación de jóvenes inactivos, dijo que probablemente fue la causa de un fenómeno que se puede observar desde Albania hasta Zimbabwe.
«Especulamos que la revolución electrónica ha contribuido a que la mayoría de los países no hayan tenido éxito en reducir los niveles de actividad insuficientes», dijo Guthold, experta en estilos de vida saludable para la OMS, con sede Ginebra.
Los investigadores también notaron que la brecha entre niños y niñas se está ampliando.
Las niñas eran menos activas que los niños en todos con excepción de cuatro: Afganistán, Samoa, Tonga y Zambia.
La mayor diferencia entre niños y niñas se encuentra en Estados Unidos e Irlanda. En esos dos países, 64 por ciento de los niños y un mucho mayor 81 por ciento de las niñas estaban inactivos, dijeron los investigadores.
«La tendencia de que las niñas sean menos activas que los niños es preocupante», dijo Leanne Riley, coautora del estudio.
«Se necesitan más oportunidades para satisfacer las necesidades e intereses de las niñas para atraer y mantener su participación en la actividad física durante la adolescencia y la edad adulta», planteó.
Otra investigadora de la OMS, Fiona Bull, dijo que los gobiernos deberían abordar la brecha de género.
Los gobiernos deben abordar las razones sociales, económicas, culturales, tecnológicas y ambientales por las que los niños realicen más ejercicio que las niñas, y luego hacer algo para acortar esas desigualdades.
«Los países deben desarrollar o actualizar sus políticas y asignar los recursos necesarios para aumentar la actividad física», insistió Bull.
«Las políticas deberían promover el aumento de todas las formas de actividad física, incluso mediante la educación física que desarrolle la alfabetización física, más deportes, juegos activos y oportunidades de recreación», insistió la especialista.
T: MF