El «rayo verde» es el botín más codiciado de los cazadores de puestas de sol, un fenómeno físico que no deja indiferentes a los más exigentes

 

Rayo verde en Santa Cruz, California (EE.UU.) – Wikipedia
La ciencia que se esconde detrás del «rayo verde»
Uno de los muchos regalos con los que nos dispensa la naturaleza es el ocaso, el momento en el que nuestra estrella se encuentra sobre el horizonte y la luz se dispersa.
Es conocido que el sol emite una luz blanca que al descomponerse descubrimos que está formada por los colores del arco iris. Cuando penetra en la atmósfera los colores se dispersan en todas las direcciones, con mayor intensidad el violeta y el azul. Cuando el sol está a punto de sumergirse en el océano, cuando apenas el último rayo todavía es visible, el tono anaranjado se torna en verde.

 

Este fenómeno óptico -el rayo verde- es tremendamente escurridizo y, por ello, mágico y cautivador. Desgraciadamente sólo se podrá contemplar si el horizonte está despejado y se cumplen una serie de condiciones atmosféricas, que veremos más adelante.

La leyenda
Sobre el rayo verde se han contado todo tipo de leyendas, una de ellas afirma que la persona que lo observa tiene la capacidad de leer momentáneamente los pensamientos de las personas que se encuentran a su alrededor.

 

Las creencias más enraizadas giran en torno al amor. Algunas de ellas aseveran que si una pareja lo observa, su amor se sella para el resto de sus vidas. En el siglo XIX circulaba en Escocia una fábula que afirmaba que quien contemplaba el rayo verde durante una puesta de sol era una persona enamorada.

Cuando esta historia llegó a oídos de Julio Verne se puso a trabajar en una novela con esta base argumental, el resultado fue «El rayo verde» (1882), una de sus obras menos conocidas.

La trama es muy sencilla, dos solteros escoceses que tienen bajo su tutela una sobrina huérfana -Elena Campbell- se afanan por encontrar el famoso rayo verde (green flash) para disipar las dudas que tiene la joven antes de casarse. Si Elena contempla el rayo verde indica que ha encontrado el amor de su vida y, por tanto, deberá casarse con su prometido.

Un rayo verde en una puesta de sol vista desde el Observatorio del Roque de Los Muchachos en las Islas Canarias – Daniel López / IAC
Ni es rayo ni es verde

 

Desde un punto de vista descriptivo el rayo verde consiste realmente en un destello que, además, no siempre tiene que ser de color esmeralda, también puede ser azul, si bien es más difícil de observar. Este fenómeno óptico atmosférico dura apenas uno o dos segundos y emerge del borde superior del disco solar.

La verdad es que no es nada fácil de observar, ya que para poder contemplarlo es preciso que se cumplan una serie de circunstancias: el aire debe estar en calma, no tiene que haber turbulencias atmosféricas y las capas más próximas al horizonte deben actuar a modo de prisma, permitiendo la separación de los colores.

Si todo esto se cumple y queremos disfrutar de su contemplación lo mejor es que nos situemos en un punto elevado frente a un horizonte marino en el preciso momento en el que el sol está a punto de desaparecer (ocaso) o cuando se dispone a emerger (orto).
Ayudados por la tecnología

Es complicado ver el destello verde para el ojo desnudo, pero no sí hacemos uso de la tecnología. Puede bastar con una simple fotografía en el momento adecuado para inmortalizarlo.

La observación de las fotografías revelará datos que a simple vista se nos escapan como, por ejemplo, que comienza a aparecer en los dos extremos del arco solar, pero no en el centro, y que a medida que va desapareciendo queda reducido a un último reflejo verde, rodeado por un cielo anaranjado.

Para finalizar, subrayar que este fenómeno cromático no es exclusivo del sol, también puede observarse en la luna y en otros planetas.

Pedro Gargantilla
 
https://www.periodicoelnuevomundo.com/2019/12/el-rayo-verde-es-el-botin-mas-codiciado.html

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