Hemos visto que la evolución integral consciente en el camino místico cristiano ocurre cuando tomamos lo mejor del pasado y trascendemos lo peor. Si luego agregamos lo que nuestros contemporáneos en el camino del desarrollo están descubriendo, ampliamos enormemente nuestros horizontes.
Si bien hay muchos hombres y mujeres que están ofreciendo contribuciones y conocimientos maravillosos a la iglesia en evolución, destacamos a cuatro místicos que hemos encontrado particularmente influyentes y visionarios. Empezamos con Ken Wilber la semana pasada, y esta semana añadimos a Jorge Ferrer, Raimon Panikkar y Teilhard de Chardin.
Jorge Ferrer
Jorge Ferrer (1968 -) es un psicólogo y pensador participativo español radicado en Estados Unidos. Es mejor conocido por su trabajo que une la teoría participativa con la psicología transpersonal, los estudios religiosos, la educación integral y la sexualidad y las relaciones íntimas. Es profesor de psicología en el Instituto de Estudios Integrales de California en San Francisco, donde fue director del departamento de Psicología Este-Oeste.
Los cuatro centros del conocimiento espiritual
Nuestra práctica de los cuatro centros del conocimiento espiritual se basa en la investigación de Ferrer, que ha sido incorporada a la práctica de investigación espiritual supervisada por la escuela de posgrado del Instituto de Estudios Integrales de California.
Numerosos sistemas de energía trabajan con los tres centros: cabeza, corazón y hara (intestino). Jean Gebser, académico y fenomenólogo de la conciencia, correlaciona el centro inferior del cuerpo con la parte debajo de la cintura. Dice que este es el centro vital asociado con la tierra y nuestra unidad con ella. Con el énfasis del cristianismo en la encarnación, creemos que es útil unirnos a Gebser, Ferrer y otros para agregar un cuarto centro: los pies. Los pies sirven como un punto de anclaje a la realidad material, conectando con la tierra y moviéndose hacia nuestra encarnación.
Para mí (Paul), los brillantes escritos de Ferrer han servido tanto para aplicar como para criticar a Wilber de una manera que he encontrado particularmente útil. Como ejemplo, Wilber es un perennialista, una perspectiva en la filosofía y la espiritualidad que considera que todas las tradiciones religiosas del mundo comparten una única verdad u origen metafísico del que ha crecido todo el conocimiento y la doctrina esotéricos y exotéricos. Una interpretación más popular aboga por el universalismo, la idea de que todas las religiones, debajo de las diferencias aparentes, apuntan a la misma Verdad. Se expresa comúnmente con la idea de que hay muchos caminos hacia Dios que suben por la montaña. Todos conducen a la cima (a Dios), simplemente por diferentes senderos.
Ferrer cree que esto distorsiona el mensaje esencial de varias tradiciones religiosas y privilegia ciertos caminos espirituales sobre otros. Esto plantea serios obstáculos para el diálogo y la investigación espirituales. En cambio, sugiere que «la espiritualidad surge de la participación co-creativa humana en un poder espiritual siempre dinámico e indeterminado. Esta comprensión participativa no solo hace que las clasificaciones jerárquicas de las tradiciones espirituales parezcan erróneas, sino que también restablece nuestra conexión directa con la fuente de nuestro ser y amplía la gama de elecciones espirituales válidas que nosotros, como individuos, podemos hacer».
Ferrer propone, en cambio, que hay un océano de espiritualidad que tiene muchas orillas. Las costas son todas diferentes, sin embargo, bordean el mismo océano. Esto significa que, si bien el Dios del cristianismo es bastante diferente del Dios del hinduismo, ambos están en contacto con el océano. El camino del budismo no tiene un concepto de Dios, pero también tiene una orilla en el océano. Eso significa que, aunque considere que el cristianismo es más verdadero y válido para mí que cualquier otro camino, dejo que otras tradiciones mantengan el mismo punto de vista sobre sí mismas y me niego a convertir una lista de religiones en cualquier tipo de jerarquía universal. No somos ni mejores ni peores, sino diferentes: una orilla más en el océano del espíritu. Tampoco elevamos el estado no-dual de unión con Dios por encima de la comunión amorosa con Dios en el estado sutil. Sin embargo, dentro de cualquier religión dada, ciertamente hay algo que es más verdadero y menos verdadero. Por tanto, las etapas más evolucionadas de cualquier camino son más verdaderas, complejas y holísticas.
Otro tema destacado en la obra de Ferrer es lo que él llama nuestra «participación en el Misterio», o lo que llamamos co-creación con Dios. Él cree que los acontecimientos espirituales participativos pueden involucrar a toda la gama de formas del conocimiento humano (racional, imaginal, somático, vital, estético) con el desarrollo creativo del Misterio en la promulgación ―o «surgimiento»― de una pluralidad de mundos religiosos ontológicamente ricos. Con esto, Ferrer busca evitar tanto la reducción secular posmodernista de la religión a un constructo enteramente humano como la visión religiosa de una sola tradición como superior o representativa del todo. Esto significa que trabajamos con el Misterio para dar forma e interpretar nuestro camino espiritual. Por lo tanto, por ejemplo, en el cristianismo, las realidades espirituales son siempre una combinación creativa de Dios y nosotros. Esto no significa que sean menos reales o algo así como la realidad virtual de la simulación generada por ordendor. Las realidades espirituales co-creadas por nosotros y Dios realmente existen.
Raimon Panikkar
Raimon Panikkar (1918-2010) fue un sacerdote católico español. Obtuvo un doctorado en filosofía en la Universidad de Madrid, un doctorado en química y un tercer doctorado en teología en la Universidad Pontificia Lateranense de Roma. ¡Supongo que le gustaba estudiar!
