Qué me sucederá mañana? ¿cómo me cuido a mi mismo y a mis seres queridos? ¿qué me espera en el futuro? Para esas serias y perturbadoras preguntas… existe una respuesta.
El secreto del zodiaco de acuerdo a la Cabalá
A partir de la necesidad de conocer el futuro y controlar nuestra vida, hemos desarrollado muchas maneras de interpretar las señales a nuestro alrededor.
Ojos curiosos se han dirigido a las estrellas, cuya trayectoria puede ser anticipada por miles de años y en ellas, los seres humanos han aprendido acerca de posibles épocas y eventos en la vida.
No sorprende que existan esas maneras de predecir el futuro, porque nuestro mundo y el universo entero es un sistema cerrado en el cual todos los niveles de existencia -inanimado, vegetal, animado y humano- están conectados de acuerdo a leyes permanentes y completas.
Aun así, todavía no sabemos lo que pasará el próximo minuto, porque la astrología y otros métodos similares hacen posible, cuando mucho, leer algunas de las señales, pero no otorgan la habilidad de influir en el destino y cambiarlo.
El método de conexión
Un método sí hace posible influir en el destino: la sabiduría de la Cabalá.
La mayoría pensamos que la vida es un asunto de suerte -tengo suerte o no tengo suerte. De acuerdo a la Cabalá, “suerte” (Mazel) se deriva de la palabra “Nozel” (fluido).
El zodiaco consiste en fuerzas que descienden y “gotean” sobre nosotros, activando todos los fenómenos y eventos, presentes y futuros, que llamamos vida. Esas fuerzas nos llegan en gotas, con pausas e intervalos y organizan todos y cada uno de los momentos para nosotros.
Los signos del zodiaco no son accidentales
Como pudiera parecer; por el contrario, están ordenados y se mueven en una dirección predeterminada. Es posible imaginar esto como un carro en el que viajamos juntos, con un destino predeterminado, un destino ya establecido.
Las fuerzas que operan en nosotros para guiarnos son llamadas suerte. Si nos preparamos para esa meta desde el principio, cada vez que nos llega una “señal”, ya estamos adaptados a ella y a la dirección hacia la cual nos lleva, así que la aceptamos como “buena suerte”.
Y viceversa, si no nos hemos preparado, sin opción, somos empujados hacia adelante con dificultades y problemas y lo tomamos como “mala suerte” y sufrimiento.
Por separado y juntos podemos equiparnos con el conocimiento de qué camino seguir, qué nos enseña cada detalle en nuestra vida y cómo relacionarnos correctamente con la sociedad y el entorno.
En cada momento algo nos empuja, ya sea como obstáculo o como ayuda y, podemos reunir todas esas fuerzas y construir un mapa de nuestra vida a partir de ellas.
Cábala habla de la meta de la vida hacia la que todos avanzamos
Ya sea a través de deseo y entendimiento o a través de sufrimiento y confusión. Nos enseña cómo dirigirnos, para que cada señal que nos llegue sea sentida como buena y como bendición.
Más aún, nos enseña cómo convocar esas señales y atraerlas, incluso con más fuerza, abrazando la fuerza que viene y mejorando su acción. Así acortamos nuestro camino y llegamos a la meta predeterminada más rápidamente, de manera agradable, buena y placentera.
Dr. Michael Laitman en conversación con Oren Levi y Nitzah Mazoz