En la ciudad de Bombay, en una calle comercial ruidosa y concurrida, vive un sabio iluminado, Sri Nisargadatta Maharaj. Es miembro del linaje espiritual de los Navanathas. Nació en Bombay, en el auspicioso día de Hanuman Jayanti, en marzo de 1897, fue nombrado Maruti. Su padre Shivrampant Kampli y su madre Parvatibai eran muy religiosos. Fue criado en una granja en Kandalgaon, un pueblo al sur de Bombay, tenía una mente alerta e inquisitiva y estaba profundamente interesado en asuntos religiosos y filosóficos. Maruti se mudó a Bombay en 1918, y en 1924 se casó con Sumatibai, quien le dio un hijo y tres hijas.
Comenzó su vida en Bombay como empleado de oficina, pero su naturaleza enérgica e independiente pronto lo llevó a dedicarse al comercio minorista. Abrió una pequeña tienda de «bidis», donde fabricaba y vendía cigarrillos del país. En pocos años tuvo varias tiendas pequeñas. Sin embargo, había una creciente hambre de verdad en él. Se acercó al gran santo Sri Siddharameshwar Maharaj y fue iniciado por él. En menos de un año estaba listo para celebrar encuentros y dar discursos religiosos.
Después de la muerte de su preceptor en 1936, la necesidad de autorrealización llegó a su apogeo y en 1937 abandonó a su familia y sus negocios y tomó la vida de un monje errante. En su camino hacia el Himalaya, donde tenía la intención de pasar el resto de su vida, se encontró con un hermano discípulo que lo convenció de que una vida de desapego en la acción sería espiritualmente más fructífera.
Al regresar a Bombay, encontró que solo quedaba una pequeña tienda de sus negocios. Por el bien de su familia, dirigió el negocio y dedicó toda su energía a la sadhana espiritual. Se construyó una entreplanta como lugar para la meditación.
En sus propias palabras: «Cuando conocí a mi Guru, él me dijo: «Tú no eres lo que crees ser. Averigua lo que eres. Observa la sensación ‘yo soy’, encuentra tu verdadero yo». Hice lo que él me dijo. Todo mi tiempo libre lo pasaba observándome a mí mismo en silencio. ¡Y qué gran diferencia supuso eso, y qué pronto! Tardé sólo tres años en realizar mi verdadera naturaleza».
Pronto, atraídos por su sabiduría y elocuencia, la gente comenzó a reunirse en la calle cerca de su tienda y hablaba con ellos cuando estaba libre. Más tarde, cuando su hijo se hizo cargo del negocio, las reuniones se trasladaron a la casa. Muchos extranjeros, así como hindúes, encontraron su camino a su humilde morada y Maurice Frydman, un devoto polaco, a menudo actuaba como traductor. Las preguntas y respuestas eran tan interesantes que se hicieron grabaciones en cinta. Maurice Frydman tradujo muchas de estas conversaciones esclarecedoras al inglés y en 1973 se publicaron bajo el título I Am That (Yo Soy Eso). Como resultado, los lectores de muchos países diferentes ahora vienen a Bombay, buscando la guía espiritual de Sri Nisargadatta Maharaj. La sala actual ahora es totalmente inadecuada para acomodar el flujo creciente de visitantes y hay planes en marcha para adquirir un lugar más grande.
La pequeña habitación superior en el número 10 de Khetwadi Lane, construida hace muchos años para hacer meditación, se llena todos los días durante los períodos de preguntas y respuestas. Las paredes de la sala están llenas de retratos de grandes santos de diferentes religiones. Hay un ambiente agradable y relajado. La ruidosa calle exterior se olvida. La pequeña figura de Maharaj es el foco de atención. En apariencia es bajo, tal vez cinco pies de alto, calvo, con ojos centelleantes y penetrantes y una sonrisa contagiosa. Alguien comentó una vez sobre su gran nariz y orejas y su respuesta sonriente fue: «Quizás soy descendiente de Ganesha (el dios elefante)», ilustra su rápido ingenio y su despreocupación por las apariencias. Parece ser una persona común y corriente, muy parecido a usted y a mí, por muy poco tiempo. Pronto uno comprende que, por increíble que parezca, aquí hay un ejemplo vivo de que ¡SE PUEDE HACER – ¡SE HA HECHO! Se renueva el coraje, la mente se calma, y hay una sensación de bienestar, de felicidad.
Bromea, ríe, frunce el ceño, sacude el dedo, golpea el puño para enfatizar un punto. Diferentes expresiones juegan en su rostro como la luz del sol sobre el agua. ¡Es magnífico! Uno siente su energía vibrante, la pura alegría de ser, fluyendo de él. Responde a todas las preguntas de manera simple, clara y concisa, sin citar las escrituras ni proponer doctrinas. Es amable y gentil mientras derriba todos tus apoyos. Los conceptos apreciados se ven por lo que son: meras palabras. Ahora se entiende el valor del Sat-Sangh.
