El jueves 18 de febrero, a las 6:45 de la mañana, hora de Venezuela (10:45 hora universal), el Sol entra a Piscis y activa su energía esencial hasta el 20 de marzo.
Es el último signo de la rueda zodiacal, lo que implica en su sentido más profundo el último eslabón de un ciclo evolutivo, por lo que la energía pisciana se asocia a vibraciones más elevadas y sutiles.
En efecto, Piscis es un signo de mucha sensibilidad y perceptibilidad, con cualidades para captar aquello que está más allá del mundo físico, para conectarse con el infinito, con el ser superior, y esta energía lo podremos recibir todos de alguna forma, en este ciclo mensual.
Es un signo de agua y se asocia a los mares profundos, al igual que el planeta que lo rige, Neptuno. Esa relación con el mar implica una personalidad profunda, misteriosa, una tendencia a no saber establecer límites, a entender la vida desde una perspectiva universal, con una sensación de totalidad que no sabe de principios ni fines, y que por ende disipa la barrera entre el bien y el mal.
Por eso Piscis une estos dos conceptos (bien y mal) de una manera desconcertante: es un signo que da temperamentos compasivos y humanitarios, pero a la vez es capaz de cometer sin desenfado hechos ilícitos en nombre de una causa aparentemente noble. Es esa la visión de totalidad que marca la influencia pisciana, que se bambolean entre el bien y el mal de una manera natural y sin complejos. Genera empatía y amor, pero también traición y engaño.
La naturaleza pisciana es evasiva, misteriosa, difícil de precisar, tiende a divagar y prefiere la mentira a la cruel verdad. Nos da tendencia a estar absortos en nuestro propio mundo y nos lleva a crear nuestras propias realidades, no acordes con la realidad externa, creándose un desfase que puede tornarse en mitomanía, pero que bien canalizado puede favorecer el desarrollo de cualidades artísticas y creativas, en la música, el cine, el teatro, la literatura, etc.
Esta misma tendencia a la evasión puede llevar a quienes tengan mucha influencia pisciana mal canalizada, a las drogas o el alcoholismo.
Piscis da tendencia a que los asuntos de la vida cotidiana nos fastidien, ya que generalmente provoca que no prestemos atención a lo externo y nos haga sumergirnos en lo más recóndito de nuestros pensamientos.
El mes de Piscis inicia en los últimos dos días de Mercurio retrógrado; el sábado 20 de febrero a las 8:48 de la noche, hora de Venezuela (00:48 del 21 de febrero, hora universal), Mercurio vuelve a avanzar en el zodíaco.
Con la energía pisciana activada en su esencia, y Mercurio volviendo a avanzar en Acuario, el tiempo es favorable para que se manifiesten nuevas tendencias de pensamientos ideas creativas, no obstante, es importante hacer un esfuerzo por cultivar el sentido práctico, ya que puede darse una tendencias a soñar con proyectos de difícil realización, con utopías.
En los primeros días del ciclo mensual pisciano, y con el empuje de Mercurio directo, Saturno desde Acuario hará cuadratura con Urano desde Tauro, generando una muy tensa energía que puede favorecer procesos que generen ruptura de todo tipo de estructuras, tanto físicas como mentales, institucionales, espirituales, etc., cambios de rutina, estilos de vida, en fin, una tendencia renovadora, pero que no fluye fácilmente, sino a través de ciertas resistencias y forcejeos.
Todo esto se puede dar bajo un ambiente “pisciano”, que nos trae comportamientos disímiles: inspiración y espiritualidad, pero también fanatismos y confusiones. Intentemos captar las mejores energías de este ciclo mensual, haciendo caso a nuestro sexto sentido.
Lo mejor de Piscis está todo aquello que se relaciona con sensibilidad, intuición, amor, creatividad, empatía. Por eso los astros más sensibles del zodíaco, como son la Luna y Venus, se “exaltan” en Piscis, signo que en estos tiempos está reforzado con la larga presencia de su regente, Neptuno, elevando la sensibilidad que emana esta zona cósmica.
Ilustración: Pedro González Rondón
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