El Wu Wei es un concepto de la filosofía taoísta que propone un cambio radical en la manera occidental de comprender el mundo y afrontar la vida. Imbuidos en el flujo de imprevistos y obligaciones cotidianas, presas de una mente asediada por las preocupaciones, las culpas y las frustraciones, es fácil que terminemos sufriendo una auténtica hemorragia energética y nos autogeneremos estados emocionales negativos que, a la larga, no solo afectan nuestro bienestar sino que también nos alejan de nuestras metas.
La buena noticia es que existe otra manera de vivir. Existe un estilo de vida más sosegado que nos permite alcanzar nuestros objetivos con menos estrés, protegiendo nuestro equilibrio mental a lo largo del camino. Sin embargo, para ponerlo en práctica necesitamos comprender el significado de Wu Wei.
¿Qué es Wu Wei? La acción de la no acción
El “wu-wei” es un concepto esencial del taoísmo que significa, literalmente, inacción o no acción. Por desgracia, también es uno de los conceptos más complejos de entender y aplicar para una mentalidad occidental que prioriza la acción sobre todas las cosas.
Para comprender la esencia del Wu Wei hay que profundizar en su significado en sánscrito. En ese idioma existen dos palabras bien diferenciadas para expresar dos ideas que a menudo intercambiamos:
akarma = inaccion
akarmakR^it.h = sin hacer nada
Son dos conceptos diferentes, la inacción es algo natural que no demanda esfuerzo. Al contrario, si pretendemos estar sin hacer nada tendremos que esforzarnos porque no es algo natural. Si nos imponemos la inmovilidad y nos obligamos a estar sin hacer nada, no podremos relajarnos por completo.
Por ejemplo, a algunas personas les puede resultar muy difícil meditar precisamente porque se esfuerzan por no hacer nada y dejar la mente en blanco. Tras varios intentos infructuosos, no es raro que abandonen la práctica. En cambio, si dejaran que la mente fluyera libremente, si permanecieran inactivas, se darían cuenta de que pueden lograr rápidamente ese estado de tranquilidad y paz interior que buscan.
El Wu Wei propone precisamente aprender a fluir a través de la inacción. No se trata de permanecer inermes, si necesitamos realizar algo, lo hacemos, pero en esa acción seguimos fluyendo. Se trata de un estado mental que nos permite distinguir el esfuerzo valioso de aquel que supone una pérdida de tiempo y energía.
El Wu Wei como un estado de flujo
Existe una definición de Wu Wei más radical que implica una “acción no dual; o sea, una acción en la que no se produce una bifurcación entre el sujeto y el objeto”, como explica David Loy. Se produce una fusión entre la actividad y el sujeto que la realiza.
En práctica, nos sumergimos tanto en lo que estamos haciendo, que perdemos la conciencia del “yo”. Nuestra identidad se difumina mientras nos volcamos por completo en lo que estamos haciendo y disfrutamos de ese momento al máximo.
Esa concepción del Wu Wei se asemeja al estado de flujo que describió el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi. Cuando realizamos una actividad altamente gratificante, experimentamos un estado de bienestar y plenitud tal que nos hace perder la noción del tiempo y de nosotros mismos. Aunque nos esforzamos, ese esfuerzo fluye con naturalidad.
En esos estados experimentamos lo que la filósofa Valérie De Prycker definió como la “paradoja del control”. Abandonarnos a la experiencia y dejar ir nuestra férrea necesidad de control suele generar un estado de ansiedad y miedo. Sin embargo, en el estado de flujo o Wu Wei mantenemos una sensación de control sin que exista un “yo” que lo reclame narrativamente.
Al sentir que vamos en la dirección justa, nos abandonamos, no sentimos la necesidad de ejercer el mismo grado de control que mantenemos en nuestra vida cotidiana, sino que confiamos más en el flujo de los acontecimientos. Eso nos permite realizar las cosas con un esfuerzo infinitamente menor. Por eso, las experiencias de Wu-wei pueden llegar a ser muy positivas y placenteras.
Crecer como una flor, de manera natural y sin esfuerzo
Las flores crecen sin esfuerzo, de manera natural. Sin embargo, imaginemos por un momento que una flor desarrolla una conciencia similar a la nuestra. Es probable que comience a preocuparse por el proceso de floración que debe enfrentar. Quizá se preguntará de qué color serán sus hojas, si podría acelerar el proceso usando fertilizante, cuánto cuesta y si puede permitírselo o incluso se preguntará si será más bella y más grande que la flor que crece a su lado. Así, lo que es un proceso natural, podría convertirse en un auténtico trauma.
Nosotros, como esa flor, tenemos muchas preocupaciones, ideas preconcebidas y prejuicios que nos impiden fluir. Cada vez que nos preocupamos por el futuro, aunque las probabilidades de que nuestros peores temores se cumplan sean mínimas, estamos yendo en contra del Wu Wei. Eso significa que gastamos energía psicológica en vano. De hecho, si volvemos la vista atrás nos daremos cuenta de que la mayoría de nuestras preocupaciones se desvelaron infundadas y muchos de nuestros peores presagios jamás llegaron a materializarse.
