Los autores del estudio también observaron que las personas con alta predisposición genética a perder ese cromosoma tenían mayor riesgo a sufrir algún tipo de cáncer.
En la investigación se analizaron muestras de 205.011 hombres, obtenidas de un banco de genes del Reino Unido. Los científicos identificaron 156 variantes genéticas autosómicas relacionadas con la pérdida del cromosoma Y, que se encontraban preferentemente cerca de genes involucrados en la regulación del ciclo celular, la susceptibilidad al cáncer o a los impulsores somáticos del crecimiento tumoral.
Los investigadores estiman que el 20 % de la población masculina representada en el estudio habría perdido el cromosoma Y, mientras que en las muestras de personas mayores de 70 años ese porcentaje llegaba hasta 43,6 %.
Análisis posteriores mostraron que las personas con alta predisposición genética a perder el cromosoma Y tenían mayor riesgo a sufrir algún tipo de cáncer. Las variantes genéticas autosómicas encontradas también influyeron en otros aspectos como el envejecimiento reproductivo o la diabetes tipo 2.
El biólogo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) John Perry, quien dirigió el estudio, sugiere que este hallazgo es una muestra del daño que sufre el ADN a lo largo de la vida. «Suponemos que la pérdida del cromosoma Y está determinada por mecanismos comunes que predispone a la inestabilidad del genoma y al cáncer en muchos tipos de células», señaló Perry.