Los hallazgos en Grotta dei Moscerini (Italia) así lo atestiguan
Fuentes de información digital utilizadas
Sinc
Fuente de las imágenes
PLoS ONE
Como sucede a menudo, el reestudio de materiales procedentes de excavaciones antiguas con técnicas y perspectivas actuales puede proporcionar importantes y novedosos datos para la investigación. En este caso, un equipo de la Universidad de Colorado ha revisado todos los materiales procedentes de la excavación de la cueva, y a lo largo del proceso las herramientas producidas sobre conchas marinas han ido adquiriendo protagonismo.
Al observar detenidamente los distintos fragmentos de conchas, el equipo se percató que mientas algunas piezas tenían la superficie exterior erosionada, como las conchas que podamos recoger ya en la playa, otras mantenían sus superficies brillantes. Estas segundas habrían sido arrancadas del lecho marino mientras sus organismos aún estaban vivos.
Paola Villa, autora principal del estudio publicado en PLoS ONE, ha declarado a Sinc que es muy posible que estos grupos neandertales buceasen a profundidades de 2 a 4 metros para obtener estos ejemplares.
Para fabricar sus herramientas, habrían golpeado las conchas con piedras a modo de martillo. Mediante esta práctica se obtenían fracturas con filos muy cortantes que han permanecido afilados durante largo tiempo.
Junto a las conchas, en la cueva se documentaron abundantes fragmentos de piedra pómez. Esta piedra de origen volcánico podría haber sido otro recurso proporcionado por el mar, ya que podría haber llegado hasta la playa de Moscerini procedente de las erupciones de los volcanes en el área del Golfo de Nápoles, que se encuentra a unos 70 kilómetros de distancia del yacimiento. Otro ejemplo de explotación de recursos marinos, sin alcanzar tales profundidades, lo tenemos en el Abrigo del Cuco (Cantabria), donde hace 45.000 años sus habitantes neandertales disfrutaban del consumo de lapas y erizos de mar.