Él escribió: «Dejé Europa como cristiano, descubrí que era hindú y regresé como budista sin haber dejado de ser cristiano».
Para nosotros, su comprensión incisiva de la palabra «Cristo» es fundamental. Panikkar afirma: «Cristo es el símbolo cristiano de toda la realidad». Él ve la realidad compuesta de tres dimensiones irreductibles e inter-independientes: la Divina, la Humana y la Cósmica, en total relacionalidad. Lo divino, lo humano y lo cósmico van de la mano sin confusión ni separación.
Esto tiene un valor muy práctico para nosotros, ya que forma el marco teológico para los cuatro centros de conocimiento espiritual en el Despertar Místico de Todo el Cuerpo:
(1) Nuestra Realidad Divina se accede principalmente por medio de nuestro vientre espiritual.
(2) Nuestra Realidad Humana está ricamente conectada con todos los seres humanos en nuestro corazón.
(3) Nuestra Realidad Cósmica está imbuida de nuestra encarnación y realidad material, que encuentra un punto de contacto en nuestros pies.
(4) Podemos observar todas estas formas de lo divino, lo humano y lo material mediante nuestra visión desde la mente.
Aunque lo divino, lo humano y lo cósmico parecen tener un lugar de acceso inicial o primario en nuestros centros de conocimiento espiritual, también los encontramos en los demás. La divinidad, la humanidad y la materialidad no están separadas aunque no sean lo mismo.
Panikkar escribe sobre la tríada crística de divinidad, humanidad y materia como;
Dioses, ángeles y espíritus,
presentes aquí y ahora―
Los seres humanos y todos los seres vivos
asistiendo aquí y ahora―
Bancos, muros, piedras y espacios sagrados,
morando aquí y ahora―Que mis palabras estén en Armonía
con todo el Universo,
contribuyan a su Justicia,
realcen su Belleza,
y hablen en Libertad,
para que la Paz esté
más cerca de nuestro mundo.Amén
Teilhard de Chardin
Teilhard de Chardin (1881-1955) fue un sacerdote jesuita y paleontólogo, y uno de los primeros pioneros de una espiritualidad evolutiva cristiana. Fue camillero en la Primera Guerra Mundial, y parte del equipo que descubrió al Hombre de Pekín y vivió la mayor parte de su vida viendo cómo sus ideas y escritos eran suprimidos por la iglesia católica.
A mí (Luke) me ha impactado especialmente Teilhard, como habrás notado en muchos de mis escritos, tanto como guía como escritor. Si bien sus escritos visionarios cubren una serie de ideas y principios esclarecedores y perspicaces, encontramos algunos en particular que nos han influenciado e inspirado especialmente.
Una de las cosas centrales a las que Teilhard vuelve una y otra vez es la primacía del amor. Dice: «Sólo el amor es capaz de unir a los seres vivos de tal manera que los complete y satisfaga».
Este es un regalo y una ofrenda vital del camino místico cristiano de hoy, que pone en primer plano una expresión más elevada y más profunda de la energía del amor en, con y el uno por el otro. Si bien gran parte de nuestra cultura se fija en el amor romántico (y la religión a menudo en rechazarlo), Teilhard reclama el reconocimiento de su poder cósmico y evolutivo:
«Impulsados por las fuerzas del amor, los fragmentos del mundo se buscan, para que el mundo pueda llegar a existir. Ésta no es una metáfora; y es mucho más que poesía.»
Basándose en su formación como científico, ve el principio de la energía radial como motor de la evolución, la energía que une y transmite una mayor complejidad e inclusividad. Para Teilhard, este es el amor eros de un orden y propósito superiores: la evolución de la humanidad.
En muchos sentidos, eso es lo que buscamos hacer en nuestros grupos de WeSpace.
Teilhard considera que este amor necesita tanto una expansión cósmica universal como una expresión profundamente personal y particular. Lo ve expresado tanto en el Cristo Universal del Cosmos como en la muy íntima persona de Cristo, el corazón de Jesús, hablando y presente en su vida y en la nuestra.
Y como Panikkar, abraza profundamente el mundo material y la presencia divina dentro de él. Como paleontólogo, amaba las rocas e incluso escribió un «Himno a la Materia». De esta manera, no solo abraza el don de la encarnación del cristianismo, sino que ayuda a iluminar eso que incluye toda la creación y todo el cosmos. Lo divino en todas las cosas.
La percepción de Teilhard sobre «la matriz del espíritu» en el mundo material fue un movimiento místico hacia la profunda red de la vida. Sus palabras transmiten una percepción palpable de la encarnación cuánticamente entrelazada de la conciencia despierta con la realidad material.
Sostiene una roca brillante, recién desenterrada, de color ámbar y burdeos. Es para ti. Es para tu cuerpo, tu ser físico. Siente su vibración sutil; escucha su voz suave. Mantenla cerca de tu corazón, de tu vientre.
¿Qué es lo que sabe tu cuerpo que está tratando de decirte?
«Si unimos la cabeza al cuerpo ―la base a la cima― entonces, de repente, surge una oleada de plenitud».
Muchas voces
Quizás estas voces también te hablen a ti, o quizás las escuches de otras personas. Hay muchos místicos maravillosos que escriben y viven una iglesia más integral, ¡incluyéndote a ti! Todos podemos aprender algo de cada uno de ellos. Seguro, algunos más que otros. Todos tenemos algo de la visión verdadera, pero parcial, de cómo es y llegar a ser una nueva iglesia.
Por eso buscamos integrar lo que se puede obtener de los visionarios del pasado, los exploradores y pioneros del presente, y también de nuestros propios viajes y experiencias.
https://www.nodualidad.info/articulos/evolucion-iglesia-integral-2.html