Su mensaje es simple y directo: «Tú ERES el Ser aquí y ahora. Deja de imaginarte a ti mismo como ‘esto’ o ‘aquello’. Suelta tu apego a lo irreal». Los mejores ejemplos de sus enseñanzas se encuentran en I Am That. A continuación se dan algunos extractos:
Capítulo 1: No ve que todos sus problemas son los problemas de su cuerpo ―alimento, vestido, techo, familia, amigos, nombre, fama, seguridad, supervivencia― todo esto deja de tener sentido en el momento en que usted se da cuenta de que tal vez no sea simplemente un cuerpo.
Cuando la mente permanece en el «yo soy» sin moverse, se entra en un estado que no se puede expresar con palabras, pero que se puede experimentar. Lo único que debe hacer es intentarlo una y otra vez…
Usted observa el sentir del corazón, el pensar de la mente, el actuar del cuerpo; el propio acto de percibir muestra que uno no es lo que percibe.
Capítulo 3: La mente solo se convierte en un problema cuando se niega a fluir con la vida y se queda estancada en las orillas. Fluir con la vida quiere decir aceptación: dejar llegar lo que viene y dejar que se vaya lo que se va. No desee, no tema, observe lo que acontece, cómo y cuando sucede, puesto que usted no es lo que sucede, usted es a quien le sucede.
Capítulo 15: La persona es algo muy pequeño. En realidad es un compuesto, no puede decirse que exista por sí misma. Desapercibida, simplemente no existe. No es más que la sombra de la mente, la suma total de la memoria. El ser puro se refleja en el espejo de la mente, como el conocer. Lo que se conoce adquiere la forma de una persona, basada en la memoria y el hábito. No es más que una sombra, o una proyección del conocedor en la pantalla de la mente.
Capítulo 16: ¿Qué hay de malo en ser, conocer y actuar sin esfuerzo y felizmente? ¿Por qué considerarlo tan inusual como para esperar la inmediata destrucción del cuerpo? ¿Qué hay de malo en el cuerpo para que tenga que morir? Corrija su actitud hacia su cuerpo y déjelo en paz. No lo consienta, no lo torture, simplemente déjelo que siga funcionando, la mayor parte del tiempo por debajo del umbral de la atención consciente.
Capítulo 17: La meditación le ayudará a encontrar sus límites, a aflojarlos, a desatarlos y a soltar sus amarras. Cuando ya no está atado a nada, habrá hecho su parte. El resto será hecho para usted. ― Por quién ? — Por el mismo poder que le ha llevado hasta aquí, que impulsó a su corazón a desear la verdad y a su mente a buscarla. Es el mismo poder que le mantiene vivo. Puede llamarlo Vida o lo Supremo.
Capítulo 19: Recuerde que el lenguaje es un instrumento de la mente; está hecho por la mente para la mente.
Capítulo 20: Buscar las causas es un pasatiempo de la mente. No hay ninguna dualidad de causa y efecto. Todo es su propia causa.
Cuando usted entiende que no es la persona sino el testigo puro y tranquilo, y que la conciencia sin miedos es su verdadero ser, usted es el ser.
Los deseos son sólo olas en la mente. Usted reconoce una ola en cuanto la ve. Un deseo es sólo una cosa entre otras muchas. No siento necesidad de satisfacerlo, no hay necesidad de realizar ninguna acción. La liberación de los deseos significa eso: ausencia de la compulsión por satisfacerlos.
Capítulo 21: Nada puede liberarle porque usted ya ES libre.
Capítulo 29: Al igual que una enfermedad de deficiencia se cura por medio del suministro del factor que falta, así también las enfermedades del vivir se curan mediante una buena dosis de desapego inteligente.
¡No hace falta una salida! ¿No ve que la salida es también parte del sueño? Lo único que tiene que hacer es ver el sueño como sueño.
La idea misma de ir más allá del sueño es ilusoria. ¿Por qué ir a alguna parte? Sólo dése cuenta de que está soñando un sueño al cual llama el mundo y deje de buscar salidas.
Capítulo 30: ¿Qué teoría de la creación es verdadera? ― Todas son verdaderas, todas son falsas. Puede escoger la que más le guste… Experimente con cualquier teoría que le guste ― si es usted serio y sincero, el logro de la realidad será suyo. Como ser viviente está atrapado en una situación intolerable y dolorosa y está buscando una salida. Se le están ofreciendo distintos planos de su prisión, ninguno de ellos completamente verdadero. Pero todos ellos tienen cierto valor, pero solo si usted es completamente sincero. Es la sinceridad lo que le libera y no la teoría.
Capítulo 42: Lo único que puede hacer es captar el punto central de que la realidad no es un hecho y que no sucede, y que cualquier cosa que suceda, cualquier cosa que venga y vaya, no es la realidad. Vea el hecho solo como un hecho, lo transitorio como transitorio, la experiencia como mera experiencia, y habrá hecho ya todo lo que puede hacer. Entonces será usted vulnerable a la realidad, no se armará contra ella, como cuando concedía realidad a los hechos y las experiencias.