El mensaje esencial que el taoísmo transmite a través del Wu Wei nos dice que la vida es un todo orgánico e interconectado en continua transformación. Comprender esa unidad y aprender a insertarnos en ese flujo mejorará considerablemente para nuestro bienestar físico y psicológico, ayudándonos a alcanzar nuestras metas con menos desgaste.
No hacer nada, pero no dejar nada por hacer
El Wu Wei no promueve la inactividad. No es sinónimo de pereza o pasividad. No significa quedarnos tumbados al borde del río sino más bien nadar con la corriente. De hecho, uno de sus principios más importantes afirma que “no hay que dejar nada por hacer”. Implica hacer las cosas de forma espontánea y natural, sin agobiarnos con preocupaciones innecesarias que nos conduzcan por caminos forzados. Nos ayuda a conquistar lo que deseamos con menos esfuerzo.
Por tanto, la idea del Wu Wei se sustenta en dos cambios de mentalidad imprescindibles:
- Aprender a confiar en los acontecimientos
- Aprovechar las circunstancias
Abrazar el Wu Wei no significa que no debamos tener metas y ambiciones, sino que no debemos convertirlos en una fuente de preocupación que nos arrebate la calma y el equilibrio emocional. Al contrario, debemos estar atentos para aprovechar las circunstancias propicias que nos permitan lograr esos objetivos con el menor esfuerzo posible, sin añadir una presión mental innecesaria. Como un buen marinero, tan solo debemos esperar el viento propicio.
De la misma forma, implica que cuando terminemos alguna tarea o cerremos un capítulo de nuestra vida, no pensemos más en ello albergando culpabilidad, rencor o remordimiento porque de esta manera nos quedaremos atados al pasado, mantendremos la mente ocupada y no seremos capaces de detectar las nuevas oportunidades cuando se presenten.
El Wu Wei es un estado mental de calma en el que confiamos en nuestras capacidades y en el flujo de la vida. Significa mantener la serenidad incluso en los momentos más oscuros porque tenemos la certeza de que, antes o después, saldrá el sol.
¿Cómo aplicar el Wu Wei en el día a día?
Al inicio puede ser muy difícil aplicar el concepto de Wu Wei ya que estamos “programados” culturalmente para preocuparnos y desesperarnos. Sin embargo, si damos un paso a la vez de manera consciente, muy pronto podremos abrazar esta filosofía de vida.
- Aprender a no preocuparse. Aplica el viejo principio “Si tiene solución, por qué te preocupas. Si no tiene solución, por qué te preocupas”. No se trata de ignorar los problemas sino de verlos con perspectiva para poder actuar en consecuencia. En vez de preocuparnos, algo que no nos conducirá a nada, debemos trazar planes de acción ante las contingencias. Nos sentiremos mejor, más seguros y confiados.
- Aprender a confiar. Debemos confiar en el curso de la vida y en nuestras capacidades. Solo así podremos aprovechar las oportunidades cuando se presenten. Si no confiamos en nosotros, el temor al fracaso nos hará fracasar. Se convertirá en una profecía autocumplida. También debemos aprender a confiar en el curso de la vida. Muchas personas desaprovechan las oportunidades solo porque, inconscientemente, creen que no son merecedoras de ellas.
- Desarrollar la atención tranquila. Según Lao Tzu, para aplicar el Wu Wei debemos estar más quietos, atentos y dispuestos a aprender. Esa actitud nos permitirá escuchar tanto nuestra voz interior como las voces que provienen de nuestro entorno, pero sin interferir en ellas, o sea, sin juzgarlas ni criticarlas.
- Escuchar la intuición. Aplicar el Wu Wei en el día a día también demanda dejar de confiar únicamente en nuestra mente lógica para prestar más atención a la intuición. A menudo esa intuición nos ayudará a fluir indicándonos el curso y la acción más espontánea, natural y sin esfuerzo, adecuada en tiempo y lugar, que favorece la armonía y el equilibrio.
Fuentes:
Slingerland, E. (2000) Effortless Action: The Chinese Spiritual Ideal of Wu-wei. Journal of the American Academy of Religion; 68(2): 293-327.
Barret, N. F. (2011) “Wuwei” and flow: Comparative reflections on spirituality, transcendence and skill in the “Zhuangzi”. Philosophy East and West; 61(4): 679-706.
De Prycker, V. (2011) Unself-conscious control: broadening the notion of control through experiences of flow and wu-wei. Journal of Religion and Science; 46(1): 5-25.
Csikszentmihalyi M. & LeFevre J. (1989) Optimal experience in work and leisure. J. Pers. Soc. Psychol; 56: 815–822.
Loy, D. (1985) Wei-Wu-Wei: Nondual Action. Philosophy East and West; 35(1): 73-86.
Bueno, eso de que las flores crecen sin esfuerzo es algo que aseveramos nosotros. Habría que escuchar qué opinan las flores.