Oregon, el estado pionero en Estados Unidos en materia de legalización del consumo de drogas, se acaba de convertir en el primero en despenalizar las llamadas «drogas duras».
La aprobación de la Ley de Tratamiento y Recuperación de la Drogadicción («Drug Addiction Treatment and Recovery Act») determina que la policía en Oregon dejará de perseguir a personas que consumen drogas como heroína, crystal method, cocaína, MDMA, LSD y otras. La medida se basa en la noción de que las personas que sufren adicciones a estas sustancias no deben ser tratadas como criminales sino como personas con problemas de salud, a quienes resulta más benéfico ayudar a través de planes de salud pública y no con medidas punitivas.
En el marco de esta ley se han despenalizado sólo dosis de consumo personal, es decir, 1 gramo de heroína o de MDMA, 2 gramos de cocaína o metanfetamina, 12 gramos de psilocibina y 40 dosis de LSD. A partir de ahora, quienes sean sorprendidos consumiendo o portando dichas sustancias en dichas cantidades podrían ser multados pero también podrían evitar la sanción si, después de una evaluación oficial, la autoridad correspondiente determina que la persona en cuestión califica como adicta.
Esta medida parece estar inspirada en la descriminalización de las drogas que se implementó en 2001 en Portugal con notable éxito pues, contrario a lo que se pensaba, esa aparente «relajación» en la persecución de los consumidores de drogas no condujo al aumento en el uso de sustancias y, en cambio, sí redujo las patologías asociadas, incluyendo las hospitalizaciones y muertes por sobredosis, o ciertos delitos asociados con el tráfico ilegal de drogas.
Curiosamente, en Oregon los fondos para la atención a adicciones se obtendrán de los impuestos que la comercialización y el consumo de marihuana generan en el estado, ambas actividades legales para fines médicos y recreativos desde 2014.
Por otro lado, cabe mencionar que en esta última elección en los estados de Arizona, Nueva Jersey, Montana y Dakota del Sur se votó por legalizar el consumo recreativo de la marihuana, siguiendo en esto el ejemplo de estados como Colorado y California, que han estimulado su economía mediante la legalización.
En la última década hemos visto que estados como Oregon, California o Colorado han influido en las políticas públicas de otros estados en materia de drogas, por lo que esta aprobación podría dictar la pauta para otros estados de la Unión Americana y posiblemente incluso de otros países, lo cual sería digno de celebrarse, en la medida en que un acercamiento de este tipo podría contribuir a maneras más pacíficas de tratar esta situación.
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