Capítulo 63: La propia vida no tiene deseos. Pero el falso yo quiere continuar con el placer, por lo tanto siempre está atareado en asegurarse la continuidad. La vida es valerosa y libre. Mientras usted tenga la idea de influir en los acontecimientos, la liberación no es para usted. La propia idea del hacer, de ser una causa, es esclavitud.
Capítulo 67: Es la mente quien le dice que la mente está ahí. No se deje engañar. Todos estos interminables argumentos sobre la mente están producidos por la mente misma, para su propia protección, su continuidad y su expansión. El abierto rechazo a entretenerse en los repliegues y convulsiones de la mente es lo que puede llevarlo a usted más allá de ella.
Capítulo 71: ¡Está buscando las causas de ser lo que no es! Es una búsqueda inútil. No hay ninguna causa, excepto la ignorancia de su ser real, que es perfecto y está más allá de toda causación.
Capítulo 72: Cuando usted lucha, invita a la lucha. Sin embargo cuando no opone resistencia, no encuentra resistencia. Cuando se niega a jugar el juego, está usted fuera de él.
Nada le impide de ser un jnani aquí y ahora, salvo el miedo. Usted teme ser impersonal, teme al ser impersonal. Todo es muy sencillo. Apártese de sus deseos y de sus miedos y de los pensamientos que ellos crean, y de pronto se hallará en su estado natural.
Capítulo 73: La libertad significa abandonar. La gente simplemente no quiere abandonarlo todo. No saben que lo finito es el precio de lo infinito, al igual que la muerte es el precio de la inmortalidad. La madurez espiritual es la disposición de abandonarlo todo. El abandono es el primer paso. Pero el auténtico abandono es darse cuenta de que no hay nada que abandonar, puesto que nada es de uno. Es como en el sueño profundo; usted no abandona su cama cuando se queda dormido, simplemente se olvida de ella.
Capítulo 78: Nadie puede decir: «yo soy el testigo». El «yo soy» siempre es atestiguado. El estado de conciencia desapegado es la consciencia-testigo, es la «mente-espejo». Surge y desaparece con su objeto, y por eso no es totalmente lo real. Sin embargo sea cual sea su objeto, permanece siempre igual, por lo que también es real. Participa de ambos, de lo real y de lo irreal, y de este modo es un puente entre los dos.
Capítulo 95: Manténgase tranquilo, permanezca en calma, y la sabiduría y el poder llegarán por sí solos. No necesita ansiarlo. Espere en el silencio del corazón y la mente. Es muy fácil estar tranquilo, pero es raro quererlo. Ustedes quieren convertirse en superhombres de la noche a la mañana. Permanezcan sin ambición, sin el menor deseo, expuestos, vulnerables, desprotegidos, inseguros y solos, completamente abiertos a la vida y dándole la bienvenida tal como venga, sin la convicción egoísta de que todo debe proporcionarles placer o beneficio, ya sea material o supuestamente espiritual.
Capítulo 97: El mundo le parece a usted tan abrumadoramente real porque piensa en él todo el tiempo; deje de pensar en él y se disolverá como niebla. No necesita olvidar; cuando el deseo y el miedo se terminan, acaba también el cautiverio. La implicación emocional, el patrón de lo que nos gusta y lo que no nos gusta, que denominamos carácter y temperamento es lo que crea el cautiverio.
No tema liberarse del deseo y del miedo. Ello le permitirá vivir una vida muy diferente de todo lo que conoce, mucho más intensa e interesante, pues, de hecho, al perderlo todo, lo gana todo.
Capítulo 99: Para encontrar la realidad debe usted ser real en la más pequeña de las acciones cotidianas. En la búsqueda de la verdad no puede haber engaño.
Capítulo 100: Antes de poder aceptar a Dios, debe aceptarse a sí mismo, lo cual es mucho más espantoso. Los primeros pasos en la aceptación de uno mismo no son nada agradables, puesto que uno ve no es una vista precisamente hermosa. Se necesita de todo el coraje para seguir adelante. Lo que ayuda es el silencio. Mírese a sí mismo en completo silencio, no se describa usted. Mire el ser que usted cree ser y recuerde: usted no es lo que ve. El proceso de la auto-indagación es: «Yo no soy esto, ¿qué soy yo?». No hay otros medios para la liberación, todos los medios retrasan. Rechace resueltamente lo que usted no es, hasta que el ser real surja en su gloriosa vaciedad, su no-cosidad.
Solo mírese a usted mismo tal como es, véase a sí mismo como es, acéptese a sí mismo como es y profundice cada vez más en lo que usted es.
Usted se libera de lo que ha comprendido. Las expresiones externas de la libertad pueden tardar un tiempo en aparecer, pero ya están ahí.