Un joven barcelonés se ha declarado «transespecie» y se ha implantado aletas de pez en el cráneo para poder sentir los fenómenos atmosféricos. Se trata de Manuel de Aguas, un ‘artista cíborg’ que considera que su identidad no coincide al 100% con el concepto biológico de la especie humana.
El artista barcelonés, de 24 años, se ha implando dos aletas de silicona diseñadas por él mismo y conectadas a su cráneo mediante unos circuitos sensoriales. Las aletas captan los cambios de presión atmosférica, humedad y temperatura. Después, con ayuda de un microchip, estos impulsos climáticos se convierten en vibraciones y sonidos que se transmiten dentro de la cabeza. La dos aletas de silicona se pueden recargar con energía solar y conectarse a redes Wi-Fi.
Antes de los implantes, Manel ya era noticia por haber construido y utilizado el primer prototipo de un dispositivo con el que sentía las vibraciones atmosféricas. Se trataba de dos aletas similares que colgaban de una diadema colocada en la parte posterior de su cabeza.
El joven forma parte de la autodenominada sociedad transespecie, una asociación fundada en el 2017 y compuesta por personas con dispositivos cibernéticos integrados en el cuerpo. El movimiento pretende combatir «la burbuja antropocentrista de la sociedad actual, que coloca al ser humano en el peldaño más alto de una falsa jerarquía de especies», según ha declarado de Aguas.
Manuel de Aguas ha denunciado la intolerancia que vivirían él y sus amigos «medio humanos por su condición».
Después de que la propuesta del artista de implantarse aletas en la cabeza fuera rechazada por varios centros de España, el joven barcelonés tuvo que trasladarse a Tokio para practicarse la cirugía definitiva.
Un joven barcelonés se declara “transespecie” y se implanta dos aletas de pez en el cráneo