Para que adquieras conciencia de tu interrelación con todos los demás seres y de que eres el receptor de una gran cantidad de bondad por parte de ellos, contempla lo siguiente:

1. La ayuda que has recibido de tus amigos. Esto incluye apoyo, motivación, regalos, ayuda práctica, etc. No pienses en tus amigos de manera que se incremente tu apego hacia ellos. En lugar de eso, reconoce su ayuda como acciones que provienen de la bondad humana y siente gratitud.
2. Los beneficios que has recibido de tus padres, familiares y maestros. Reflexiona en los cuidados que te dieron cuando eras muy joven; te protegieron del peligro y te dieron educación. Puedes hablar gracias a los esfuerzos que hicieron las personas que te cuidaron cuando eras pequeño, esto incluye a tus maestros. Todos tus talentos, capacidades y habilidades los tienes gracias a las personas que te enseñaron y capacitaron. Incluso cuando no querías aprender y eras rebelde, ellos siguieron intentando ayudarte a aprender.
3. La ayuda que recibes de los desconocidos. Los edificios en los que vivimos y trabajamos, la ropa que usamos, los alimentos que comemos y los caminos por los que transitamos fueron hechos por personas a las que no conocemos. Sin el esfuerzo de todos ellos —la contribución que hacen a la sociedad a través de su trabajo— no podríamos sobrevivir.
4. Los beneficios que has recibido de las personas con las que no te llevas bien y de aquellos que te han lastimado. Estas personas te muestran en qué tienes que trabajar y te señalan tus debilidades. Gracias a esto puedes mejorar. Ellos te dan la oportunidad de desarrollar la paciencia, la tolerancia y la compasión, cualidades esenciales para avanzar en el camino.

Conclusión: Reconoce que a lo largo de tu vida has recibido incalculables beneficios y ayuda de los demás. Date la oportunidad de sentir la dedicación, bondad y amor que otros te han demostrado. Deja que surja un sentimiento de gratitud y genera el deseo de corresponderles con bondad.

La bondad de los demás (download)