Cinco años de monitoreo a fondo con la ayuda de un flamante telescopio con base en el Reino Unido ha llevado a los científicos a concluir que los orígenes de los FBR de referencia podrían potencialmente ser rastreados a través del análisis de la regularidad con que aparecen en los radares de la Tierra.
Después de que uno de los estudios cósmicos impulsara a los astrónomos a reconsiderar la teoría de que los FRB son eventos únicos, el Observatorio Jodrell Bank en Cheshire, que ha reanudado recientemente su trabajo, reveló exactamente lo que está sucediendo con el FRB 121102 al discernir otras 32 ráfagas en cinco años, con el patrón que se cree que es recurrente.
El equipo dirigido por los astrónomos de Jodrell Bank utilizó el icónico Telescopio Lovell de 76 metros en su investigación conjunta publicada el otro día en los Avisos Mensuales de la Real Sociedad Astronómica. Lo que parece ser una asombrosa pista sobre los orígenes de las aún poco estudiadas ráfagas de radio rápidas, o FRBs, los científicos han concluido que cada ráfaga de radio de FRB 121102 duró aproximadamente 90 días seguidos de un silencio de 67 días, repitiéndose la misma cada 157 días.
«Detectar una periodicidad proporciona una importante limitación en el origen de las ráfagas y los ciclos de actividad podrían argumentar en contra de una estrella de neutrones en precesión», comentó el autor principal, el Dr. Kaustubh Rajwade de la Universidad de Manchester.
Anteriormente se pensaba que el eje oscilante de una estrella de neutrones – el núcleo colapsado de una estrella gigante y el resultado de la explosión de una supernova – era la causa de FRB 121102, sin embargo las últimas investigaciones han sustentado una teoría algo diferente.
a escala de tiempo del patrón de repetición del FRB 121102 fue una gran sorpresa, ya que es casi 10 veces más largo que el patrón de 16 días del «otro» «repetidor» realmente interesante -FRB 180916.J10158+56, que fue recientemente detectado por el telescopio CHIME (Hydrogen Intensity Mapping Experiment) con base en Canadá.
De acuerdo con Duncan Lorimer, Decano Asociado de Investigación de la Universidad de Virginia Occidental, este «excitante descubrimiento» enfatiza lo poco que sabemos acerca de cómo se forman los FRBs.
«Se necesitarán más observaciones de un mayor número de FRBs para obtener una imagen más clara sobre estas fuentes periódicas y dilucidar su origen», señaló Lorimer, quien ayudó a elaborar la tan necesaria técnica de análisis de datos.
Como resultado de un largo seguimiento, el equipo ha vinculado los orígenes de dichos eventos a enigmas cósmicos tales como la evolución de las estrellas de neutrones, los agujeros negros y el movimiento orbital de las estrellas masivas.