La actitud de largo alcance de la concentración

La concentración es la capacidad de enfocarse unipuntualmente en un objeto constructivo. La meditación analítica se lleva a cabo con las otras actitudes de largo alcance, pero no con la concentración. En lugar de eso, se practican los puntos que se presentan a continuación para desarrollar la meditación de estabilización o unipuntual. Puedes poner en práctica estos puntos cuando hagas meditación estabilizadora, por ejemplo, en la respiración o visualizando la imagen del Buda.

Examina tu mente para que te des cuenta cuándo surgen los cinco impedimentos para la concentración, que son:

1. La pereza. Es sentir que la meditación es difícil y estar renuente a hacer el esfuerzo.
2. Olvidar las instrucciones sobre cómo se desarrolla la calma mental (meditación de estabilización) u olvidar el objeto de meditación (tu concentración en el objeto de meditación no es estable).
3. Laxitud (pesadez o falta de claridad) o agitación (distracción generada por un objeto de apego).
4. No aplicar los antídotos contra los impedimentos anteriores.
5. Aplicar los antídotos cuando no son necesarios.

Cuando aparezcan los impedimentos, aplica alguno de los ocho antídotos siguientes:

Hay cuatro antídotos para contrarrestar la pereza:

1. La confianza: Es conocer los beneficios y resultados de la calma mental.
2. La aspiración: Es generar el deseo de llevar a cabo la práctica de estabilización.
3. La perseverancia entusiasta: Es sentir placer y entusiasmo hacia la práctica.
4. La flexibilidad: Es tener buena disposición de cuerpo y mente durante la meditación.

Para contrarrestar haber olvidado al objeto de la meditación:

5. La atención vigilante: Es recordar y sostener al objeto de meditación.

Para contrarrestar la distracción, laxitud o agitación:

6. La alerta introspectiva.

Para contrarrestar no haber aplicado los antídotos contra los impedimentos:

7. Aplicar los antídotos adecuados.

Para contrarrestar haber aplicado los antídotos cuando no era necesario:

8. La ecuanimidad: Es abstenerse de aplicar los antídotos cuando son innecesarios.

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